Destruida. (Draco Malfoy). [Libro#2]

44.Visitas inesperadas.

"El estar lejos de ti nunca me hizo bien, el problema era que no me había dado cuenta y sin pensarlo, ya lo sabía."

Pero viajar a Londres no sirvió de mucho, si bien eran aires diferentes, Viajamos al orfanato dónde Voldemort había sido criado, pero según las investigaciones que Hermione había echo en la biblioteca ese lugar había sido demolido para construir en su lugar montones de oficinas.

—¿y si caváramos en los cimientos?.—Sugirió Hermione.

—El jamás enterraría un horrocrux en el orfanato.— aseveró Harry.

Y todos sabíamos que este viaje de alguna manera había sido solo gastar energías, los días siguientes nos mantuvimos viajando, de un bosque a otro, llegando a campos, cuevas y lugares extraños, con la esperanza de encontrar algo, con las ganas de seguir.

Cada 12 horas nos turnábamos el horrocrux, aveces cuando me tocaba me punzaba el tobillo, pero a Harry, el casi nunca podía ocultar la molestia en su cicatriz, sabía que le dolía cada vez que le tocaba su turno, incluso cuando Ron se percataba de eso le preguntaba qué era lo que veía.

—Lo de siempre, la cara del ladrón.— le respondía Harry y su amigo se limitaba a seguir al frente, se que Ron esperaba que le dijeran que había visto a su familia, a sus hermanos, pero Harry no podía ver nada de eso a menos que Voldemort lo estuviera pensando y seria mejor que eso no pasara.

A medida que pasaban los días Ron y Hermione se secreteaban con mayor frecuencia, más de una vez pasó que cuando Harry y yo aparecíamos en escena ellos cesaron la platica, comencé a sentirme rechazada, pensé qué tal vez ellos estaban dándose por vencidos, que ya no querían seguir con nosotros pues había pasado ya quien sabe cuánto tiempo desde la ultima vez que habían visto a sus familias, sabía lo que ellos sentían, pues yo no tenía a la mía tampoco.

Harry seguía insistiendo con que Hogwarts era un posible escondite pero nadie lo aseguraba así que terminó por descartarlo, mientras tanto el otoño se hacía presente y con el hojas secas y vientos pertinentes se aproximaban a nuestros puestos de estancia, Ron cada vez estaba mas insufrible y no disimulaba ni un poco su mal humor, cada vez se incrementaban mas mis ganas por salir corriendo hacia el y golpearle la cabeza contra el suelo, pero me detendrían.

Cada vez sentía más lejos el mundo exterior, sin noticias acerca de la lucha que se celebraba a nuestro alrededor, sin noticias de nuestros seres queridos y mucho menos de Draco.

Acampábamos en la Ribera de Galés cuando Hermione salió por la noche a buscar setas, aunque ya las diferenciaba de las comestibles no era nada sabroso.

—Mi madre sabe aparecer comida de la nada.—Dijo empujando su plato enojado.

—Eso no se puede Ron.— le dije sin siquiera mirarlo, estaba distraída con mi seta, en mi plato también había un pescado gris y asqueroso.

Mire a Ron, note que Harry también lo hacía, en su cuello descansaba el horrocrux, suspire tratando de no golpearlo pues en este caso no era del todo su culpa, volví a mirar mi plato para ignorarlo pero Hermione no pudo con ello.

—Tu madre no puede hacer tal cosa, esa es una de las primeras 5 excepciones de la ley de Gamp sobre transformaciones Elemen...

—A mi háblame claro, ¿Okay?.

—¡Es imposible que la comida aparezca!, si sabes donde está entonces la puedes traer con un hechizo convocador o transformarla o si tienes un poco multiplicarla, pero nunca aparecerla.

—Pues será mejor que esto no lo multipliques porque está asqueroso.

—¡Por Merlin Ron! Harry lo ha pescado, Hermione y yo lo hemos cocinado, ¿Tu que has echo aparte de quejarte?.— Ron me miro en silencio.— ¡Exacto!, nada, ¡mas vale que te calles y te comas el pescado completo o te ahorcaré con el!.

—Y mañana.— interrumpió Hermione.— Tu cocinaras, busca ingredientes, hazlo tú mismo, aparecelo de la nada, no lo se, pero mientras tu haces eso yo me sentare aquí y me lamentare...

—Shhh

—Harry no lo defiendas, Ron casi nunca...

—Shhh cállate Hermione, escuche algo.

—¿Pusiste el encantamiento Muffiato?.— pregunte.

—Si, puse eso, repelente, desilucionadores, todo... deberían de funcionar, sean muggles o sean magos.

Y si eran mortifagos, entonces nuestros protectores pasarían por primera vez una prueba de magia oscura.

Pero los pasos fuera de la tienta se hicieron cada vez más cercanos, las varitas crujían por las pisadas de aquellos viajeros, cada uno sacó su varita y nos pusimos en guardia, fuera quien fuera no podría vernos a menos que los hechizos no sirvieran, pero dentro de aquella oscuridad era casi imposible que nos vieran incluso sin ninguna clase de hechizos.

Los pasos cesaron a la orilla del rio, lo sabíamos a pesar de no haber salido de la tienda porque se escuchaban chapoteos, era como unos 6 metros, a lo lejos se escuchaban susurros, casi no se entendían, Hermione se puso a buscar en su bolso, de el saco 4 orejas extensibles que nos entregó a cada uno quedándose ella con una, nos metimos un extremo de la cuerda en la oreja y la otra la lanzamos fuera de la tienda, pronto después de solo escuchar pasos comenzamos a escuchar voces.

—Por aquí debería de haber salmones, ¿crees que todavía no es la temporada?, ¡Accio Salmón!.

Se escuchó un sonido como si algo saliera del agua y luego lo atrapó con la mano, después un gruñido de apreciación se hizo presente, pero no solo era esa voz la que se escuchaba, también había otras, voces que no hablaban nuestro idioma, toscas y poco entendibles, frente a nosotros una fogata se hizo presente, dentro de la tienda varias sombras se presenciaron a causa de la Luz, pronto se escucharon platos y tenedores chocar unos con otros y el aroma delicioso a salmón asado inundó nuestras fosas, el desconocido que habíamos estado escuchando hablo.

—Tomen... Griphook... Gornuk...

—¡Duendes!.— Artículo Hermione mirándonos.

Asentimos dentro del silencio.

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¡FELIZ NAVIDAD ATRASADAAAAA!, las amooo!, espero les guste este capítulo que hice con mucho amooor.

Las quieroooo, gracias por leer♥️♥️♥️