Capítulo 5: Pastillas.

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Tras el casi infarto que le dio a Marc tras saber que sus hijos tenían novios se han tenido que ir los dos hermanos a Assen y a Sachsenring. Assen ha pasado genial para ambos, y Sachsenring... Se ve venir que pasará. Duelo de Márquez con como favorito a ganar el mayor de ellos. Marc está en su terreno, lleva incontables años ganando en ese circuito. Y todos lo saben. No hay que confiarse que ya le pasó en Austin 2019 y se fue al suelo solo. No puede confiarse por ser el favorito en Sachsenring. Y no lo hará.

Mientras los chicos están en Alemania, Almudena ha echado de casa momentáneamente a sus tres hijos, Leti está con Dani, Adri con Alejandro y Luka con Mireia en casa de su tío Àlex y su tía Marta. Los ha sacado para poder limpiar un poco que si no se entierran en mierda cuando vuelvan de las vacaciones. Bueno, eso es otra cosa. A ver como separa a Leti y a Adri de sus novios. Ahora que sus relaciones han salido a la luz va a ser complicado separarlos y no sé van a llevar con ellos a sus dos yernos por tener contentos a sus dos hijos mayores.

Ya ha limpiado casi toda la casa a su ritmo. Le quedan las habitaciones de los niños. La de Luka está que parece una pocilga. Ropa tirada por todas partes y no termina de aparecer ropa y más ropa por las esquinas y por todas partes. La habitación de Adrián está mucho más ordenada, aunque deja de limpiar cuando se pone a curiosear los cajones y le encuentra una caja de condones en la mesilla de noche. De solo imaginarse a Adrián con Alejandro haciendo algo ya se le han quitado las ganas de volver a curiosearle los cajones. Deja todo como está, que tan mal no está, y va a la última habitación. A la de su hija Leticia.

Su hija tiene apuntes por toda la mesa, aunque ya han acabado las clases. El ordenador está encendido porque anda descargándose películas y encima de la mesilla hay un libro con un marcador a tres cuartas partes de él, un vaso de agua vacío y... Un blíster inconfundible.

Coge el blíster de la mesilla y lo mira durante al menos 5 minutos fijamente, pero no cambia su contenido. ¿Cómo puede haberle ocultado esto su hija? ¿Y desde cuándo estará tomando eso?

Almudena llama enseguida a Marta, sabe que su amiga sabe que su hija estaba tomándose eso y desde cuándo y no sabe cómo han podido ocultarle eso las dos tan a la ligera.

-Hola Almu.
-Eres de lo peor.
-¿Qué?
-Me acabo de encontrar un blíster en la mesilla de Leticia, y no me digas que no tienes ni idea de lo que contiene.
-Almudena...
-Ni Almudena ni ostias, deberías haberme dicho algo así.
-Leticia no es una niña, y no es algo tan grave.
-Podrías haberme avisado Marta. Decirme algo.
-Es su vida privada y no es cosa mía desperdigarla por ahí.
-¡Es mi hija!
-¡Y mi sobrina! No podía traicionar su confianza en mí Almudena. Entiéndelo, peor habría sido que te ocultara algo mucho peor, como lo que podría haber pasado de no tomarse eso.
-No me parece la mejor opción.
-Háblalo con ella.

Marta cuelga el teléfono. Y Almudena se queda pensativa esperando a que Leticia vuelva y poder hablar con ella de lo que ha descubierto.

La chica llega risueña y sola a casa. Daniel la ha acompañado hasta casa, pero se han despedido en la puerta. Hace dos años que salen juntos, pero apenas unas semanas que sus padres saben que tiene pareja y no puede meterle siempre que quiere en casa. Para sus padres es complicado aún verla con novio.

La felicidad de la chica le dura poco porque en cuanto ve la cara se Almudena sabe que tienen que hablar de algo importante.

-¿De qué quieres hablar?
-Del blíster que he encontrado en tu mesilla.
-Mamá...
-¿Hace cuánto?
-Un año.
-¿Fuiste sola?
-Me acompañó Mireia.
-Tu prima es más pequeña que tú.
-No es ninguna monja, mamá. Solo nos llevamos dos años y nos lo contamos todo.
-Leticia...
-No, no voy a aceptar discursitos. Es mi cuerpo y mi vida. En 9 meses seré mayor de edad, admite de una vez que soy mayorcita para decidir por mí misma.
-Me preocupo por ti.
-¿Prefieres que te haga abuela? Es la opción más sensata. Es mejor así, me ahorro sustos, me regula de paso y nos ahorramos un dinero en condones. Y no voy a cambiar de idea, no voy a dejar de tomar la píldora mamá. Me digas lo que me digas.

Leticia se levanta de la mesa donde estaban sentadas ambas y se va a su habitación. Su madre debería meter las narices en lo suyo y dejar sus cosas para ella misma. No es asunto de su madre si ella toma o no la píldora. Fue una decisión que tomó ella y que consultó con Dani. A él le pareció bien siempre y cuando no lo hiciera sintiéndose obligada por él. Y así lleva un año tomándose las pastillas. Su prima le acompañó ya que ella también las anda tomando, aunque por otros motivos. A su prima pequeña le diagnosticaron hace dos años que tiene ovarios poliquísticos y toma las pastillas como remedio para no quedarse estéril en el futuro.

Leticia se pone a darle vueltas a lo que acaba de pasar con su madre y entiende en parte que su madre se pusiera así, el chute hormonal al que se está sometiendo a ojos de su madre es innecesario y cree que tiene otras opciones menos peligrosas. Pero ella prefiere tomarse ese chute hormonal todos los meses que gastarse un dineral en condones y tener algún que otro susto cuando se le retrase sin necesidad de ser por un embarazo.

Leti sale de su habitación y va a hablar con su madre. Quiere pedirle perdón por hablarle tan duro, y decirle que no se preocupe por ella y que sabe lo que hace. Que es lo mejor a su parecer y que no lo hace obligada por Daniel.

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Nuevo capítulo aquí mismo. Espero que os guste. Próximo capítulo el próximo domingo o quizás no...

 Próximo capítulo el próximo domingo o quizás no

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