65. "Universos Diferentes"

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¿Cómo diablos hace un corazón roto para componerse cuando ha sido destrozado? ¿Cómo hace para enseñarse a volver a latir? Porque era ya una maldita broma que ella hubiese aparecido de nuevo.

Sólo así.

—...N-no.

Había sido todo lo que fui capaz de decir, la única reacción que tenía cabida en mi cabeza. Y ni mis movimientos, ni mis pensamientos se dejaban de atascar. Sólo fui consciente de cómo Debbie, a mi lado me veía. Consternada, extrañada por mí.

—Michael... Rachel sólo... E-ella sólo ha venido a...—Debbie posó una mano sobre mi pecho, deteniéndome de pronto ante unos pasos que ni por poco me fui a dar cuenta de que comenzaba a dar. Se erguía y ponía resistencia, titubeaba, y su mirada se volvía a desplomar.

Pero yo no podía parar de ignorarla, de ver, ahí, a esos ojos grises y confundidos que incontables veces me daban razones de sobra por seguir viviendo, respirando. Una razón para amar. Miraba a Rachel aún así, aferrándose contra el umbral de mi puerta, y más que echarme a llorar, más que pensar en invadirla en mis brazos, mi garganta sólo ardió. Una punzada de furia y desenfreno se avivaba.

Mi rostro punzó, llevaba ya mis manos a frotar mi cara con las fuerzas que me fueron posibles para deshacerme de la maldita broma, de la alucinación. No lo fue.

Jamás algo tan precioso, tan perfecto, me había lastimado tanto.

—...Está bien—su voz casi se destruyó, percibí cómo es que su garganta se rasgaba. Debbie sólo viró—. Puedo irme, si así lo...

—...Debió haber una razón, ¿No es cierto?—zanjé, sin enterarme de dónde había tomado los estribos para intentarlo. Mi voz seca, seria, le había hecho tragar saliva, y no me importó—. Adelante, dila.

Negó, y casi disfruté el instante en que su mirada sin más, se humedecía.

—Michael...—susurró Debbie en tono reprobatorio, llevándose una mano, y su mirada lenta hacia su vientre, para evitar mirar.

Bajé mi mirada y suspiré, anhelando, rogando porque esta furia que sentía, este despecho, esta burla interna propagándose dentro se esfumara ya, y que todo esa esperanza, ese sueño, ese deseo, todo aquello que me infestó el alma ése último día en que supe de ella no volviese aún. No sólo así. Como, mierda, lo había hecho ella.

Mi mano se tensó, sentí cómo Debbie la había tomado.

—Los dejaré solos—bisbiseó, asegurándose de que su tacto me había obligado a mirarle de nuevo.

Y sin esperar a que añadiese más, sin aguardar siquiera por una de mis repuestas, se alejó. Se encargó entonces de haber cerrado la pesada puerta tras los talones de Rachel y de a pasos lentos, se dirigió escaleras arriba hasta dejarme sentir que nuestra habitación se cerraba, el cómo en verdad nos abandonaba así, sin pensarlo más.

Un quejido, la simple idea de escuchar cómo aclaraba su garganta me descolocó.

—Ella está... embarazada. ¿No es...?

—¿A qué has venido?—le corté, percibiendo cómo mi mero paladar ya comenzaba a tornarse amargo.

Después de tanto me atreví a volverla a mirar, a izar mi vista hacia ella y no dejarme ver como el idiota que quedó varado en una cama de hospital sin la mínima posibilidad posible en sus manos. La miré, la encontré, y tal y como su cuerpo entumecido, sus ojos preocupados, hermosos, su piel cremosa, su rostro, sus labios me habían atrapado una primera vez, ahora no me importaron. Sólo me rasgaban más.

Just Good Friends (Michael Jackson Fanfic)Where stories live. Discover now