45.El tentador olor del Salmon.[1/2]

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"Un día me equivoqué y mi madre me dijo que todo el mundo comete errores, tal vez yo fui el tuyo."

—¡Genial!, vayamos y pidámosles algo de salmón.

Ron podia ser un maldito idiota cuando quería.

—¡Detente!.— Hermione lo detuvo con su mano.—No sabes porque están aquí, ¿y si están del lado de....— la mirada de Ron detuvo sus palabras.— Quien tu ya sabes...?

—Suspiró— Bien.

Afuera, apenas se podía distinguir, lo poco que veíamos era gracias a la sombra de la luna.

—Bueno, ¿y que tiempo llevan ustedes tres huyendo?.

Una nueva voz, melodiosa y dulce hablo, no parecía la voz rasposa de un duende y me parecía conocida.

—Seis semanas, quizás siete, ya no me acuerdo.— contesto, parecía aburrido.— me encontré a Griphook el primero o el segundo día, poco después se nos unió Gornuk, es agradable tener un poco de compañía.— comenzaron a servir el salmón en sus platos, mi estomago se retorcía, el olor que aquel pescado desprendía era encantador, justamente en ese momento me sentía como Ron. —Y tu Ted, ¿porque te marchaste?.— añadió.

—Sabía que iban por mi.— después de escuchar nuevamente su voz caí en cuenta de quien era, el padre de Tonks.— La semana pasada me enteré de que habia mortifagos por la zona y decidí escapar, me negué a registrarme como hijo de muggles al principio, sabía que era cuestión de tiempo, a mi esposa no le pasara nada, ella es sangre limpia, y luego me encontré con Dean, ¿cuánto hace hijo?, unos pocos días... ¿no?.

Dean... me acerque más adelante, era Dean, el dean que conocía, el Dean con el cual había bromeado y jugado tantas veces, parecía extraordinario que ahora estuviera aquí, frente a nosotros y sin poder ayudarlo, porque quisiéramos o no estábamos igual que el.

—Si, así es.— Harry, Ron y Hermione se miraron con sorpresa.

—¿Eres hijo de muggles?.

—No estoy seguro, mi madre es sangre limpia, pero no se si mi padre lo es, el se fue cuando yo era mi pequeño y no hay manera de siquiera probarlo.

—He de admitir Dirk.— continuó Ted.— Que me sorprende el encontrarte, me alegra, claro, pero me sorprende, crei que te habían apresado.

—Así fue.— respondió.— estaba preso, iba a Azkaban, pero me escapé, aturdí a Dawlish y le robe la escoba, fue mas fácil de lo que pensaba, me atrevería a decir que alguien lo había aturdido y de ser así le estrecharía la mano a la bruja o brujo que lo halla echo, porque me salvo la vida.

Volvieron a guardar silencio, para dar paso a los pequeños ruidos de bocas masticando, el crepitar del fuego y las cucharas chocando contra los platos.

—Y ustedes dos, ¿De donde salieron?, creo que los duendes apoyaban a quien ustedes saben.

—Te equivocas, nosotros no nos ponemos de parte de nadie.— dijo el duende con la voz mas aguda.

—Está es guerra de magos.

—Entonces, ¿porque escapan?.

Destruida. (Draco Malfoy). [Libro#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora