33. "Hayvenhurst"

1.6K 83 50
                                    

Y creer que el escabullirnos por el aeropuerto se había convertido en algo rutinario, que ser escoltados por el mismo séquito entre el bullicio de las personas se había convertido lastimosamente en algo que ella ya había aceptado, y que trepar al mismo avión de siempre no tendría nada nuevo por conocer, o nada en especial. Pero parece que como siempre, me había equivocado.

Jamás la había visto tan nerviosa como ahora. Y nunca antes la había deseado tanto.

—Oh, Dios.

Gruñe fastidiada mirando por la ventanilla a su costado. No resisto y pongo los ojos en blanco sin que ella se diese cuenta.

—¿Está todo bien?

—Me gustaría que sí...—suspira y vuelve a mirarme—. Estamos a punto de llegar.

—...Lo sé—susurro intuitivo inclinándome lo suficiente, alimentando su temor.

¡Por Dios! ¡Quiero comérmela a besos!

—Sabes que todo va a estar perfecto, ¿no es así?

—Quizá...—admite con voz suave. Su mirada desciende hacia mi mano y se la ofrezco sin titubear—. Sólo tengo que tranquilizarme un poco, supongo. En fin, estaré mejor en cuento lleguemos a Neverland. Podré tomarme algún tiempo para calmarme y, estoy segura de que alistarme ayudará a relajarme también.

Mi gesto se queda petrificado. Dios mío, ¿Aún no se lo había dicho?

—Ah, cariño...—siseo. Miro a todos lados para evitar toparme con sus bonitos ojos esperanzados. Mi tono de voz delata la intención, y su sonrisa desaparece—. Diablos, olvidé decírtelo... No llegaremos a Neverland.

Siento tensión en su piel. Sé que ya se encuentra odiándome.

—¿Q-qué...?

—Bueno, es sólo que... —trago saliva—. Se ha hecho tan tarde ya... He librado una batalla por sacarte de tu departamento que ya no... Ya no nos da el tiempo de llegar a Neverland. Llegaremos directo con mis padres, a... a Hayvenhurst. Lo siento tanto, pequeña.

¿Hayvenhurst?—inquiere con ojos turbios.

—Mi hogar antes de Neverland.

Asiento con cuidado. Ella recupera su mano y hace el mohín de desagrado más encantador que le había conocido. Dios mío, ¿Será mucho quitarle el gesto de enojo con un beso? ¿Uno pequeño?

—No puedo creer que no me hayas avisado—espeta cruzándose de brazos. Mi idea se marcha al abismo—. ¿En dónde voy a alistarme entonces, Michael?

—No necesitas hacerlo. Así justo luces maravillosa.

—Tienes que estar bromeando.

Se mira ella misma de pies a cabeza sobre nuestros asientos. La miro también, y no me encuentro con algo que no sea perfección. Perfección pura. ¿Cómo es que esto continúa provocándome?

—Llevo ropa deportiva y ni una gota de maquillaje. Mi cabello es un asco además. Has dicho que me pusiera cómoda para viajar y es lo que he hecho. No puedo dejar que tus hermanos me miren así. ¡Tus padres!

—¿Cuál es el problema?—pincho su mejilla con dulzura. Lo hago y su piel reacciona aumentando el enrojecimiento—. Te he mirado así miles de veces, te he visto en tus pijamas, te he mirado incluso usando algunas de mis camisas y jamás dejas de lucir perfecta.

Cuento la vigésima vez que muerdo mi labio desde que subimos al avión.

—Eso es diferente—su tono se vuelve tímido—. Somos novios. También te he mirado en todos tus atuendos posibles; el vestuario de tus conciertos, tan elegante como para asistir a un evento, pijamas... bata de baño. Aunque, a veces, me llegue a parecer que llevas demasiada ropa frente a mí.

Just Good Friends (Michael Jackson Fanfic)Where stories live. Discover now