Capítulo 100. Traspaso de Poder

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Han pasado apenas unas pocas semanas desde que sucedió todo entre Lin y Suyin, las hijas de Toph. Algunos lo considerarían poco tiempo, pero otros lo consideran una eternidad.

Fue Toph Beifong, quien se llevó la peor parte de todo lo que pasó. Uno pensaría que la más afectada sería Suyin, quien tendría que abandonar su hogar, su familia y a sus amigos. Pero no fue así. Suyin incluso sintió un enorme alivio al dejar atrás Ciudad República. Ella nunca había encajado del todo allí, y ahora tenía todo un mundo por conocer.

Lin, por su parte, no tenía más que seguir con su trabajo. A los pocos meses decidió dejar el departamento que antes solía formar un hogar, y el que ahora sólo daba techo por las noches a dos cansadas mujeres que trabajaban duramente por mantener el orden en las calles. En cierto punto ya ni se hablaban, ni siquiera cenaban juntas.

La mayor de las hijas de Toph entendió que lo mejor sería distanciarse un poco de su madre. Sentía que ella necesitaba estar un poco más sola para poder tranquilizarse. Solo con su presencia, Lin sentía que estaba ya siendo toda una carga para su madre, por lo que tan pronto pudo abandonó aquel departamento en donde se crió, y se mudó sola.

Y aquello pareció venirle bien a ambas. De repente a Toph se la comenzó a ver mucho más tranquila, descansada y completa. Mucho más agradable y menos gruñona... No duró, pues Toph se había convertido en una montaña rusa de emociones. Un día estaba feliz, pacífica, era divertida y amable... y al siguiente estaba enfadada, estresada y trataba mal a todos.

La cabeza de Toph en aquel entonces era todo un mundo aparte.

Cuando sucedió todo, Toph se enfadó con Lin por haber arrestado a Suyin. Debido a esto se sintió obligada a destruir el informe de arresto y enviar a su hija lejos. Tener una hija en la cárcel no le vendría bien a su carrera y arruinaría su reputación como Jefa de Policía. Toph no podía permitirlo. No después de sus triunfos sobre Kori Morishita, Sato y Yakone.

El haber enviado a su propia hija lejos, obligó a Toph a renunciar a sus principios, aquellos que había mantenido en orden en los pasados 32 años como Oficial de la Ley. Tuvo que mentirle a la Justicia para salvar a Suyin... Y eso no era lo peor. Pues Toph en el momento no pensó mucho en salvar a Su, sino salvar su propia reputación. Priorizó su carrera.

Y aquello, la estaba destruyendo.

Todos esos problemas hicieron que Toph madure mentalmente y tenga una actitud mucho más adulta, pensativa, reflexiva y por consecuente estresada, nerviosa y enfadada. Llegó un punto en el que comenzó a maltratar a sus empleados, y no como siempre lo había hecho. Toph siempre había tratado mal a sus oficiales, siempre había un toque de tortura en sus palabras... pero no eran más que bromas. Esto, ya no era ninguna burla inocente.

Toph maltrataba a sus empleados, en especial a los nuevos. A los más jóvenes. Les exigía mucho y pedía cosas ridículas... Despidió a varios, e incluso su Teniente, El Oscuro, tuvo que llamar su atención varias veces, cuando todo parecía indicar que Toph iba a terminar golpeando al chico al que le gritaba ferozmente y al que denigraba sin un motivo sólido.

Toph estaba perdiéndose a sí misma. Y sin notarlo, toda su reputación se desmoronaba. Aquello que no había sucedido en el caso con sus hijas, hacía unos dos meses apenas, ahora estaba pasando y por su culpa. Ante todo esto, Toph decidió alejarse un tiempo de la Fuerza Policial. Según su informe, necesitaba un par de semanas para "aclarar sus ideas".

Aunque dentro de la Estación de Policía Toph gritaba y maltrataba a sus becarios, fuera de aquel edificio ninguna noticia salía. Y todo ello era gracias al Teniente, quien les aseguraba a los jóvenes afectados que aquello no era su culpa y que recuperarían sus trabajos. El Oscuro parecía ser el único en confiar que Toph volvería, y acompañada de su grandeza.

Avatar. Siempre JuntosWhere stories live. Discover now