Cuando sonreí por última vez. Fue porque te estaba viendo y al mismo tiempo te estaba pensando.
Harry tomó a tientas la bolsa alrededor de su cuello y tomó las dos mitades de su varita rota.
—Señor Ollivander, necesito ayuda.
—Lo que sea, lo que sea,—dijo el fabricante de varitas débilmente.
—¿Puede repararla? ¿Es posible?—
Ollivander alzó una temblorosa mano, y Harry colocó las dos mitades apenas conectadas en su palma.
—Acebo y pluma de fénix —dijo Ollivander con voz trémula. —Once pulgadas. Agradable y flexible.
—Sí —dijo Harry—¿Puede...?
—No —susurró Ollivander— Lo siento, de verdad lo siento, pero una varita que ha sufrido este grado de daño no puede ser reparada de ninguna manera que conozca.
Harry no pareció decepcionarse, como si ya lo hubiera estado esperando. Volvió a coger las mitades de la varita y las volvió a colocar en la bolsa alrededor de su cuello. Ollivander se quedo mirando el lugar donde la varita rota había desaparecido y no dejó de mirar hasta que Harry tomó de su bolsillo las dos varitas que había traído de la casa de Malfoy.
—¿Puede identificar estas? —preguntó Harry.
Y pude ver la varita de Malfoy, sola sin su dueño, no me podía imaginar lo que estaba pasando ahora que no la tenía, seguro se sentía desnudo o tal vez estaba haciendo crecer más su odio hacia Harry.
El fabricante tomó la primera de las varitas y la sostuvo cerca de sus pálidos ojos, girándola entre sus dedos, flexionándola suavemente.
—nuez y nervio de dragón —dijo— Doce pulgadas y tres cuartos. Inflexible. Esta varita pertenecía a Bellatrix Lestrange.
—¿Y ésta?
Ollivander tomó la varita, la que no pude dejar de ver desde que Harry las había mostrado, era igual a Draco, neutra y misteriosa al mismo tiempo, la examinó de la misma forma.
—Espino y pelo de unicornio. Diez pulgadas justas. Moderadamente flexible. Esta era la varita de Draco Malfoy.
—¿Era? —repitió Harry—¿Acaso no sigue siento suya?
—Quizás no. Si tu la tomaste...
—...lo hice...
—...entonces puede ser tuya. Claro, la forma de ver las cosas depende mucho también de la varita en sí misma. En general, si una varita ha sido ganada, su lealtad cambiará.
Hubo un silencio en el cuarto, excepto por el distante rugir de las olas.
—Habla de las varitas como si tuvieran sentimientos —dijo Harry—Como si pudieran pensar por sí mismas.
Me pregunte si Draco se sentía solo sin su varita, solo o desnudó, tal vez incompleto.
Y si la varita tenía vida ¿también se sentia así?.
—La varita elige al mago —dijo Ollivander— Eso siempre ha sido obvio para los que hemos estudiado la sabiduría de las varitas.
—¿Pero una persona puede usar una varita que no lo ha elegido? —pregunté
—Oh sí, si eres mago puedes movilizar tu magia a traves de casi cualquier objeto. Pero los mejores resultados siempre aparecen con la mayor afinidad entre varita y mago. Estas conexiones son complejas. Una atracción inicial, y luego un mutuo deseo debido a la experiencia, la varita aprendiendo del mago, el mago aprendiendo de la varita.
El mar iba hacia delante y de vuelta; era un triste sonido.
—Tomé esta varita de Draco Malfoy por la fuerza —dijo Harry—¿Es seguro usarla?
—Así lo creo. Las leyes que gobiernan al propietario y la varita son sutiles, pero la varita conquistada tiende a ir hacia su nuevo maestro.
—Que traicionera— murmuré.
—¿Así que yo debería usar esta? —dijo Ron, sacando una varita desconocida fuera de su bolsillo y pasándosela a Ollivander.
—Castaño y nervio de dragón. Nueve pulgadas y un cuarto. Frágil. Me forzaron a hacer esta tras mi secuestro, para Peter Pettigrew. Sí, si la ganas, es mas que probable que haga tus peticiones, y que las haga bien, mejor que otra varita.
—¿Y esto es cierto para todas las varitas?—preguntó Harry.
—Así lo creo —replicó Ollivander, depositando sus protuberantes ojos sobre el rostro de Harry.— Hace profundas preguntas, Señor Potter. La sabiduría de las varitas es una parte de la magia compleja y misteriosa.
—¿así que no es necesario matar al anterior propietario para tomar la posesión de una varita?— preguntó Harry.
Ollivander tragó.
—¿Necesario? No, no debería decirse que sea necesario matar.
—Aunque hay leyendas —dijo Harry, y las palpitaciones de mi corazón se aceleraron— leyendas sobre una varita...o varitas...que han ido pasando de mano en mano por asesinato.
Ollivander se volvió pálido. Contra la blanca almohada su tono era gris, y sus ojos enormes, rojos, y llenándose de lo que parecía ser temor.
—Sólo una varita, creo —susurró.
—Y Usted-Sabe-Quien está interesado en ella, ¿no es así? —preguntó Harry.
—Yo...¿cómo? —Dudo Ollivander, y se volvió hacia Ron, Hermione y yo en busca de ayuda— ¿Cómo saben eso?
—Él quería que le dijera como superar la conexión entre nuestras varitas —dijo Harry.
Ollivander parecía aterrorizado, parecía recordar todo lo que había pasado.
—¡Él me torturó, debes entenderlo! Usó la maldición Cruciatus, yo...¡yo no tenía mas opción que decirle lo que sabía, lo que creía!
—Lo entiendo —dijo Harry— ¿Le dijo algo acerca de los corazones hermanos? ¿Le dijo que había tenido que pedir prestada la varita de otro mago?
Ollivander parecía horrorizado, transfigurado, por la cantidad de información que tenía Harry. Asintió lentamente.
—Pero no funcionó —continuó Harry—Mi varita todavía vencía a la varita prestada. ¿Sabe porqué pasó eso?
Ollivander sacudió su cabeza lentamente tal como había asentido.
—Yo nunca... había escuchado tal cosa. Tu varita hizo algo único esa noche. La conexión de varitas hermanas es increíblemente rara, pero porqué tu varita habría vencido a la varita prestada, no lo sé...
—Estábamos hablando acerca de la otra varita, la varita que cambia de manos por asesinato. Cuando Quien- Usted-Sabe se dio cuenta que mi varita había hecho algo extraño, volvió y le preguntó acerca de la otra varita, ¿cierto?
—¿Como sabes esto?
Harry no respondió
—Sí, lo preguntó —susurró Ollivander—Quería saber todo lo que pudiera decirle acerca de la varita también conocida como La Varita Mortífera, La Varita del Destino, o la Varita de Saúco.
Mire a Hermione, parecía estar horrorizada, como si uno de sus miedos hubiera cobrado vida.
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¡HOLAAAAA!,
Hace rato estaba viendo el libro en mi biblioteca y vi que ya vamos en el 60% de lectura, ósea que ya falta poco para acabar:(, no quiero que termineeeeee😭
He pasado muy buenos momentos con esta historia y con ustedes y quienes están leyendo desde el principio... disculpen la tardanza. Las amo a todas y cada una de mis lectoras♥️✨