Un Verdadero Márquez (MLLP 3)

Capítulo 8: Invitación con colaboración.

Dos semanas y media tienen de margen antes de irse a San Marino. Y Joel lleva ya una semana dándole vueltas a si debería hablar con Antonella de que va a ir a Misano y también de si debería invitarla a ir, aunque para eso debería hablar primero con su padre para poder asegurarle de que podría ir. Y no quiere hablar con Àlex del encontronazo con Antonella. Algo le dice que Àlex se lo va a tomar muy mal.

-¿Qué te pasa Joel? Te veo raro desde hace una semana.
-Hola mamá, no es nada. Me tiene nervioso empezar la universidad.
-Tienes la mejor media de tu promoción, y la mejor EBAU. ¿Qué estás temiendo? No vas a hacer medicina porque no has querido tú.
-Psicología encaja mejor en nuestra familia.
-Tu padre se retira en unos meses, no necesita un psicólogo para que le diga lo que hacer, Joel.
-No he dicho eso mamá.
-¿Me vas a decir que te pasa de verdad?
-Pues...
-Dímelo Joel.
-En el viaje de fin de curso me aparté del grupo porque me aburría lo que hacían y me choqué con alguien. Llevo hablando con ella persona desde entonces y me gustaría invitarle a Misano, pero necesitaría que papá me dejase un pase para poder hacerlo...
-Invítala Joel. Y se lo puedes pedir a tu tío, no te va a preguntar ni para quién es. Prefiere no meterse en los asuntos de nadie.
-¿Cómo has sabido qué...?
-Eres mi hijo, y miras con cara de idiota el móvil desde que has vuelto. Era de suponer que había una chica de por medio.
-Gracias por no decirle nada a papá.
-Tu padre está muy ciego. Y ocupado. Si acepta a ir, me la presentaras, ¿no?
-Claro.
-¿Como se llama?
-Antonella. Tiene 15 años, algo que me echa para atrás y es encantadora y guapa y... Y vive demasiado lejos.
-Ningún sitio está demasiado lejos. Siempre podrías irte a estudiar a Italia.
-No creo que eso me viniera bien, me agobiaría y estaría mal allí.
-Habla con tu tío.

Joel asiente y se va corriendo de su casa a casa de Marc para poder hablar con su tío de lo que acaba de hablar con su madre. A pedirle o más bien preguntarle si en caso de que pudiera venir una amiga le podría conseguir un pase para ella. Porque todavía tendría que hablarlo con Antonella, pero tiene que tener fijo el pase para preguntarle antes.

-Hola.
-¿Qué necesitas Joel?
-Nada.
-Tú no vienes por nada nunca. ¿Qué te pasa?
-Ehh, pues como sabrás voy a ir a Misano contigo y mi padre y me preguntaba sí... A lo mejor me podrían conseguir un pase para un amigo que todavía no sé si podrá venir.
-¿Amigo o amiga?
-¿Importa?
-Supongo que no. Sí Joel, puedo conseguirlo. Habla con tu novia tranquilo. No le diré a Àlex nada.

Joel se queda con la boca abierta al oír a Marc. A veces su tío deja ver que no se le escapa una. No es tan cortito como deja pensar a casi todos siempre. Se hace el tonto, pero es más listo que cualquier otro. No se enteraría de que sus hijos tenían pareja, pero ha notado a kilómetros que a quien quería invitar su sobrino era a una chica.

-Yo como que no me chupo del dedo, Joel, si fuera un amigo se lo habrías pedido a tu padre. No habrías venido aquí como quién no quiere nada a pedírmelo a mí.

Joel agacha la mirada y tras darle las gracias a su tío vuelve a casa donde su padre y su hermana siguen sin haber vuelto de entrenar. Su hermana es una loca con la moto, adora ir a entrenar con su padre, pero no se ha metido en ese mundo porque sabe que sería muy duro para ella, no sería capaz de soportar la presión de no llegar ni de lejos a la altura de su padre y de su tío. No ser tan buena como ellos. Así que ella disfruta junto a ellos en los entrenos en casa, pero nada más.

Joel se encierra en su habitación y empieza por mandarle WhatsApp a Antonella, aunque luego la termina llamando. Quiere oír su voz y una llamada siempre es más personal, aunque no se vean que unos cuantos WhatsApp.

No responde de nuevo, directamente la llama. Quiere ver cómo reacciona en directo al darle la noticia.

-Hola Anto.
-Hola Joel.
-Prefiero ir directamente a lo que tengo que contarte, si no te parece mal.
-No, por favor, cuéntame por favor lo que pasa.
-He conseguido dos pases para Misano y he pensado que quizás querrías venir al Gran Premio conmigo. Como amigos. Me caíste bien en Milán y... Me apetece volver a vernos.
-Ehhh... Joel. Te agradezco muchísimo la oferta. Pero me va a ser imposible irme a San Marino sola. No puedo aceptar su invitación, pero la agradezco mucho.
-Claro... Solo tienes 15 años y no puedes irte sola a otro país, aunque sea más o menos cerca.
-Lo siento Joel. En otra ocasión. Yo también querría verte de nuevo.
-No pasa nada. Lo entiendo, no lo había pensado bien. No te molesto más.

Joel cuelga y se tumba en la cama. Tiene ganas de llorar. Esa chica le gusta de verdad, aunque aún sea un poco joven para él. Vive demasiado lejos y es normal que no pueda ir de Milán a San Marino así porque sí. Ella seguro que sí habrá empezado las clases por ese momento. Aunque él no.

-¿No ha ido bien?
-No puede ir, mamá. Pero es normal.
-Ya encontrarás otra forma de verla. Sino también os quedan las videollamadas.
-Ya veré, mamá. Ahora prefiero estar solo, por favor.
-Claro.

Marta se va de allí y deja solo a su hijo mayor. Su ya no tan pequeño está muy mal. Lo ve y lo sabe. Lo entiende. Ella tenía 20 años cuando se chocó con Àlex, y él también. No vivían en países diferentes, pero tampoco era fácil vivir con Àlex alejado de ella. Ella en Madrid y él en Cervera o en cualquier otra parte del mundo. Aunque en ese tiempo Marta no sabía que Àlex era Àlex. No hasta Aragón, no hasta que se llevó a Cristina de Gran Premio por su cumpleaños.

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Nuevo capítulo. Espero que os guste. El próximo domingo el siguiente.