Avatar. Siempre Juntos

Capítulo 88. Concejal Sokka, Parte 2

En las últimas semanas, Sokka ha sentido una gran presión en su rol como Concejal por la Tribu Agua del Sur. Ama su trabajo y ama representar a su gente ante el Concejo, pero no ha sido el único en percibir una notable tensión que crece cada vez más en los distintos grupos y comunidades en la República Unida, estando todos en contra de los originarios del Sur.

¿Pero por qué? Es lo que se ha preguntado el mismo Sokka al leer los titulares de los informes que han llegado hasta el escritorio de su despacho. ¿Por qué todos se han estado quejando de la forma de vida de los natales del Polo Sur? En toda esa pila de papeles, todo estaba muy bien detallado y eso le asustaba, pues los motivos usados por las otras partes eran muy ciertos.

La Tribu Agua del Sur fue quizá la última Nación en tomar forma, siendo siempre una pequeña y constituida por pequeñas aldeas, sin contar con una Ciudad Capital donde centrar la mayoría de sus ciudadanos tales como Ba Sing Se o la Tribu Agua del Norte.

Ese ha sido quizá otro gran conflicto. El Polo Norte nunca consideró al Sur una Nación, sino más bien "una tribu hermana". Incluso el Maestro Pakku cuando decidió marchar para darle estructura nuevamente al Polo Sur dictó que "marchaban a ayudar a sus hermanos del Sur".

Todos estos conflictos internacionales, terrenales y económicos se han ido instaurando en la nueva República Unida, allí en donde habitan ciudadanos de todo el mundo que tienen sus formas de vivir, sus formas de ver la vida y de ver la vida del resto de las personas. El choque socio-económico-cultural fue gigantesco, sumamente brutal y salvaje.

No fue fácil que un joven sureño se acostumbrara a la vida vegetariana de un acólito, o a que su vecino de la Nación del Fuego tenga pilares con llamas de fuego cuando claramente a este le gusta más el frío. Fue por eso que se fueron creando los distintos Distritos que separarían a las distintas personas según sus nacionalidades y así habría un poco más de orden.

Pero al parecer no fue suficiente. Al cruzarse las culturas, también se cruzaron todas las viejas costumbres de cada Nación y de cada familia, y llegó un punto en el que el caos fue inevitable. Las quejas que llegaban al Ayuntamiento y a la Estación de Policía eran cada vez mayores, y llegó un momento en el que Sokka decidió intervenir por sí mismo.

Siendo custodiado por Oficiales Maestros Metal, Sokka sube a lo alto de una gran caja de madera y desde allí enciende el megáfono, llamando así la atención de todos los presentes que visten en su mayoría trajes abrigados azules y blancos. Colores típicos de la Tribu Agua del Sur.

-Por favor, escúchenme todos. Sé que esta situación puede parecer difícil y parece no tener una solución próxima, pero es por eso que yo mismo decidí acercarme hasta ustedes para decirles que mientras sigan con esta postura tan insistente y reacia a cambios, todo seguirá igual. Sé que puede parecer difícil transformar nuestras formas de vida y amoldarlas en modo que pueda coincidir con la de un escupe-fuego o un levanta-rocas, pero esto es lo que el Avatar Aang y el Señor del Fuego Zuko siempre soñaron alcanzar. Una ciudad donde maestros y no maestros de todo el mundo pudiesen convivir juntos en paz y armonía. Yo creo que todos juntos podemos hacer de su sueño una realidad, y que si ponemos un poco de esfuerzo de cada uno podremos lograr grandes cosas, superar objetivos y así crecer mutuamente como una sola gran Nación. Estoy esperanzado de que así será porque confío en que tal y como somos de la Nación del Agua, podremos adaptarnos a los cambios que se vienen y a los nuevos tiempos que se aproximan. Somos fuertes. Hemos resistido mucho juntos y no nos dejaremos vencer por un nuevo sistema republicano que no busca otra cosa que mejorar nuestras vidas. Yo confío en ustedes y sé que ustedes confíen en mí, por eso les pido que trabajemos todos juntos para alcanzar un nuevo rumbo en todas nuestras vidas, tener un nuevo horizonte al cual llegar y una Nueva Era que podemos, tenemos y seguro todos queremos vivir.