Capítulo 76. Compañía Incondicional

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-¡Te dije que rosa no!- Grita Toph, llamando la atención de todos en aquella tienda.

-Oh pero si tú ni siquiera ves los colores, ¿qué te molesta?- Le cuestiona Sokka.

-No quiero rosa en mi casa, y menos para mis hijas. ¡Toma el verde!- Le ordena Toph.

-Está bien, está bien. Eh, nos llevaremos el verde.- Le indica Sokka al vendedor, quien toma del mostrador el chupete verde. –Y, también necesitarás un biberón.

-Agh, sí. Amamantar es un asco.- Responde Toph, cruzándose de brazos.

Estando en una tienda dedicada a los recién nacidos, Sokka y Toph han ido de compras pues solo quedan semanas para el nacimiento de la segunda hija de la Jefa de Policía.

-Las mantas de la cuna las tejía Katara, pero esas solo las pondré cuando ella vaya. Los niños son un asco y vomitan, cagan o escupen todo. No quiero que se arruinen al primer día.

-Wow, eso sí que es... eh, considerado.- Le resalta Sokka, levantando una ceja. –Entonces necesitarás mantas blancas, al menos unas tres.- Le dice Sokka a Toph, aunque también al vendedor quien va por ellas de inmediato. -¿Algún juguete en especial?

-Eh, no sé. Dudo que Lin le preste algo suyo. Llevémosle algo así como un dragón o algo.

-¿Y no un tejón topo?- Le pregunta Sokka, riendo un poco.

-No es gracioso.- Le dice Toph, frunciendo el ceño. –Ojalá pudiera quitarle esa cosa a Lin. Si supiera todo el dolor de cabeza que me trajo el líder de los Tejones...

-Algún día lo sabrá.- Le dice Sokka.

-Ese día un pobre peluche de tejón topo volará destrozado por el balcón.- Ríe ella.

-Aquí están sus mantas Jefa Beifong. Si eso es todo, sería un total de 400 yuanes.- Les dice el vendedor tras sumar al gran peluche de un dragón blanco y el biberón.

-Yo lo pago.- Dice el Concejal, para sorpresa de Toph.

-Eh Sokka, mi salario es casi tan alto como el tuyo. Puedo pagarlo.- Le dice Toph.

-Lo sé, pero yo quiero hacerlo.- Le dice Sokka, sonriéndole. –Ven, vamos.

Saliendo de aquella tienda cargando una gran bolsa, Sokka y Toph caminan un par de calles hasta el tranvía, y una vez llegan a él suben llamando la atención de todos. Es raro ver a dos héroes mundiales, amigos del Avatar y de los principales líderes, tomar un tranvía como si fuesen dos civiles más, pero son tiempos de paz y se permiten tener una vida normal.

-Eh Sokka.- Le llama ella en lo que sigue el viaje.

-Dime.

-Quiero agradecerte. Por todo lo que estás haciendo. No cualquiera me acompañaría a una ecografía, sin contar a Katara que parece más emocionada que yo por este bebé.

-Oh no tienes que agradecer nada. Es un placer y un honor ser quien te acompañe.- Le dice Sokka, rodeando su hombro con su brazo izquierdo.

-Recuerdo haber hecho todo esto hace unos cinco o seis años, pero con Kanto a mi lado. En esos tiempos fui una tonta al creer que él estaría conmigo para siempre.- Le dice Toph.

A la vez que continúan hablando, el tranvía se detiene y les toca bajar. Caminando uno junto al otro por las calles nevadas de Ciudad República, ven distintas familias en mil formas pasar.

-No fuiste una tonta. Él te quiso, y tú lo quisiste. Es normal que en el amor aparezca la ilusión.

-Si tanto me quiso, ¿por qué se fue?- Le pregunta Toph.

Avatar. Siempre JuntosWhere stories live. Discover now