Cuando estas en un lugar lleno de las personas que amas pero aun te sientes perdido, es porque te falta alguien. Esa persona que por más que quieras, no puedes vivir sin estar a su lado.
La casa de campo de Bill y Fleur se asentaba sola en una roca dando
al mar, sus paredes incrustadas con conchas y cal. Era un solitario y hermoso lugar. En cualquier sitio al que fuera dentro de la pequeña casa o de su jardín, podía oír el constante ir y venir del mar, como la respiración de alguna gran critatura dormida.
Harry pasó gran parte de los
siguientes días buscando excusas para escapar de la concurrida casa, parecía como si tuviera un deseo incontrolable de disfrutar la vista desde arriba de las rocas, del cielo abierto y ancho, el mar vacío, y la sensación del viento frío y salado en su rostro.
Pero también, parecía querer escapar un rato de nosotros y de nuestras constantes dudas.
-¿Y si Dumbledore quería que trabájaramos en el símbolo en vez de conseguir la varita? ¿Y si trabajando en lo que el símbolo significaba te revelaba la importancia de conseguir las reliquias? Harry, si esa es realmente la varita de sauco, ¿Cómo demonios se supone que debemos terminar con Tú-Sabes-Quien?
Harry permanecía más perdido de lo normal y parecía perderse más en sus pensamientos que en el mundo real.
Cada vez que trataba de resolver alguna duda que le hacíamos sus palabras parecían enredarse en su cabeza y nos dejaba igual o peor.
Y se culpaba constantemente por no haber hecho algo cuando robaron la barita de Dumbledore y aun así, parecía más molesto con el que consigo mismo. Y es que todo era tan difícil y sin explicaciones.
-Pero, ¿Está muerto? -dijo Ron, tres días después de que hubieramos llegado a la casa de campo.
Harry estaba mirando fijamente hacia fuera, sobre la pared que separaba el jardín de la casa de campo de la roca, cuando lo encontramos su mirada preocupada y un poco molesta parecía dar a entender que el lamentaba que lo hubiésemos hecho, no tenía ningún deseo de participar en nuestra discusión.
-Sí, lo esta. Ron, por favor, no empieces otra vez!
-Mira los hechos, ________-dijo Ron, hablando hacia Harry, que continuaba mirando fijamente al horizonte- El ciervo plateado. La espada. El ojo que Harry vió en el espejo...
Hermione se acomodo cerca de nosotros analizando la escena que estaba presenciando.
-¡Harry admite que podría haber imaginado el ojo! ¿No, Harry?- dijo integrándose a la discusión
Y comenzando sin querer otra de esas situaciones molestas que Harry había estado evitando.
-Podría haberlo hecho -dijo Harry sin mirarla.
-Pero tu no piensas que lo hayas hecho, ¿verdad? -preguntó Ron.
-No, no lo creo -dijo Harry.
-Ahí lo tienes -dijo Ron rápidamente, antes de que Hermione pudiera terminar -Si no fué Dumbledore, explica cómo sabía Dobby que estábamos en el sótano, Hermione.
-No puedo... pero ¿Puedes explicar cómo nos lo pudo enviar Dumbledore si está metido en una tumba en Hogwarts?
Uuuh buen argumento.
-¡No se, podría haber sido su fantasma!
-Dumbledore no volvería como un fantasma -dijo Harry. Sabía que había pocas cosas de las que el estuviera seguro ahora sobre Dumbledore, pero de eso si lo estaba- Él habría continuado.
-¿A qué te refieres con 'continuado'? -preguntó Ron.
-Tal vez a que paso al otro lado- dije dejándolo un poco confundido.
pero antes de que Harry pudiese decir más, una voz detrás de él dijo,
-¿Aggy?
Fleur había salido de la casa de campo, su largo cabello plateado volando en la brisa.
-Arry, a Grip'ook le gustagía hablag contigo. 'Ezta en la habitación máz
pequeña, dijo que no quegía ser escuchado pog casualidad.-
Su disgusto con que el duende la enviara a entregar mensajes era clara; se veía irritable mientras caminaba de vuelta a la casa.
Griphook nos estaba esperando, como Fleur había dicho, en el más pequeño de los tres cuartos de la casa, en el que Hermione y Luna dormían por la noche y aveces yo.
Había echado las cortinas rojas de algodón contra el luminoso y nublado cielo, lo que le daba al cuarto un resplandor ardiente que contrastaba con el resto de la aireada y luminosa casa.
-He tomado mi decisión, Harry Potter -dijo el duende, que estaba sentado con las piernas cruzadas en una silla baja, golpeando los brazos con sus largos y delgados dedos- Aunque los duendes de Gringotts considerarán esto una traición, he decidido ayudarte...
Por la expresión que Mante Iá podía decir que tal vez se sentía mal consigo mismo o estaba tramando algo.
-¡Eso es genial! -dijo Harry, una oleada de alivio pasó a través de su cara y por primera vez en muchos días parecía estar feliz-. Griphook, gracias, nosotros le estamos realmente...
Pero el pequeño no estaba para escuchar la letanía que Harry tenía para el y en su lugar lo interrumpió.
-...a cambio, -dijo el duende firmemente-de un pago.
Ligeramente desconcertado, Harry vaciló y volvió la oscura expresión de pena que tenía antes.
-Cuánto quieres? Tengo oro.- le dijo aún con un rayo de esperanza pero molestándolo.
-Oro no -dijo Griphook. -Ya tengo oro.
Sus ojos negros resplandecieron; no tenía blanco en los ojos. Y a decir verdad, daba un poco de miedo.
-Quiero la espada. La espada de Godric Gryffindor.
El espíritu de Harry se desplomó y toda la esperanza que le quedaba fue cayendo poco a poco.
-No puedes tener eso -dijo. -Lo siento.
-Entonces -dijo el duende suavemente ocasionando me una gran molestia- tenemos un problema.
-Podemos darte alguna otra cosa -dijo Ron con impaciencia- Apuesto a que Lestrange tiene montones de cosas, puedes coger tu parte una vez estemos en la cámara.
Ron había escogido una mala combinación de palabras.
Griphook se sonrojó furioso.
-¡No soy un ladrón, niño! ¡No estoy tratando de conseguir tesoros a los que no tengo derecho!
-La espada es nuestra...-le dije
-No, no lo es -dijo el duende.
-Somos Gryffindor, y era de Godric Gryffindor...
-Y antes de que fuese de Gryffindor, ¿de quién era? -reclamó el duende, sentándose derecho.
-De nadie -dijo Ron- Fue hecha para él, ¿no?
-¡No! -gritó el duende, erizándose de ira mientras apuntaba un largo dedo hacia Ron. -¡La arrogancia de los magos otra vez! ¡Esa espada fue primero de Ragnuk, al que se la robó Godric Gryffindor! ¡Es un tesoro perdido, una pieza maestra del trabajo duende! Pertenece a los duendes. ¡La espada es el precio a mis servicios, tómalo o déjalo! -Griphook nos miraba fijamente.
Harry me miró y luego a los otros dos, y dijo- Necesitamos discutir esto, Griphook, si le parece bien. ¿Podría darnos unos minutos?
El duende asintió, pareciendo enfadado.
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¡HOLAAAAA!
¿como han estado?,¿como les va en este mundo de coronavirus?.
Enserio quiero saber como están, si están bien, si están a salvo en sus casita y si todo esta muy bien por allá donde viven, se que no las conozco pero les he agradado un cariño muy profundo y no quiero que les pase nada.
Les pido mucho que se queden en casa si es que pueden y si no, pues que tomen las medidas necesarias.
Recuerden: #quedateencasa.
Pero enserio cuéntenme ¿como van en la cuarentena?, ¿han descubierto algo nuevo que pueden hacer?, ¿una nueva pasión?, yo ya no aguanto a mis maestros y sus clases en línea.
Nos vemos pronto chicas♥️