Avatar. Siempre Juntos

Capítulo 24. Atormentados

Saliendo hasta la terraza del Hotel, Sokka ha tenido la excelente idea de que, en Appa, podrían llegar mucho más rápido a la Estación de Policía. Subiendo hasta la cabeza del bisonte, espera a que Toph y Haku suban a su montura y, en cuanto lo hacen, da la orden de "Yip-Yip" y el gran animal se eleva en lo alto del cielo. Tienen que llevar lo más pronto posible.

-¿Quiénes atacaron? ¿Lograron retenerles?- Pregunta Toph en mitad del vuelo.

-Eran bandidos encapuchados, Maestros Tierra y Fuego... no eran más de cinco, y no pudimos atrapar a ninguno de ellos, sin embargo les están buscando por los alrededores.- Dice Haku.

-Si nos apresuramos quizá podamos hacer uso de mis poderes para encontrarlos. ¡Yip-Yip!

Appa ruge un poco y acelera el avance a través del despejado cielo nocturno de la Ciudad de Yu Dao. Viendo una pequeña línea de humo provenir de un gran edificio, Sokka se sorprende al ver que se trata de la Estación de Policía. Si había Maestros Fuego entre los bandidos entonces entiende el motivo del fuego, sólo espera que no haya sucedido nada grave.

En cuanto el bisonte volador del Avatar aterriza frente a la Estación Central de Policía, los tres que llevaba encima bajan con rapidez, entrando por las puertas principales y viendo una gran cantidad de presencia policial y médica en el lugar. Avanzando dentro de la Gran Recepción, Toph no tarda demasiado en encontrar al Teniente segundo al mando durante su ausencia.

-Oficial Moo-Chee-Goo-Chee-La-Poo-Chee, Tercero.- Dice Toph, cruzándose de brazos. Al no recibir ningún tipo de respuesta suelta un corto suspiro, odia que sea así. –El Oscuro...

-¿Sí? Oh, Jefa Beifong, no la oí...- Responde finalmente aquel de cabello negro y piel pálida.

-Sí, como sea... dime qué ha sucedido. No puedo irme a descansar ni por dos horas que ya algo malo sucede. ¿El chico está bien? ¿En qué dirección se fueron los bandidos? ¿Cree que aún hay posibilidad de que pueda encontrarlos?- Termina por invadirle Toph a preguntas.

-Si Haku le informó cómo le ordené, unos cinco bandidos se infiltraron quién sabe por dónde en el edificio e intentaron matar al prisionero Eiji, quien está fuera de peligro aunque un poco herido, gracias a su poco conocimiento en Tierra Control hizo un hoyo hacia la celda izquierda y se salvó de una bola de fuego mortal, estos tipos lo sorprendieron mientras dormía.

-¿Alguna idea de quiénes pudieron haber sido?- Pregunta Sokka parándose firmemente.

-Durante la huida uno de los bandidos dejó caer una nota con un mensaje claro, este dice "estaremos alerta de sus próximos movimientos, firma T.T".- Lee el Oscuro un papel que saca del bolsillo de su armadura metálica. Tras esto se la entrega a Sokka.

-¿T.T? ¿Quiénes...? Oh, Tejones Topo.- Termina por decir Sokka, frunciendo el ceño.

-Ellos saben que Eiji tiene información de sumo peligro para sus líderes, que comprometen a toda la banda y les haría caer de un día al otro. Sin él en el camino estarían a salvo.- Dice Toph.

-Pero no lo estarán, nos encargaremos de hacerle caer.- Dice Sokka, sonriendo. –Ahora sería de utilidad ver a Eiji, ¿se puede?- Le pregunta al Oscuro, un viejo amigo suyo.

-Por supuesto, está en la Enfermería del edificio... iban a trasladarlo a un Centro Clínico, sin embargo preferimos esperar a que usted llegase antes de hacer cualquier cosa mal.

-Sí, hicieron bien... ese chico necesita protección, aunque no me agrade la idea.- Contesta la Jefa de Policía, a la vez que camina a los ascensores seguida por Sokka y Haku. –Tú, gusano, quédate aquí con El Oscuro y aseguren que el resto de los prisioneros estén en su celda, no me extrañaría que alguno intentase aprovechar la situación y escapar.