Capítulo 35. Adiós a un grande... (Inicio del Libro 3: Crecimiento)

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| AÑO 111 DG |


Ha llegado un nuevo y tranquilo día de verano a Ciudad República, capital de la República Unida. Hace poco más de una semana llegó la hermosa noticia de que Izumi, hija de Zuko y Mai, había nacido finalmente, convirtiéndose en la primogénita de ambos y heredera al Trono de la Nación del Fuego. Todos sus amigos se han alegrado mucho por la noticia, y esperan ir a visitarla pronto, aunque se han sorprendido y otros asustado ante la noticia de que la tía de la pequeña estaba dentro del Palacio Real, y muy animada con la idea de cuidar a su sobrina.

-No me agrada que esté ahí, podría llevarse a la niña en cualquier momento y criarla para el mal.- Les dice Sokka, en lo que sigue bebiendo de su jugo de lichi.

-No seas tan dramático, ya la viste cambiando cuando sucedió todo lo de Ur.- Le dice Katara.

-No sé, a mí no me agrada pensar que las personas pueden cambiar tan fácilmente.- Dice Toph. –Tampoco digo que ella sea una villana aún, pero no pudo haber cambiado tan rápido.

-Pues yo creo que sí pudo, siempre, incluso cuando nos perseguía para matarnos, Azula estaba confundida. Nunca recibió el amor suficiente de su familia, tampoco se abrió al poco que se le intentaba dar, y cuando la guerra terminó y su madre reapareció, creo que ese fue un quiebre que ella necesitaba, necesitaba saber que era amada y que el verdadero problema era ella.

-No entendí nada de lo que dijiste, Pies Ligeros...- Le dice Toph, encogiéndose de hombros.

-¿Tendremos 80 años y seguirás llamándome así?- Le reclama Aang, frunciendo el ceño.

-Sí, incluso le pegaré el nombre a ese niño para que te diga así.- Se burla Toph, señalando a Katara, quien ya está embarazada de seis meses. -¿Cuándo nacerá esa cosa?

-Aún faltan unos cuantos meses más.- Le dice Katara, acariciando su panza ya crecida.

-¿Y, ya han pensado en un nombre?- Les pregunta Sokka a los futuros padres.

-Me gustaría que fuese muy especial, que signifique algo muy importante.- Dice Aang.

-¿Qué te parece Gyatso? ¡Como tu viejo maestro!- Exclama Katara, sonriendo.

-Eso sería genial, en especial si resulta ser un Maestro Aire.- Comenta el joven Avatar.

-Pero quedaría mal para un no maestro, o un maestro agua.- Dice Sokka.

-Yo estoy segurísimo de que saldrá siendo Maestro Aire, es el destino.- Dice Aang.

-¿Siguen lidiando con el destino? La última vez que escuché eso fue por el tío de Zuko, en el día que era nuestro amigo y no sé qué más.- Dice Toph, suspirando y haciendo reír a sus amigos.

-Si resulta ser niña, ya sé cómo me gustaría que se llame.- Dice Katara, sonrojándose. –Aunque será para la próxima ocasión, el curandero ya ha dicho que es un niño.

-¿Podemos saber cómo?- Le pregunta Sokka, llenándose la boca de fideos verdes.

-Kya.- Suelta Katara, sorprendiendo a sus amigos y especialmente emocionando a su hermano. –Sé que suena tonto, pero sería muy significativo e importante para mí honrar a...

-Katara.- Le detiene Sokka, descubriendo así ella que él ha rodeado la mesa y está a su lado, con su mano en su hombro y sonriéndole. –Me encanta.- Dice él, sonriendo muy emocionado.

-Avatar Aang...- Dice un joven acólito entrando en el comedor.

Cuando Aang le ve cargando un pergamino enrollado junto con una expresión triste, teme que algo realmente malo haya sucedido, por lo que se pone en pie y se acerca al recién llegado.

Avatar. Siempre JuntosOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz