Capítulo 99. Internas Familiares

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Encontrándose en una pequeña sala junto a dos sus amigos, Suyin observa sonriente un muy lindo collar. Sus amigos han tendido una bolsa entera de estos collares y muchas otras preciosidades sobre la mesita de café. Parecen estar contando todo, cuando oyen el ruido de la puerta abrirse y no les agrada nada ver quién es.

-¿Su? ¿Qué haces en casa?- Le pregunta una joven Lin de 24 años, llevando un traje gris de policía y posando su mano izquierda en su cintura.

-Ja, wow, casi pareces un agente de policía.- Le responde Su, de 16 años, en un tono divertido.

-Deberías estar en la escuela.- Le dice Lin, cruzándose de brazos.

-Oh no, ¿se lo dirás a mamá?- Le pregunta Su en tono burlesco, en lo que uno de sus amigos comienza a guardar las joyas de vuelta en el bolso. –Porque no creo que le importe.

-¿De dónde sacaron esas cosas?- Le pregunta su hermana mayor, ahora a sus amigos.

-Ah, las encontramos en la calle.- Le dice el joven sonriéndole a sus amigos.

-¿Qué haces perdiendo el tiempo con estos perdedores?- Retruca ahora Lin.

-¡Son mis amigos! Y no tienes derecho a decirles así.- Se queja Su, tomando el bolso de la mesita y colgándolo en su hombro. –Vamos chicos, larguémonos de aquí.- Se dirige a sus amigos, en lo que va hacia la salida.

-Su, ¡detente!- Exclama Lin, tomándole por el hombro, cosa que molesta mucho a la joven.

-¡Quítame las manos de encima!- Grita la chica de de un arrebato.

-Tienes un gran potencial, no arruines tu vida.- Le aconseja Lin.

-Al menos tengo una vida.- Le contesta Su, en lo que finalmente se marcha de la habitación junto a sus amigos, dejando a Lin con el ceño fruncido.

La relación con su hermana Su nunca ha sido la mejor, pero a pesar de que parecieran ser como el agua y el aceite, Lin sigue preocupándose por su pequeña hermanita. Que sí, ella pasa por el suelo toda esta preocupación, y eso provoca un inevitable choque... En fin, Lin sólo espera que esta etapa rebelde en Suyin sea solo eso. Una etapa.


Conduciendo a través de las calles de Ciudad República, Lin va directo a cumplir con un pedido que su Teniente le ordenó, cuando de pronto la radio junto al volante se enciende.

-A todas las unidades, informaron de un robo en la esquina de la Quinta y Harbor. El vehículo sospechoso se dirige al Sur por el Boulevard Hao, ¡respondan unidades!

-Aquí Unidad 3...- Dice Lin, ya con el radio-comunicador en sus manos, cuando de pronto ve a un sato móvil pasar frente a su vehículo a muy alta velocidad.

Dando una vuelta completa de volante, Lin cambia su rumbo casi chocando con un camión y una vez se estabiliza comienza la persecución al vehículo sospechoso, pasando por distintas calles de Ciudad República e incluso atravesando una esquina muy cerrada.

Sin embargo Lin parece tener el completo control sobre su vehículo y esquiva a los civiles y sus puestos de negocios con gran agilidad. La gente que estaba tranquila charlando se ve obligada a correr para salvarse de ser atropellados, y cuando Lin ve una oportunidad lanza uno de sus cables metálicos hacia el vehículo que persigue y le quita la rueda.

Ante esto, el auto sospechoso se descontrola y termina por detenerse, mientras que Lin baja corriendo del suyo y corre hacia los dos jóvenes que intentan escapar. Rápidamente lanza sus dos cables directos desde los carretes de su cinturón y les atrapa por los pies, atrayéndolos hacia ella, quien luce sumamente enfadada.

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