56. "Una Salida"

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—...Es que no puedo creerlo.

Janet suelta de pronto, luego de sus muchos bufidos peculiares. Mirarla paseándose por mi habitación, de un extremo a otro, maldiciendo, incrédula, negando y resoplando cada que le recalcaba los hechos, estaba comenzando a alterarme. Igual, traté de calmarme, de parecer tranquilo ya que, aunque fuese uno debía tener el juicio ganado. Así estuviera aún ardiendo por dentro.

Suspiré.

—Pues créelo, demonios—espeto en seco. Claramente había fracasado en mi intensión de sonar relajado—. Te estoy diciendo la verdad.

—Es que, ¿Cómo es posible siquiera?—se encoge de hombros, iza ambas manos a los lados reluciendo una certera e insoportable incredulidad—. ¿Cómo pudo ser que Lisa se separara de ti en el aeropuerto? ¡No lo puedo creer!

¡Sucedió!

La dejé enmudecida. El bramido, las ansias consumidas, dejaron a mi hermana pequeña postrada a mitad de mi habitación con palabras que supe se habían trabado en sus pensamientos. No duré demasiado al soportar mirarla así, no lo quise creer, y no planeaba tener más problemas con otra persona. No con ella.

Un aire excedente brotó de mis labios, y vencido por un muro que yo mismo me construí, mi mirada se adhirió enteramente hacia el suelo.

—Lo siento...—dejé salir, mientras tomaba asiento al pie de mi cama, aún sin poder mirarla siquiera, pues mi mirada había pasado del suelo al espectáculo de mis dedos anudándose con ansias sobre mi regazo.

Y sin embargo ni dos segundos transcurrieron, entre aquél silencio, hasta que sentí cómo el colchón se hundía de forma delicada a mi lado.

—No lo entiendo...

Se remueve sólo un poco a mi lado, y la escucho resoplar. La habitación de por sí se sentía tan vacía, tan carente de sonido, de vida, de murmullos, del par de ojos verdes que esperaba, que aquél sonido que brotó sin más de los labios de mi hermana había tomado presos todos mis sentidos. Comprendí que tendría algo más para decir.

—¿Discutieron porque le dijiste que habías visto a Rachel? ¿O por...?

—...Lisa no sabe que vi a Rachel—le corté, encarándola ligeramente. Su mirada preocupada ya no derrochaba la indignación de antes, no se mostró tan seria como cuando le alcé la voz—. Ni siquiera Rachel lo sabe, yo... iba circulando por las calles cuando la miré caminando por la acera. Sólo alancé a mirar que caminaba con Chandler, pero al otro chico no le miré el rostro. No sé quién hubiese sido, lo único que sé es que platicaba muy bien con él.

Y la escena, al repetirla en mis pensamientos, sólo se volvía peor. Su mirada gris cargada de electricidad, su sonrisa yendo y viniendo conforme hablaba, su brillo, su cabello, el cigarrillo que miré en sus manos. Así la encontré. Había durado sólo un puñado de segundos, y sin embargo habían sido los suficientes para hacerme la sangre arder, para percatarme de que la avalancha y el desazón podían volver en menos de que pudiese imaginarlo. Lisa había llamado mi atención en ese instante, el coche viró, y cuando quise tener una última percepción, ya había sido demasiado tarde. Nada se pudo hacer.

Janet suspira, pero como si quisiese contenerlo por un momento y, entretanto, siento su delicada mano apoyándose de forma suave en pos de mi espalda erguida.

—...Te han dado celos—susurra. Tan simple como sonó, y tan pesado y real como resultó serlo.

—Sí...

—Lo siento—me dice en voz baja aún, mientras que en el dorso de mis manos ya se reflejaban las marcas que mis pulgares habían dejado por la presión que les di—. Entonces supongo que lo del beso ha sido por...

Just Good Friends (Michael Jackson Fanfic)Where stories live. Discover now