94.El dolor de un corazón roto.

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Cuando te vi alejarte supe que te amaba.

Mire un buen rato a Harry mientras ahogaba el dolor de mi cuerpo con la tristeza, sabia lo que él sentía porque había tenido historia con su pequeño amigo.

Entonces Ron volvió y se sentó a mi lado, me dio un pañuelo y limpié las lágrimas que sin querer y sin darme ya surcaban por mis mejillas.

—Debes entrar— me dijo— estas mal, debes descansar.

No dije nada. Pero no porque no quisiera, realmente creía que estaba llorando del dolor corporal y del dolor que sentía al ver a Harry.

Ron tomo mi brazo con fuerza y me queje.

—¿Por qué no me dijiste que tenía esto?— alarmado se levando y me cubrió el brazo con el pañuelo.

Lo mire, el pañuelo tenía sangre y mi brazo aunque me dolía, parecia no inmutarse.

—¡Vamos!— se levantó y me dejo ver lo que había ahí, recordé todas las veces que aquella horrible mujer había estado sobre mi rasgando mi piel con la navaja con la que había matado al amigo de Harry y volví a llorar, en mi brazo, con cortadas y sangre seca estaba escrita la palabra "Mentirosa"

Ni siquiera sabía por qué ella pensaba que yo lo era.

Ron arrugó la nariz tratando de retener sus propias lágrimas y me ayudo a levantarme.

—¡Vamos _______!, se fuerte, tú siempre eres fuerte.

Me levante con su ayuda y camine con él hacia la casa, sin siquiera mirar a Harry quien estaba perdido en el dolor y en el trabajo que estaba haciendo.

Ron me ayudo a acostarme junto a Hermione quien aunque estaba consciente parecía estar peor que yo.

—¿Cómo estas?— le pregunte— ella sonrió.

—Bastante mejor.

—Iré a ayudar a Harry, les avisaré cuando lo enterremos.

Ron salió y nos dejo ahí, bajo los cuidados de Fleur quien parecía tener manos mágicas, pues mis huesos dejaron de doler y las cortadas parecían curarse. Nos había prestado ropa para quitarnos las sucias y nos ayudo a vestirnos.

Después de un rato Ron volvió y nos ayudo a caminar hacia Harry, quien envolvía a Dobby con su chaqueta.

Ron se sentó en la orilla del sepulcro y se quitó los zapatos y calcetines que colocó en los pies desnudos del elfo.

Dean produjo un sombrero de lana que Harry colocó cuidadosamente en la cabeza de Dobby, cubriendo sus orejas de murciélago.

—Deberíamos cerrarle los ojos— dije.

Bill vestía un abrigo de viaje, Fleur un largo delantal blanco. Hermione estaba envuelta en un vestido prestado al igual que yo pálida e inestable sobre sus pies. Ron la rodeó con un brazo cuando ella le alcanzó. Dean me sostenía el brazo como apoyo para sostenerme y Luna, vestida con uno de los abrigos de Fleur, se agachó y posó los dedos tiernamente sobre cada uno de los párpados, deslizándolos sobre su mirada cristalina.

Destruida. (Draco Malfoy). [Libro#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora