Avatar. Siempre Juntos

Capítulo 62. "Ella es la mejor"

Es un nuevo día en la Estación de Policía, y desde muy temprano Sokka, Toph y El Oscuro se han reunido en la oficina de este último para tratar de la investigación que les involucra a los tres: Sato. Esta vez están sumamente comprometidos en darle punto final al caso.

-Me tomé el tiempo de leer las cartas que trajiste Sokka. Claro que todas son de Sato a Karith, las otras las debe de tener Sato quién sabe dónde.- Dice Moo-Che, suspirando. –En fin, en casi todas hay confesiones tontas de amor y poemas absurdos de lo mucho que se quieren, nada interesante; sin embargo he ido reuniendo algunos detalles que comentan sin interés y pude ir construyendo una cronología de qué ha sido de Sato en los últimos años.

-Adelante.- Le dice Toph, quien está junto a Sokka sentada frente a su escritorio.

-Muy bien. Una vez Sato tuvo que salir de la Ciudad improvisadamente, usó de base un pueblo no muy lejos de aquí y ahí permaneció hasta que reorganizó sus fuerzas. Nombró a un tipo de fuera como su nuevo Teniente y le ordenó que siguiese con su reinado secreto del terror, sin embargo el mismo hizo otros planes y terminó por generar una Revolución. Ya saben, cuando empezaron a surgir muchos Maestros Sangre.- Les dice El Oscuro.

-Un triste día para Katara.- Comenta Sokka, suspirando.

-Tras el fallo de esa Revolución, Sato decidió que la única en que podría confiar era su novia, Karith. Le confió a toda su gente y todo su dinero, otorgándole la misión de pasarle a su cuenta bancaria secreta todo lo que recaudara de forma ilegal, y así ha sido desde entonces. En medio de todo ello, Sato se ha casado con Karith.- Termina por decir El Oscuro.

-Entonces es su esposa. ¿Sabes si está esperando un hijo de ella?- Le pregunta Sokka.

-No hay nada de ello en las cartas, aunque la última que trajiste data de hace tres meses. Quizá esa información quedó en las más recientes, que no tomaron.- Le responde Moo-Che.

-Y bien, ¿qué podemos hacer con esto?- Le pregunta Toph, un poco impaciente.

-No mucho, sin embargo creo que la mejor opción que tenemos es tomar a uno de los hombres de Karith y sacarle toda información posible. Por otra parte, no creo que toda la información de los Tejones Topo resida en la mansión de Karith. Si encontramos otra de sus bases, quizá ahí haya más data e incluso el paradero actual de Sato.- Le responde su Teniente.

-Tomar a uno de sus hombres sería arriesgado, más si luego lo dejamos ir y le cuenta todo a su Jefa. Tendríamos que arrestarlo indefinidamente.- Dice Sokka en tono pensativo.

-Pues hagamos eso, ¡es simple!- Exclama Toph, cruzándose de brazos.

-Mm...- Duda El Oscuro, pensando en lo que vuelve a ver todas las pistas. –Es...

-Es simple y será efectivo, ¡andando!- Exclama Toph, levantándose.

-¡No, espera!- Le detiene Sokka. –Teniente, ¿qué ibas a decir?

-Es muy arriesgado lo que voy a proponer, pero con todo esto de aquí tenemos suficiente para arrestar a Karith y tirar abajo todos sus negocios criminales.- Dice El Teniente.

-De ninguna forma. Meternos directamente con ella alertaría a Sato y haría algo para liberarla y alejarse de nuestras manos de una buena vez por todas.- Dice Toph, cruzándose de brazos.

-Yo creo que si aún no la ha tomado y se ha ido con ella lejos, es por dos razones. Primero, que ella ama Ciudad República y quiere tener a su hijo o hija aquí; y segundo, que si se va ahora va a caer el mayor Imperio Criminal de los últimos tiempos. El primero en todo el mundo... No le conviene.- Dice Sokka. –Sato sabe jugar muy bien, por eso no le preocupa que su esposa esté aquí, en donde podríamos arrestarla en cualquier momento. Sabe bien que no lo haremos.