Capítulo 102. La odisea de Suyin

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Han pasado dos años desde que Suyin fue "expulsada" de Ciudad República por su madre. En aquel entonces, la segunda hija de la Jefa Beifong tenía 16 años y debió abandonar su hogar para mudarse con sus abuelos en Gaoling. Hoy en día ha superado la mayoría de edad. Tiene 18 años y sigue bajo la tutela de Lao y Poppy, aunque no por mucho.

-Y por ello, considero que sería una experiencia sumamente gratificante viajar por donde el viento me lleve. Aprenderé mucho, y quizá encuentre mi vocación, mi lugar en el mundo.

Suyin se encuentra de pie frente a dos grandes sillones que parecen tronos. Allí están sentados los dueños de la finca Beifong, Lao y Poppy. Ellos volvieron a estar juntos después de que Toph se reconciliara con su padre y se volviese socio-ejecutiva de las Industrias Tierra-Fuego, aunque más tarde abandonase dicha empresa para centrarse en su rol como Jefa de Policía. A pesar de ello, el contacto y la buena relación se mantuvieron.

-Pequeña, te hemos mantenido bajo las alas del jabalí volador de los Beifong durante los últimos dos años, por pedido de tu madre.- Responde Lao.

-No porque nosotros te lo hayamos exigido.- Suma Poppy.

-Has alcanzado la mayoría de edad.- Vuelve a hablar su abuelo.

-Tienes el poder para decidir lo que creas correcto para tu vida.- Vuelve a sumar su abuela.

-Siempre estarán las puertas abiertas aquí para ti.- Dice Lao.

-Pero entendemos que necesitas buscarte a ti misma por el mundo.- Dice Poppy, con un par de lágrimas en los ojos. –Recuerda disfrutar, y divertirte mucho...

Sonriendo ampliamente, Suyin eleva un poco la vista y se encuentra entonces con sus dos abuelos de pie, lejos de sus sillones y acercándose a ella para darle un fuerte abrazo.


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Suyin Beifong tiene 20 años de edad, y explora el mundo desde sus 18 años. Tras dejar a sus abuelos y abandonar Gaoling, Su se internó por el mundo con tal de conocer un poco más de éste y poder encontrar su verdadero camino, y su verdadero hogar.

Ha sido un largo viaje, toda una travesía. Ha conocido un poco de todas las naciones, y por todas uno se refiere a todas. Recuerda con gran emoción cuando llegó a la cima de aquella montaña y para su suerte, aquel día no había muchas nubes.

Pudo contemplar la maravilla del Templo Aire del Este. Podría haberse acercado, después de todo ahora los Templos Aire están poblados por Acólitos del Aire, pero le ha dado pena que le reconozcan como la hija rebelde de Toph Beifong.

Y sí. A Suyin no le agradaba nada la idea de que la reconozcan como una Beifong. No porque el apellido no fuese grandioso y no le llenase de orgullo su madre, sino porque quería vivir todas las experiencias que fue viviendo por ser solo Su, no una Beifong.

No tiene motivos para avergonzarse de su madre, pero quizá su madre sí tiene motivos... Su nunca volvió a saber de su madre y mucho menos de su hermana. No cruzaron cartas, no hubo visitas. Simplemente se cortó la relación, y ahora parecen desconocidas.

Su gran travesía le ha llevado a conocer los lugares más raros y los más inhóspitos del mundo, aunque también los más bellos y emblemáticos, tal y como dos Templos Aire, Ba Sing Se, Omashu, y eso por solo nombrar las civilizaciones... Fuera de eso, hubo más y más.

En cada uno de esos lugares ha buscado su propio rincón, y se ha buscado sobre todo a sí misma. No ha tenido suerte, pero aquello no le ha decepcionado ni le ha tirado abajo. De hecho, le ha inspirado a seguir adelante y luchar por seguir buscando más profundo.

Avatar. Siempre JuntosWhere stories live. Discover now