Se convirtió en un rompecorazones después del divorcio

114. Solución

"Presidente", la voz de Nanyu sonó fuera de la puerta, dudando en hablar, como si quisiera decir algo.

Gu Feng frunció el ceño ligeramente, apartó su mirada amable, caminó dos pasos hasta el final de la cama y le dijo a la puerta: "Adelante".

Sin embargo, después de que se abrió la puerta, Nan Yu no fue el único que entró, una pequeña cabeza asomó por detrás de su cintura.

El visitante es Bai Ling.

"Yanyan, te traje flores y mi madre te preparó sopa cuando se enteró de que estabas hospitalizado", el niño manipuló la silla de ruedas y se acercó a la cama, mostrando las cosas en sus brazos una por una.

Yan Yiling ya se había secado las lágrimas y le sonrió levemente a la persona: "Gracias ~"

La sonrisa era un poco amarga y una sensación de quebrantamiento se apoderó de su rostro, Bai Ling no podía entenderlo, pero solo lo miró con angustia, pero también sabía que su viaje parecía estar fuera de tiempo.

"Yanyan, he entregado las cosas, así que regresaré primero, deberías descansar bien".

Después de decir eso, se fue, Nan Yu quería despedirlo, pero Bai Ling negó con la cabeza y se negó porque tenía miedo de las personas problemáticas.

Los dos se fueron uno tras otro, y la sala volvió a quedar en silencio.

"..." Gu Feng estaba un poco molesto, tan pronto como dijo esto, la pobre niña en la cama finalmente se calmó y alguien vino a perturbar la atmósfera.

Al ver su expresión impaciente, Yan Yiling empacó las cosas que envió Bailing y volvió a traer el tema: "Gu Feng, ¿realmente no hay lugar para la negociación?"

El hombre guardó silencio y se recostó en el borde de la cama, echando la cabeza sobre su regazo, el cansancio visible a simple vista.

Fue la primera vez que vio a Gu Feng débil así, lamentable, como un perro grande que nadie ama.

Yan Yiling puso su mano sobre él y acarició suavemente la cabeza del hombre, sabía que Gu Feng también era extremadamente reacio.

Los dos guardaron silencio, pero después de un rato, Gu Feng levantó la cabeza, sus ojos estaban un poco rojos:

"Yanyan, el bebé te matará. Si te lo llevas, podemos tener otro, pero si mueres, nunca te volveré a tener..."

"Pero no puedo soportarlo ..." Yan Yiling se frotó el estómago, era el nudo de su corazón.

"¿Crees que el niño es huérfano de nacimiento? ¡Si te mata, nunca dejaré que tenga una buena vida!"

Los ojos de Gu Feng se pusieron rojos debido a la congestión de la sangre y parecía un poco horrorizado. Al ver sus palabras, dijo con voz temblorosa:

"¡Pero él es tu hijo!"

"¡Y qué, si te mata, haré que su vida sea peor que la muerte y lo torturaré por el resto de su vida!"

roto--

"¡Gu Feng, estás loco!" Yan Yiling lo abofeteó con horror, ¿cómo podría este hombre ser tan pervertido?

A pesar de que el veneno de tigre no se come a los niños, ¡en realidad odia a un niño por nacer hasta tal punto!

"Estoy loco. Si no te tengo, ¿cuál es la diferencia entre la muerte y yo? Yanyan, no sabes cuánto te amo. Siempre estás dudando de mi corazón".

Cuando el asunto llegó a este punto, a Gu Feng no le importó mostrar su verdadero yo en absoluto. Si no tuviera miedo de las personas y buscara imprudentemente la muerte como en su vida anterior, no habría dicho estas cosas en absoluto. , e iría directo a la mesa de operaciones con una docena de anestésicos.