Avatar. Siempre Juntos

Capítulo 75. Más juntos que nunca

-Pues lo estás.- Le confirma Katara. –Tu estado de ánimo, tus síntomas. Náuseas, antojos, todo eso lo confirma... Lo estás, y no está mal. Y como sabes quién es, supongo le dirás pronto.

-No.- Le niega Toph, dirigiendo su vista ciega a la mesa. –No puedo decirle.

-Pero Toph, es el padre de la criatura que tienes dentro... Tiene qué.

-No lo entiendes Katara, porque no sabes de quién estamos hablando. Él... e-está casado.

-Toph...- Reacciona Katara, quedándose boquiabierta. -¿Estuviste con un hombre casado?

-No solo "estuve". Me gusta, y siento que lo amo...- Dice Toph, soltando unas pocas lágrimas.

-Oh Toph, estás enamorada...- Le dice Katara, volviendo a sonreírle y sosteniendo sus manos, alejándolas de su trago. -Pero, de igual forma él tiene que saberlo. Es su derecho.

-¿Y qué gano si le digo? Porque si lo sabe, entonces querrá responsabilizarse y no permitiré que mi segundo hijo, o hija, tenga un padre mientras que Lin no. No sería justo para ella.

-Toph, no sabes si este hombre querrá tomar la responsabilidad. Si está casado como dices e incluso si tiene hijos, no buscará destruir su familia ni arruinar la vida de su esposa. Con esto te intento decir que no cambiará su forma de vivir por saber que tiene una hija contigo, pero tiene que saberlo. No puedes privarlo de algo así.

-Lo conozco bien Katara, por ello es que lo amo y por ello es que lo acepté en mi cama. Sé que no le importaría destruir su actual matrimonio para ocuparse de su hijo y no seré la tercera en discordia en un matrimonio tan feliz como el de ellos dos.- Dice Toph, suspirando.

-Pues tan feliz no es, si te buscó a ti para complacer sus deseos.- Le juzga Katara.

-No Katara, no hagas esto. No le juzgues, no pienses que le ha sido infiel a Su--, a su esposa, intencionalmente. Lo que sucedió esa noche fue muy loco, y no lo pensamos demasiado. En un momento quise parar, pero no lo quería... Sabía que estaba mal lo que estábamos haciendo y quería evitar llegar a este tipo de situaciones, y en esta misma, en donde te diré quién es él.

-Bueno, soy toda-oídos.- Dice Katara, cruzándose de brazos y esperando escuchar un nombre desconocido, difícil de pronunciar quizá pero que no le sorprenda tanto como... -¡¿QUÉ?!

-Como lo oíste.- Le dice Toph, bebiendo un poco más y acabando su vaso. –Eh, ¡mozo! ¡Otro! Y bien, ¿qué tienes para decirme?

-A ti nada. A él sí, ¡él sí me va a escuchar!- Grita Katara, levantándose de su lugar y saliendo del restaurante. Antes de pasar por la puerta de salida, Toph se pone en medio. -¡A un lado!

-¡No, no! No puedes ir a decirle, ¡él no sabe nada! ¡Y no quiero que sepa nada!- Exclama Toph.

-Pero Toph, tiene que saberlo. ¡Más siendo quien dices!- Vuelve a gritar, cuando entonces ve todo el alboroto que ha generado en los comensales e incluso algunos civiles de la calle.

-Ah, fue un error decirte esto en vía pública. Vamos a un lugar más apartado Katara, por favor, y ahí me gritas todo lo que quieras.- Le pide Toph casi de rodillas.

Suspirando, Katara rueda sus ojos y se cruza de brazos.

. . .

-¡¿Cómo pasó?! ¡Porque por lo que entendí, ustedes saldrían a un bar como siempre!- Grita la Maestra del Agua en medio de aquel oscuro callejón. -¡No puedo creer que hayan sido así de irresponsables! ¿No pensaron en consecuencias como esta?

-Deja de regañarme como si él estuviese aquí.

-¡Bueno, ya que no permites que él esté aquí, te gritaré como quiera!- Dice Katara, sumamente alterada ante la noticia que Toph le ha dado. Está esperando un bebé de Sokka.