Capítulo 81: Post boda.

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Tras el remojón de Luka en la boda para salvar a Liv la celebración siguió en auge hasta que llegó la noche y atracaron el yate en el muelle, volviendo cada uno a su casa. Menos los novios que se fueron a un hotel cerca del aeropuerto para coger un avión al día siguiente a Menorca.

-Buenos días marido mío.- dice Didac al notar que Luka se despierta en la habitación del hotel.
-Buenos días.
-¿Qué tal has dormido?
-Genial. Contigo a mi lado siempre se duerme bien.
-Y yo contigo amor.
-Eres el mejor.
-Tú.

Los dos recién casados remolonean en la cama todo lo que pueden. Los trajes de novios descansan desperdigados por el suelo de la habitación despiezados. Una corbata por ahí, una chaqueta por allí, un pantalón por aquí. Intentan dejar sin muchas arrugas los trajes y los meten en los estuches que tenían preparados para ellos ayer. Aunque anoche tenían demasiada prisa para guardarlos en ninguna parte. Solo les estorbaban las piezas de ropa que tenían encima y las fueron soltando por dónde les vino mejor. Más tarde mandaran las bolsas a casa antes de irse al aeropuerto. Aunque primero se visten y bajan a desayunar al bufet del hotel.

Tras el desayuno, suben para coger sus cosas y abandonar la habitación. Bajan con las bolsas de los trajes para que se los envíen a casa de Mireia que es la que está más cerca, y con las maletas. Les aseguran en recepción que le entregarán los trajes a su prima y ponen rumbo al aeropuerto para coger un avión a Menorca. Pasarán allí una semana hasta que vuelvan a casa y al trabajo. No pueden estar más tiempo con el taller cerrado. Sino pasarían más tiempo en las islas y de Luna de Miel en general.

Llegan al aeropuerto con tiempo. Facturan las maletas sin prisas. Esperan a que salga su avión. Y tras 55 minutos de vuelo llegan a la isla balear para pasar 1 semana de vacaciones. En el aeropuerto recogen las maletas y cogen un taxi hasta el hotel donde van a pasar esa semana. Este los deja en la puerta, y pronto se registran y suben a la habitación solo para cambiarse. Se ponen el bañador y bajan a la piscina. Primero se tumban en dos tumbonas, uno al lado del otro. Pero Luka no tarda demasiado en tirarse a la piscina y llamar a Didac para que se meta en el agua con él.

El chico hace caso a su recién estrenado marido y se mete en la piscina con él. No hay muchos clientes en la zona de la piscina, así que Luka no duda dos veces antes de arrinconar a su marido y besarlo como si fuera la última vez que pudiera hacerlo. Sus cuerpos están pegados dentro del agua de la piscina. Y los besos no paran en ningún momento. Didac empieza a volverse loco al notar sus cuerpos rozándose y la boca de Luka sobre la suya. O suben pronto a la ha habitación o hacen un espectáculo para todos los hospedados en el hotel.

Una vez en la habitación los dos bañadores vuelan hasta caer a saber dónde, pero les da igual. Lo único que les importa son sus dos palpitantes erecciones y las ganas que tienen de sexo sin control.

-Juguemos a algo.- propone Didac.
-¿Qué propones?
-Confía en mí. Te gustará.

Sin decir nada más lo besa. Luka está tranquilo porque confía en su marido a ciegas y, sin saberlo, es justo de lo que va el juego. Porque, tras el beso, Didac le venda los ojos y lo dirige a la cama donde lo sienta.

-Iré metiendo en tu boca cosas que quiero que chupes.

Luka solo es capaz de tragar saliva. Los juegos de Didac le provocan mucho y está deseando chupar todo lo que su marido le dé.

Siente que el cuerpo de su chico se aleja y espera ansiado ese primer objeto que no tarda mucho en notar en sus labios.

-Abre la boca mi vida.

Luka separa sus labios y degusta la fresa que su marido le daba a comer. La chupa, muerde y después Didac lo besa para arrebatarle un pedazo de la fruta, ahora, con un matiz de sabor más: la boca de su esposo. Detrás de la fresa llega chocolate, tras el chocolate, los dedos de Didac bañados en nata y, por último, lo que más ansiaba el joven de los Márquez: la palpitante erección de su chico de la que emana un calor que invade la boca de Luka mientras la baña con su saliva.

Didac siente una oleada de placer tras otra. De pie ante su recién estrenado marido solo es capaz de cerrar los ojos y disfrutar del placer que le proporciona la lengua experta de Luka.

-Para o me voy a correr.- jadea como puede.

Pero nada más lejos de la realidad. Las manos de Luka van al culo de Didac para acercarlo más a él y que su polla entre hasta el fondo de su boca. Como un acto reflejo, las manos de Didac van a parar al pelo de Luka para frenar el movimiento de su cabeza y, a continuación, moviéndose, le folla la boca a su marido hasta que el orgasmo lo invade y su semen resbala por la comisura de los labios de Luka. Didac le quita la venda a Luka y sus ojos de reencuentran.

-Me encanta tu sabor.- dice Luka mientras Didac se limita a limpiar su semen de la cara de su chico.

Los dos jóvenes empiezan a besarse y Luka termina sobre Didac. Sus penes se rozan mientras sus lenguas libran una batalla entre los gemidos de placer de ambos. Luka empieza a mover su cadera haciendo que sus testículos choquen con los de Didac. En este momento, de su pene empieza a salir líquido preseminal que Didac utiliza para lubricarlo. Después de que las manos de su marido lo abandonen, Luka coloca a Didac bocabajo sobre el colchón y lo penetra de una sola estocada.

Así se quedan durante unos segundos. Muy quietos, Luka dentro de Didac. El único movimiento que hay es el de sus respiraciones y, una vez que se han acompasado un poco, Luka empieza a salir muy lentamente. En ningún momento pierden el contacto visual mientras uno siente las paredes de su marido. Y el otro, nota como lo invaden.

Los movimientos, aunque lentos, hacen que enloquezcan de placer. Las manos de Luka están sobre el colchón a ambos lados de Didac y, las de Didac, vagan sin rumbo por el cuerpo de Luka. Este último acelera los movimientos buscando un contacto más brusco que, lo que consigue, es que la habitación del hotel se llene de sonidos de sus huevos, húmedos por la excitación, chocando entre sí.

-No pares mi amor.- gime Didac extasiado.
-Ni loco paro.- contesta Luka acelerando los movimientos.

Las embestidas se suceden una tras otra, Didac se masturba, Luka le masajea los huevos y, tras dos estocadas más, los dos caen sobre el colchón después de correrse.

-Me ha encantado el juego.
-Y a mí como te ha puesto el juego.

Los dos sonríen y se besan antes de meterse en la ducha y volver a bajar a la piscina, esta vez, para disfrutar sin provocarse.

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Feliz día de Reyes. Espero que os hayan traído muchas cositas. Hasta el viernes!!

Un Verdadero Márquez (MLLP 3)Where stories live. Discover now