51. "Olvido"

1.1K 64 69
                                    

—Ah, maldita sea...

Al verter un poco, algunas gotas de vino tinto se desplomaron contra la mesa del comedor. Ya quedaba poco, una copa, o dos en realidad. Pero más de lo necesario para hacerme comprender que el sonido del vertedero de licor contra el cristal era infinitas veces mejor que el sentirme ahogado en este silencio.

Escuchar los sonidos cadentes del canto de un ave a través de la ventana se había convertido en un martirio, pero el tintineo de la botella de vino contra una copa, no. El repiquetear de los muebles, los resortes rechinando de sólo un lado de la cama eran el infierno, y el abrir el empaque de analgésicos que pasmaban el dolor, no lo eran. El insomnio, noches infinitas, lágrimas, dolor, el abismo, el abandono, se convertían en mis acompañantes habituales hasta que, de un momento a otro, procuraba obligarme a mí mismo que aquél sería sólo el comienzo, que el teléfono no iba a sonar, que no estoy sólo dentro de una pesadilla, y que el anillo de oro que resguardo en el último cajón del tocador de mi habitación probablemente se iba a quedar encerrado entre la fría madera por mucho tiempo, y quizá para siempre. Quizá ya no serviría de nada.

De cualquier forma, los días ya eran más largos sin sus palabras.

—...Lo siento

Salgo de mis pensamientos al escuchar la voz de John apareciendo desde la estancia principal. Conforme escuchaba sus pasos aproximándose hacia mí me digné en tomar un nuevo sorbo de vino, sólo para apresar mi ser de sensaciones debilitantes y lacerantes al tiempo en que echaba mi cabeza hacia atrás para tragar. El cuello, la espalda aún me dolían, maldición. Era increíble que ni un par de esos analgésicos me hayan dado el efecto que había deseado, ni siquiera por un maldito par de horas.

—John—musito, llevando una mano hacia mi cuello de forma inmediata para intentar sobarme un poco. Él, al observar sólo frunció el ceño hacia mí, pero ni al entreabrir sus labios había hecho que dijera nada.

Sólo toma asiento, dejando salir un turbio suspiro a un lado de mí.

—No has tocado tu cena—me acusa así, mirando mi platillo casi intacto antes que haber mantenido mi mirada.

—No tenía apetito—no tardé en replicar, o en mover el mismo plato a un lado para posicionar mi copa de cristal frente a mí. John resopló.

—Desde hace días que no lo has tenido, Michael—musita—. Casi dos semanas ya.

—Sí, bueno... hace dos semanas que no tengo ganas de nada en realidad—le respondo sin titubeo alguno, al tiempo en que ya me aferraba a la idea de dar un sorbo más, esta vez, uno más grande, más largo como para sentir que mi garganta se rasga por algo diferente a un nudo mortecino. Para variar.

Su mirada no me deja de fulminar. El sonido del cristal topando con la madera de nuevo se combina entonces junto con el golpeteo que causa el tomo de documentos que él deja caer contra la mesa, y que, de no ser por el infinito suspiro que lanza, ni de broma se me hubiese ocurrido mirar.

Un segundo después, me di cuenta de que había dejado de tratarse de todo cuanto ambos habíamos tenido pensado hasta ahora. En este instante, quizá nada importó más, que el frío que sentí invadir mi cuerpo al haber cerrado los ojos a causa de la frustración. Nada pesa más ahora que el dolor de morder mis labios ante el nuevo acceso de temblores que aún atenazaban mi cuello, mis músculos, dejándome entonces casi como un ser inservible que está sólo sentado a un lado de quizá el hombre más furioso del universo.

—Michael, nadie imaginó que esto pasaría...—su sentencia me obliga a quedarme inmóvil de pronto, me acorrala a sólo oír su voz combinándose con el rápido latir de mi corazón estallándose contra mis oídos—. No comes, no duermes, no hablas con otras personas, no sales, no contestas las llamadas de personas que se interesan por ti. Se suponía que hace tres días tendrías cita con tu dermatólogo, Debbie estuvo tratando de contactarme ese día durante toda la mañana y ni siquiera te has inmutado en reportarte. ¿De verdad crees que nadie más se preocupa por ti?

Just Good Friends (Michael Jackson Fanfic)Where stories live. Discover now