Destruida. (Draco Malfoy). [Libro#2]

o5.¡CRUCCIO!.

Tomaste todo lo que yo podía ofrecer, lo tomaste sin permiso y sin darte cuenta.
Lo más lamentable es que yo era el ladrón, no tu.

Pero después de tanto tiempo de estar sin ella, la idea de su mirada se hacia cada vez más borrosa, hoy por fin matarían a Harry Potter o al menos ese era el plan, ir por el.

Baje las escaleras de mala gana, Voldemort se encontraba ya listo en el centro de la sala, me quedé a un lado de mi padre desde ahi apenas podía ver a mi tia tan maravillada por la presencia de aquel.

Belatrix sonrió tratando se servir a cualquier petición.

—¡Draco!—Me toco el hombro con su mano y habló como si mereciera que yo lo respetará, pero no contesté.

Después de tantos reproches y tantas torturas hoy por fin había aprendido que no debía de responder.

—Bien, bien...—dijo paseando la mirada por todo el lugar—Estamos completos.

Todos lo estaban, menos yo.

Mire a mi alrededor, parecían muy emocionados, estaban tan ansiosos que asustaban.

—¡Alegrate Draco!—me dijo mi padre como si se tratara de una buena noticia.

Yo intente sonreír.

Parecía estúpido, pero no podía alegrarme, no cuando pensaba en lo mucho que sufriría __________ si algo le pasaba a Harry.

Y tal ves no debí pensarlo.

Tal vez sólo debí dejar mi mente en blanco, como lo hacía siempre que estaba cerca de el.

Pero esta vez no pude, la preocupación y el deseo de pensar en ella invadieron sin permiso mi mente.

Pero no eran los únicos.

También voldemort.

—Así que...—se giró hacia mi—estas pensando en ella—susurro snico.—piensas en _______.

Me quedé estático, había olvidado por completo que el sabía leer mentes.

Pero seguí sin hablar.

—Mi señor—dijo mi padre.—mi señor, es un mal entendido, el no piensa en ella.

—Oh Lucius, que estúpido soy, ¿cierto?, acabó de leer su mente, creo que lo hice mal...

—¡No!—dijo exaltado—¡No!, ¡No!, usted no hace nada mal.

—¡EXACTO!—grito.—En cuanto a ti—corrió hacia mi—la sangre me subía hasta la cabeza, sudaba frío y no podía aguantar tanto sin pensar en nada, era demasiado difícil, sobretodo bajo presión y si el tema era ella.—¿porque la piensas?—me grito—Acaso... ¿Acaso la amas Draco?, ¿Es eso?—tomó mi cara entre sus manos. Yo seguía sin hablar—¡CONTESTAME!.

Me mantenía firme, no necesitaba hacer nada mas que soportar un poco.

—Veo que no contestas ¡eh!—me miro fijamente, sabía lo que hacia, intentaba leer mis pensamiento, pero yo no pensaba en nada—y parece que intentas bloquearme—sonrió.