65.Aveces es una espada.

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Cuando tenia 11 años llegue a ese lugar. Harry decía que era su hogar. Yo mas bien lo veía como el lugar en el que estaba el ser más despreciable. 6 años después me enamoré de él.

Me quede quieta asimilando y preguntándome el porqué estaba la espada ahí y sobre todo ¿cuánto tiempo llevaba?.

Apenas respirando, baje la mirada. ¿Cómo era esto posible? ¿Cómo podía haber llegado a yacer en una charca del bosque, tan cerca del lugar en el que acampábamos? ¿Alguna magia desconocida había arrastrado a Hermione a este lugar, o era la cierva, a la que habíamos tomado por un Patronus, algún tipo de guardián de la charca? ¿O la espada había sido puesta en la charca después de que llegáramos precisamente porque nosotros estábamos  aquí? En cualquier caso, ¿dónde estaba la persona que las había estado entregando?.

Después de pensar tanto encendí mi varita de nuevo y la levante buscando más campo de luz, tratando de ver si había alguien a nuestro alrededor, pero no había rastro de nada más que Harry, la oscuridad y yo. Al mismo tiempo un poco más de miedo fermentó mi exitación cuando volví la atención a la espada que reposaba en el fondo de la charca congelada.

Harry apuntó la varita hacia la forma plateada y murmuró.

—Accio espada.

No se movió. Y me parece que ninguno de los dos había esperado que lo hiciera. Si hubiera sido tan fácil, la espada habría estado tirada en el suelo para que la recogiéramos, no en las profundidades de una charca helada.

Harry se paseaba alrededor del círculo de hielo, pensando con fuerza.

—¡Claro!— gritó. Lo mire esperando a que se explicara.— La ultima vez que la espada llegó a mi fue porque necesitaba ayuda... Ayuda— murmuró, pero la espada permaneció en el fondo de la charca, indiferente, inmóvil.

Me quede pensando nuevamente mientras Harry solo miraba a la espada a través del hielo.

Con dedos torpes empezó a quitarse las muchas capas de ropa.

—¡Hey!, ¿Que carajos haces?.

—Necesito Valor, no hay nada más valiente que esto.

—¡Eres un idiota!.

—¡Déjame en paz!.

Una lechuza ululó en alguna parte mientras Harry se desnudaba, y pensé con una punzada de dolor en Ceniza, la extrañaba demasiado y esperaba que ella estuviera bien en mi ausencia.

Ahora Harry estaba temblando, sus dientes castañeteaban horriblemente, aunque continuó desnudándose hasta que al fin estuvo allí en ropa interior, descalzo en la nieve. Colocó la bolsita que Hagrid nos había obsequiado encima de su ropa, después señaló con la varita de Hermione al hielo.

—Diffindo.

Se agrietó con un sonido parecido al de disparar una bala en el silencio. La superficie de la charca se rompió y trozos de hielo oscuro se mecieron sobre el agua, la cual se ondeaba. Por lo que podía juzgar, no era profunda, pero para recuperar la espada tendría que sumergirse completamente.

Me enoje porque no hacía caso a mis amenazas y me acerqué a él.

—¡Yo lo haré Harry!— le dije— creo que está es mi tarea. La espada estaba a mi nombre.

Destruida. (Draco Malfoy). [Libro#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora