Capítulo 74. Dejarse llevar...

710 31 14
                                    

| AÑO 123 DG |


Los últimos meses han sido muy diferentes en las vidas de todos en Ciudad República, pero para no entrar en mayores categorías sin dudas quienes han cambiado han sido Aang y Toph. En su rol como padres y también como personas. Han sido ellos quienes han entendido mucho, y quienes han aceptado hacer un gran cambio a sus rutinas y pensamientos para que sus hijos tengan una crianza y niñez mucho más sana, divertida y justa a la de sus edades.

Los duros entrenamientos hacia Lin dictados por su severa madre han ido disminuyendo un poco, y es que a pesar de que Toph prometió ya no presionar tanto a su hija, no va a dejar que ignore sus poderes. Quiere que desarrolle el control sobre la tierra y también sobre el metal lo más pronto posible. Por su lado, Lin acepta que el entrenamiento disminuya aunque no sea de forma total. Ahora tiene más tiempo para jugar y divertirse con sus amigos.

En lo que Lin visita con mucha más constancia el Templo Aire de la Isla, Toph se toma un buen tiempo para pensar y reflexionar sobre cómo han sido sus últimos tiempos como madre, como amiga y como Jefa de Policía de Ciudad República. Han tenido que interferir Aang y Sokka para que el primero de estos títulos ya no sea una carga tan pesada y exigente, sin embargo a Toph le queda mucho por cambiar en su vida para alcanzar un poco de paz.

Y es que siendo Jefa de Policía, Toph no conoce lo que es la tranquilidad. Viviendo desde joven una gran guerra mundial, Toph aprendió a madurar y fortalecerse como una roca. Una vez se abrió su Academia de Maestros Metal, Toph se enfrentó a la difícil tarea de convertirse no solo en una buena profesora, sino también en una gran líder y una inspiración para sus alumnos. Con el tiempo lo logró, y eso le permitió convertirse en la Jefa de las Fuerzas de la Ley.

No lo negará nunca. En los comienzos fue muy difícil acostumbrarse a la idea de que ahora su trabajo sería que la Ley se cumpla, cuando de joven lo que más deseaba era corromper con los sistemas y las reglas. Odiaba Ba Sing Se, y toda su estructura social y cultural que la volvía una metrópolis categórica e incluso discriminadora. Por ello, quizá, aceptó tomar el mando en el control policial de Ciudad República. No deseaba que esta, fuese la nueva Ba Sing Se.

Y cree que de cierta forma lo ha logrado. Sus primeros meses como Jefa significaron un gran esfuerzo de su parte para acostumbrarse a la idea ya mencionada, sin embargo ella es nadie más y nadie menos que Toph Beifong, la Maestra Tierra más poderosa en todo el mundo y de todos los tiempos, creadora del Metal Control y que ayudó al Avatar a poner fin a una guerra. No había quien pudiese interponerse en su camino. O al menos eso creía.

Su vida se dio un buen golpe en la cara cuando vio que la persecución y detención de la ahora ex Concejala Morishita era tarea imposible, incluso para el Avatar o el Señor del Fuego. Hace ya muchos años de todo ello, sin embargo Toph sigue creyendo que fue un gran error en toda su carrera ensuciarse las manos con ese caso. No por el final. El final fue bueno. Ella limpió su buen nombre frente al mundo desenmascarando a Kori, pero el daño ya estaba hecho.

Durante muchos meses persiguió a la entonces Gran Concejala de la República Yu Dao y quedó como un intento de quitarle el poder a alguien que le caía mal. Ese quizá es uno de los errores más frecuentes en Toph. Todos sus enemigos le caen mal. Por supuesto que a Aang le caía mal Ozai, y a Zuko le caía mal Azula... pero ellos no permitían que ese odio se apropiara de ellos y les hiciera hacer cosas lamentables. Toph sí. Toph se desesperó. Toph se humilló.

Una vez te humillas, no hay vuelta atrás. Por más que luego demuestres que todo ese tiempo estuviste haciendo lo correcto. No hay marcha atrás a la humillación, y la etiqueta de que no puedes con algo, o lo que intentas hacer es imposible o simplemente una ridiculez, tampoco se quita. Lo peor de todo, sin dudas fue que todos los errores que Toph cometió con Kori, luego los volvió a cometer con Sato. Su más grande y peor enemigo hasta la fecha.

Avatar. Siempre JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora