86.Olia como a gardenias.[2/2]

1.7K 116 4
                                    

En ese momento solo pensaba en lo feliz que era cuando te veía y en lo lejos que estaba de juntar ese sentimiento con aquel que sientes cuando vas a morir.

Lo único bueno era que en los dos momentos tú aparecerías en mi mente.

Mi respiración, eso era lo único que sentía y que percibía, el sonido a mi alrededor se comenzaba a hacer hondo y dejaba de escuchar, como cuando estás debajo del agua, parecía que me desmayaría en cualquier momento y que todo a mi alrededor solo podía ir más lento.

Entonces, otro apretón por parte de la fría mano de Hermione y mi cuerpo volvió a reaccionar como con un choque eléctrico.

Hermione me pasó un frasco y luego me lanzo lejos de ella. Caí haciendo un gran ruido, cosa que atrajo la mirada de los que atacaban a Harry, Ron se metió entre ellos y Hermione y entonces me escondí.

Me fijé en el trasquito, era una poción multijugos, sin más, me la tome.

—¡Alejense de ella! —gritó Ron cuando vio cómo se aproximaban hacia Hermione. Hubo el inconfundible sonido de puños golpeando carne: Ron gruñó de dolor y Hermione gritó:

—¡No! ¡Déjenlo en paz, déjenlo en paz!

—A tu novio le van a hacer cosas peores que estas si está en mi lista. —dijo la voz horriblemente rasposa— Una chica deliciosa... qué bocado... me encanta la suavidad de su piel...

Me moví un poco al sentir el cambio en mi cuerpo y choqué contra el buró, cosa que atrajo sus miradas hacia mi.

—¿Que tenemos aquí?— dijo el mismo hombre— otro delicioso manjar...

El estómago se me revolvió. Supe quién era, Fenrir Greyback, el hombre lobo al que se le permitía llevar ropas de mortífago a cambio de contratar su salvajismo.

—¡Registren la tienda! —dijo otra voz.

Y me sacaron amarrada de brazos detrás de Hermione y de Ron, ya no era mi cara, ya no era yo y tal vez estaría a salvo unos momentos nadamas.

Harry fue arrojado de cabeza al suelo.

Un golpe sordo le contó a cualquiera que habían tirado a Ron a su lado.

Pude oír pasos y estrépito; estaban tirando sillas dentro de la tienda mientras buscaban, mire a Ron, quien trató de sonreír con los ojos morados y sangre en la boca.

—Ahora, veamos a quiénes tenemos —dijo la voz de Greyback con deleite por encima de nuestras cabezas, y a Harry lo giraron hasta quedar boca arriba. El rayo de luz de una varita cayó en su cara y Greyback se rió.

—Necesitaré cerveza de mantequilla para lavar a este. ¿Qué te ha pasado, feo?

Necesite tragar saliva y todo mi miedo para poder mirar a Harry, jamás lo había visto tan indefenso y tan diferente.

Harry no contestó de inmediato.

—He dicho —repitió Greyback, y Harry recibió un golpe en el diafragma que lo hizo doblarse de dolor— ¿Qué te pasó?

Mire hacia otro lado tratando de no llorar.

—Picado —farfulló Harry— Me picaron.

Destruida. (Draco Malfoy). [Libro#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora