02.Una conversación sin objetivo. [1/2]

10.2K 571 148
                                    

De nuevo aquellos ojos acechaban mis sueños, parecían llenos de dolor y miedo.
No podía dejar de verlos, tan bellos, tan grises, tan suyos.

Las ventanas se azotaban con fuerza contra la pared gracias al aire fuerte de la lluvia.

Me levanté un poco desconcertada, Harry se mantenía aferrado a las sábanas que me había robado mientras dormía.

Ceniza dormía plácidamente junto a Hedwig.

Ninguno de los tres parecía haberse dado cuenta de que afuera el cielo se estaba cayendo.

Pero al tocar la ventana una sombra negra la atravesó.

Y al momento esta salió maldiciendo de nuevo por ella.

Mire hacia abajo, Draco se encontraba en el húmedo pasto sacudiendo su traje habilmente y apretando fuertemente su brazo izquierdo.

El dejó de ver su brazo para mirar hacia arriba, simplemente me miro un momento y aún con la oscuridad y aquella potente lluvia podía ver su mirada, podía sentir que atravesaba mis entrañas y me hacía sentir nerviosa.

Mire hacia dentro, Harry aún dormia, salí a tientas de la habitación esperando no despertar nisiquiera a algún ave.

Al salir el pasillo estaba tan oscuro que apenas y podía ver algo, maldije por no saber bien el camino, pero en cuanto encontré el barandal de la escalera lo seguí hasta el final esperando no tropezar con nada. Ya estando abajo la sala se iluminaba un poco cada vez que algún relámpago fuerte pasaba por aquí.

Y entonces ahí estaba, cerca de la puerta, a unos pasos de Draco, tan cerca y el miedo me impedía abrir la puerta.

Respire profundamente antes de abrirla y al hacerlo pude mirarlo a través del marco, la lluvia aplastada sus cabellos rubios, su traje mojado se apegaba a su cuerpo como si fueran uno mismo, ¿pero como sabía si era el?, me quedé mirándolo desde el umbral de la puerta.

Draco también me miraba, su piel blanca, sus ojos, sus manos y la forma en la que apretaba los puños bajo la lluvia.

Sus pestañas y su cara escurriendo las gotas que caían sobre el.

Y el sólo me miraba, como si no le estuviera cayendo la mitad del cielo encima.

Decidí correr el riesgo, camine hacia el y toque su rostro, frío como la nieve, pronto comencé a escurrir al igual que el, y me di cuenta del porque el no se inmutaba, una vez que mis ojos veían los de el, nada podía distraerme.

La lluvia parecía ser una ventisca cualquiera y no esa tormenta poderosa.

—¿Por qué estas aqui?.—le pregunté.

El sólo me miraba.

—Draco...

Trate de que hablará, pero no lo hacía, parecía estar perdido en mi cara y aunque yo estaba perdida en sus ojos no podía dejar de notar que el no parecía ser el mismo.

Se veía más demacrado.

—Tienes que protegerte, tengo que protegerte—me dijo.

Y su cara comenzaba a ponerse más blanca, más enferma.

—Draco, ¿que te sucede?—cada vez se veía más y más mal.

—Te amo—me dijo, se acercó a mi tomó mi cara, beso mis labios y los sentí tan lejanos como los de un fantasma.

Draco ya no estaba, se había ido.

Desperté.

Estaba notoriamente sudada y efectivamente estaba lloviendo, mire el reloj de la repisa: 3:30am. Era de madrugada.

Sólo había sido un sueño.

Eso explicaba la forma en la que Draco se veía.

Agradecí por un momento el haber estado cerca de el, aunque hubiera sido un sueño.

Mi pecho ascendía y descendía agitado.

La ventana golpeaba la pared justamente como en mi sueño y al levantarme a cerrarla por un momento un poco de esperanza me había echo esperarme un momento cerca de ella pensando que en cualquier momento entraria por ahí Draco.

Pero no sería así, al final la cerré y volví a la cama realmente sería un día difícil.

[...]

—¿Has perdido la cabeza?—exigió Harry—. ¿Un complot para conseguir esta casa? ¿Realmente eres tan estúpido como pareces?

Los gritos de Harry y El tío vernon me habían despertado de golpe. Seguramente por milésima vez había llamado a Harry para hablar con el acerca de sus planes sobre alejarse de la casa ya que en cuanto la protección terminará ellos correrían peligro.

—¡No te atrevas...!—chilló Tía Petunia.

Pero tío Vernon le indicó que se calmara. Los desaires, a su modo de ver, al parecer, no eran nada frente al peligro que había divisado.

—Por si lo has olvidado,—dijo Harry—. Yo ya tengo una casa, mi padrino me dejó una. ¿Así que para qué querría esta? ¿Por todos los recuerdos felices?.

Se hizo un silencio, baje lentamente las escaleras mientras peleaban, me pose en el sofá junto a tía Petunia, quien no se había percatado de mi presencia.

—Afirmas—dijo Tío Vernon, empezando a pasearse de nuevo— que este Lord Lo que sea....

—... Voldemort—dijo Harry impacientemente—y hemos pasado por esto cientos de veces ya. No lo afirmo, es un hecho, Dumbledore te lo dijo el año pasado, y Kingsley y el Señor Weasley...

El tío Vernon encorvó los hombros furiosamente y me miro, pero Harry estaba decidido a seguir hablando.

—... Kingsley y el Señor Weasley te lo explicaron todo también —presionó Harry—. Una vez que cumpla diecisiete años, el encantamiento protector que me mantiene a salvo se romperá, y eso los dejará expuestos a ustedes al igual que a mí. La Orden está segura de que Voldemort irá a por ustedes, ya sea para torturarlos o para intentar averiguar donde estoy, o porque crea que manteniéndolos como rehenes yo iré e intentaré rescatarlos.

Los ojos de Tío Vernon y Harry se encontraron. Entonces Tío Vernon siguió caminando y Harry continuó.

—Tienen que ocultarlos y la Orden quiere ayudar. Se les ha ofrecido protección seria, la mejor que hay.

Tio Vernon no dijo nada, pero continuó paseando arriba y abajo. Afuera el sol colgaba más bajo que los setos privados. El cortacésped del vecino de la puerta de al lado se caló de nuevo.

—¿No había un Ministerio de Magia?—preguntó Vernon Dursley bruscamente.

—Lo hay, —dijo Harry, sorprendido.

...

Destruida. (Draco Malfoy). [Libro#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora