Capítulo 56. Los hijos del Avatar

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-Ah, ¡niños, no!- Exclama Aang, separándolos de casi ponerse a luchar. –Convivan en paz, con cada uno en su cama.- Dice, esto último mientras carga a Kya y la deja en su cama individual.

-Qué aburrido eres, papi. ¡Mamá es más divertida!- Exclama Kya, echándose atrás.

-¡Sí! ¿Cuándo te quedarás a jugar con nosotros?- Le pregunta Bumi, mirándolo entristecido.

-Otro día, niños... Ahora tengo que irme, tengo deberes que cumplir.- Les dice Aang.

-JA, DEBERES.- Se ríe Bumi, ganándose una almohada que vuela desde la cama de Kya.

-Los veo más tarde.- Les dice Aang, antes de salir por la puerta negando con la cabeza.

Pasado el desayuno, Katara se está preparando junto a Pipo, el bisonte que Aang le confirió para que use como transporte a donde quisiera. Ese día, la Maestra Agua irá junto a sus hijos a una reunión de familias en el Centro Cultural de la Tribu Agua del Sur. La idea del evento es que los niños que viven alejados de otros niños, puedan hacer amigos, en lo que las madres disfrutan de un tranquilo día en el SPA y bebiendo té. Los padres también están invitados.

-Disfruten de su día, niños.- Les despide Jingbo, quien es abrazado por Haku desde atrás.

-Meh...- Dice Kya.

-Como sea.- Se le suma Bumi.

Ambos niños van junto a su madre en la montura, en lo que un Acólito va sobre la cabeza del bisonte y ordena emprender el vuelo. Sobrevolando por sobre la Bahía Yue, los dos pequeños asoman la mirada con la supervisión de Katara, viendo todos los veleros, barcos pesqueros y buques que pasan a diario por las aguas de la República Unida.

-¡Mira, es la estatua de papá!- Exclama Kya, apuntando a la misma.

-Realmente es gigante...- Dice Bumi, viendo detenidamente el rostro esculpido de Aang.

-Mamá, ¿papá se nos unirá más tarde?- Le pregunta la niña de 4 años a su madre.

-Le dejé una nota de que todo esto termina a las 8, así que puede que sí.- Le responde Katara, dejando un beso en la mejilla de su pequeña hija.

Una vez sumergidos en Ciudad República, frente al gran edificio de color azul, un gran grupo está reunido a punto de entrar al lugar, cuando entonces la llegada del bisonte les hace soltar expresiones de asombro y algún que otro grito de emoción.

-¡No puede ser, no puede ser!- Grita un joven, cayendo inconsciente al suelo.

-¡Es la Maestra Katara!- Se oye por el fondo. –Y sus bebitos...

-¡Alguien que me pellizque!- Se oye entonces. -¡Auch, no era en serio!

-Katara, qué bueno que hayas podido venir.- Le dice entonces una señora encorvada de gran sonrisa y cabello gris. –Y supongo que ellos son...

-Gracias por su agradable recibimiento, señora Anyeli. Ellos son Bumi y Kya.

-¡No puede ser, no puede ser! ¡Son los hijos del Avatar!- Grita el mismo de antes que cayó al suelo, pero que al parecer ya se ha recompuesto.

-Bueno Katara, volveré a las 8.- Le dice el Acólito que los trajo, subiendo a Pipo.

-Gracias por todo Kozu, buen viaje.- Le desea Katara, cuando entonces este se eleva en lo alto.

-Y, ¿Aang no pudo venir?- Le pregunta entonces Anyeli a la Maestra Agua.

-Oh, no... tenía trabajo en el Ayuntamiento.- Le dice Katara, decepcionando a varios. –Pero quizá más tarde venga, si termina temprano.

Avatar. Siempre JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora