Destruida. (Draco Malfoy). [Libro#2]

22.Fix You.

—¿Sigues aqui?.
Sinceramente no espera verte dentro de un gran, gran tiempo.

Pero aquí estas, irradiando aquella esperanza que poco a poco me va curando.

Supongo que después de todo ya no estoy tan destruida.

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—¿Que pasará ahora?.

Draco, Blaise y yo nos habíamos sentado en la banqueta, la noche apenas nos dedicaba el pequeño adiós y nuestro silencio era cada vez más cómodo, como si la tranquilidad fuera algo a lo que ya estuviéramos acostumbrados, aunque en realidad era algo que desde hacia un tiempo ya necesitábamos.

Draco me miro como si buscara alguna respuesta en mi, mi mirada neutra y mi aura torpe no le daban a conocer ni uno sólo de mis pensamientos.

—¿Que pasará con que?—pregunto por fin al no descubrir nada en mis facciones.

Blaise lo miro como si lo que acabará de preguntar fuese algo muy estúpido, y es que realmente lo era, la pregunta que yo acababa de hacer no era tal para responderse con otra.

—Con todo, Idiota.

Lo corrobore con una sonrisa y volví a mirar al frente.

—Con todo—suspire.

—¿A mi que me importa?.

Lo miramos, Draco realmente parecía estar disfrutando el momento, de un momento que tardaría mucho en repetirse, pero a pesar de todo; los tres nos sentíamos con miedo, a pesar de todo ninguno podía disfrutar totalmente de aquel regalo del tiempo.

Paso sus brazos por nuestros cuellos jalandonos hacia el.

—Mientras los tenga a ustedes nada me falta, nada me importa.

aquella sonrisa que probablemente había estado guardando dentro de si por mucho tiempo, aquella que no había tenido tiempo de soltar, ahora estaba saliendo como si el resguardarla fuera algo bastante difícil.

No pude evitarlo y bese su comisura.

Draco Malfoy podía ser un idiota prepotente, pero tenía un corazón, tenía sentimientos y me amaba, tanto como yo a él.

[...]

—¿¡QUE TE SUCEDE!?.

Y como lo esperaba, a tan sólo unos centímetros de estar lejos de un regaño tras haber pasado todas y cada una de las pruebas puestas en la entrada con éxito y sin despertar a nadie tropecé con Hermione Gritona Greanger.

¿Había algo que no la alterara?.

La verdad es que jamás me había molestado, pero eran las 6 de la mañana y no esperaba encontrarme con sus gritos a todo lo que da por tan sólo tropezar con ella.

Mire a mi alrededor, Harry y Ron aún dormitaban, era increíble como los dos podían seguir placenteramente dormidos después de semejante grito que Hermione había lanzado.

—¡Calmate!.

Hermione me advirtió de una sola mirada que no me atreviera a mentir.

—La verdad.