87. Blanco como la nieve...

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Todo siempre venía a mi cabeza en los peores momentos.

—¿Dean?

—¡Eres tú! ¡Si se enteran de a quienes han atrapado...! Son Merodeadores, sólo están buscando a gente haciendo novillos para sacar dinero...

—No ha sido un mal botín para una noche —estaba diciendo Greyback, cuando un par de botas con tachuelas pasaron cerca de nosotros, y escuchamos más golpes desde el interior de la tienda— Un sangre sucia, un duende fugitivo y estos haciendo novillos. ¿Ya comprobaste sus nombres en las listas, Scabior? —rugió.

—Sí, no hay ningún Vernon Dudley aquí, Greyback.

—Interesante —dijo Greyback— Eso es interesante.

Se puso de cuclillas junto a Harry, que vio una cara cubierta de pelo gris enmarañado y bigotes, con dientes marrones puntiagudos y llagas en las comisuras de la boca. Greyback olía a suciedad, sudor y sangre.

—¿Así que no te buscan, eh, Vernon? ¿O estás en esa lista con un nombre diferente? ¿En qué casa estabas en Hogwarts?

—Slytherin —dijo Harry automáticamente.

—Es gracioso como piensan todos que queremos oír eso —dijo Scabior con malicia desde las sombras— Pero ninguno nos puede decir dónde está la sala común.

—Está en las mazmorras —dijo Harry con claridad— seentra por la pared. Está llena de cráneos y demás, y bajo el lago, por lo que las luces son verdes.
Hubo una breve pausa.

—Bueno, parece que realmente hemos pillado un pequeño Slytherin —dijo Scabior— Bien por ti, Vernon, porque no hay demasiados sangre sucia Slytherins. ¿Quién es tu padre?

—Trabaja en el Ministerio —mintió Harry. Me preguntaba si sabía que toda la historia se podría derrumbar con la más mínima investigación, pero por otro lado, sólo tenía tiempo hasta que su cara volviese a su apariencia normal, porque para entonces el juego se habría acabado y lo mismo pasaba conmigo— Departamento de Accidentes Mágicos y Catástrofes.

—Sabes que, Greyback —dijo Scabior— Creo que hay un Dudley allí.

Harry apenas podía respirar: ¿podría la suerte, la pura suerte, sacarnos indemnes de esta?

—Bien, bien —dijo Greyback. Pude oír una pequeña nota de turbación en esa voz cruel, y supe que Greyback se estaba preguntando si de hecho acababa de atacar y atar al hijo de un oficial del Ministerio. El corazón de me estaba golpeando contra sus costillas; no me habría sorprendido de saber que Greyback podía verlo— Si estás diciendo la verdad, feo, no tienes nada que temer de un viaje al Ministerio. Espero que tu padre nos recompense por recogerte.

—Pero —dijo Harry, con la boca seca— si nos dejase...

—¡Eh! —se escuchó un grito del interior de la tienda y sentí una oleada de nerviosismo correr por mis venas— ¡Mira esto, Greyback!

Una figura oscura se movió de prisa hacia nosotros, y vi un destello de plata bajo la luz de las varitas. Habían encontrado la espada de Gryffindor.

—Muuy bonita —dijo Greyback con admiración, cogiéndola de su compañero— Oh, muy bonita, sí. Parece fabricada por duendes. ¿De dónde sacaste algo como esto?

—Es de mi padre —mintió— La cogimos prestada para cortar leña...

—¡Espera un minuto, Greyback! ¡Mira esto, en el Profeta!

Cuando Scabior lo dijo, Harry arrugó el semblante y bajo la mirada con una mueca, sabia lo que estaba pasando, la cicatriz le estaba doliendo y probablemente estaba teniendo una visión.

—Hermione Granger —estaba diciendo Scabior— La sangre sucia de la que se tiene constancia que viaja con Harry Potter.

La cicatriz de Harry seguía doliendo y él seguía apretando los ojos para no alejarse de su realidad, en el silencio,  él hizo un esfuerzo supremo para mantenerse presente, para no deslizarse en la mente de Voldemort. Escuché el crujido de las botas de Greyback cuando se puso de cuclillas, enfrente de Hermione.

—¿Sabes qué, niñita? Esta imagen se parece mucho a ti.

—¡No es así! ¡No soy yo!

El aterrorizado chillido de Hermione fue tan bueno como una confesión.

—... se tiene constancia de que viaja con Harry Potter –repitió Greyback tranquilamente.

Una quietud se había instalado sobre la escena.

–Bueno, esto cambia las cosas, ¿no? —susurró Greyback. Nadie habló. Sentí a la banda de Saqueadores mirando, paralizados, y note el brazo de Hermione temblar contra el de Harry. Greyback se levantó y dio un par de pasos hacia donde estaba sentado Harry, agachándose de nuevo para mirar de cerca a sus deformadas facciones.

—¿Qué es eso que tienes en la frente, Vernon? —preguntó suavemente, su aliento nauseabundo en la nariz de Harry cuando presionó un asqueroso dedo contra la tensa cicatriz.

—¡No lo toques! —gritó Harry; no pudo evitarlo.

—Creí que llevabas gafas, Potter —susurró Greyback.

—¡Encontré gafas! —gritó uno de los Saqueadores que merodeaba de fondo-—.Había gafas en la tienda, Greyback, espera...

Y segundos después las gafas de Harry habían sido colocadas de vuelta en su cara. Los Saqueadores ahora se estaban acercando, tratando de verlo.

—¡Es él! —raspó Greyback— ¡Hemos atrapado a Potter!

Todos dieron algunos pasos hacia atrás, aturdidos por lo que habían hecho. Harry, todavía luchando por mantenerse en su propia cabeza dolorida.

Nadie podía pensar en nada más que decir.

—hora de volar...

—¿al Ministerio?

—A la mierda el Ministerio —gruñó Greyback— Se llevarían el mérito, y nosotros nos quedaríamos sin nada. digo que se lo llevemos directamente a Quien-tú- sabes.

—¿Lo vas a convocar? ¿Aquí? —dijo Scabior, sonando sobrecogido, aterrorizado.

—No —gruñó Greyback— No tengo... dicen que está usando la casa de los Malfoy como base. Llevaremos al chico allí.

Al escuchar el apellido de Malfoy mi corazón dio un vuelco.

—Pero dime Potrero, si tú estás aquí, si tú amiga está aquí, ¿En donde está la otra chica?.

—¿De quien hablas?.

— A menos que...

Greyback se acercó a mi y de nuevo acercó su cara a la mía.

—Aunque no te pareces en nada a lo que me habían dicho— se levantó nuevamente.

—El nos lo dirá.

Creí saber porqué Greyback no llamaba a Voldemort. Al hombre lobo le podrían haber permitido llevar ropas de mortífago cuando querían usarlo, pero sólo el círculo íntimo de Voldemort era marcado con la Marca Tenebrosa: a Greyback no se le había concedido ese honor superior.

Destruida. (Draco Malfoy). [Libro#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora