70. "Equivocado"

782 63 25
                                    

—¿Qué...? ¿Qué acabas de... qué?

Sentía el fulminante martilleo de mi corazón dentro de mi pecho, sentía la presión aumentando debajo de la piel de mi rostro, la carencia de razón, cómo se perdía el maldito sentido. Rogué por haber escuchado mal, por haber alucinado. Que no fuera verdad, mierda. No podía serlo.

—Aún te quiero—musitó cuando ya su mirada se dulcificaba, lastimaba como si mis pensamientos hubiesen salido más allá de mi cabeza, como si los hubiera escuchado y le hubiesen dolido también—. Y sé que no debería decírtelo, que estás con Chandler. Pero cuando te miré ayer todas estas sensaciones volvieron, y... Comprendí que si no te lo decía, me iba a arrepentir el resto de mi vida. Porque dejarte ir ha sido lo más estúpido que hice en mi vida.

Bajé mi mirada en medio del silencio que apareció, no evitaba sentirme ausente, más alucinada de lo que jamás creí. Negué, como pude, ansiosa.

—Sé que es el momento y lugar equivocado—añadió sin más, y sin embargo aún percibía cómo le costaba infinitos que su voz apareciera—, pero... tenía que decírtelo. Quiero estar siempre a tu lado, quiero casarme contigo.

La boca se me secó, y de pronto no comprendía si aún estaba varada frente a él, o en un sueño que bien, de un segundo a otro podría convertirse en la peor de las pesadillas.

Sus labios volvían a entreabrirse, con lentitud.

—...Quiero tener hijos contigo.

—N-no... No, yo...—las piernas me fallaban, y sentí una marea de sentimientos encontrados carcomiendo mi piel, mi ser, mi integridad, mis miedos.

¿Por qué no había un maldito lugar en el que pudiese sentarme? ¿Por qué no dejaba de sentirme tan débil? ¡Mierda!

—Es... ¿Demasiado tarde?—inquirió preocupado, conocía de siempre ese tono frustrado y dolido que podía aprisionarle de pronto.

Y me burlé con desgarbo, quería opacar su dolor con algo más. Lo que fuese, la primer salida que encontrara, así fuera lo peor.

—¡Por supuesto que es demasiado tarde!—eché un bramido que le hizo descolocar—. ¿¡Qué había de todo eso hace siete años!?

—He sido un idiota, lo sé. Y de acuerdo, me puedo marchar, puedo no volver a molestarte. Pero sólo si me dices que Chandler está dispuesto a darte lo mismo que yo.

Me paralicé. ¿Cómo contestar si todo lo que tenía atascado en mi cabeza eran los disparates que le había sentenciado antes? ¿Si la relación sin uso que tenía con él era todo en lo que pensaba?

—¿Has... vuelto a pensar en mí?—añadió luego de que me había quedado callada, lo agradecí. Mi garganta ardía y no era por contestar, me estaba destruyendo de a poco.

—No—me apuré a replicar.

Una mirada vencida, contrariada, desmoronada fue de lo próximo que me pude percatar. Una que me dolió, que me congeló el alma apenas pude advertirla, y que me obligó a continuar.

—...Porque olvidarte ha sido lo más difícil que he hecho jamás, y no me he permitido volver a pensarte.

—Creo que... eso es justo—asintió y evitó mirarme de nuevo, llevando ambas manos a unirlas detrás de su espalda.

Cerré entonces los puños, bullendo, asustada de mi próxima reacción. Que no fuera lo que creía.

—¿Justo?—le solté torciendo el gesto, luchando porque no fuese la furia la que hablara por mí, sino la razón, mis temores—. Por favor, no me hables de lo que es justo. Lo justo sería que hubieses querido casarte conmigo antes, ¡O que Chandler quisiera casarse conmigo ahora! Créeme, nada de esto es justo, ¡Nada!

Just Good Friends (Michael Jackson Fanfic)Where stories live. Discover now