Tn: Christopher... eres quién eres a causa de tu vieja vida, en cualquier cosa de tu nueva vida. Lo que te afecte a ti, me afecta a mí. Lo acepté cuando estuve de acuerdo en casarme, porque te amo. —Él está quieto. Sé que encuentra difícil oír esto. —Ella no me hizo daño. Ella también te ama.
Christopher: Me importa una mierda. — Lo miro boquiabierta, sorprendida. Y me asombra que todavía tenga la capacidad de sorprenderme. "Éste es el Christopher Vélez que yo conozco". Las palabras de Leila revolotean alrededor de mi cabeza. Su reacción con ella fue tan fría, tan diferente al hombre que he llegado a conocer y amar. Frunzo el ceño, recordando el remordimiento que el sintió cuando ella tuvo su crisis, cuando pensaba que podría de alguna manera ser responsable de su dolor. Trago, recordando, también, que él la había bañado. Mi estómago se retuerce dolorosamente ante la idea y la bilis se eleva en mi garganta. ¿Cómo puede decir que él no se preocupa por ella? Lo hacía en ese momento. ¿Qué ha cambiado? A veces, como ahora, simplemente no lo entiendo. Él está a un nivel lejos, muy lejos de mí.
Christopher: ¿Por qué estás apoyando su causa de repente? —pregunta, irritable y desconcertado.
Tn: Mira, Christopher, no creo que Leila y yo estemos intercambiando recetas y tejiendo en un futuro cercano. Pero no pensé que serías tan desalmado hacia ella. —Sus ojos se congelan.
Christopher: Te dije una vez, que no tengo corazón —murmura. Pongo mis ojos en blanco, oh, ahora se está comportando como un adolescente.
Tn: Eso no es verdad, Christopher. Estás siendo ridículo. Te preocupas por ella. No estarías pagando sus clases de arte y el resto de esas cosas si no lo hicieras.— De repente, ambiciono fervientemente hacerle comprender esto. Es extremadamente obvio que se preocupa. ¿Por qué lo niega? Es como sus sentimientos por su madre. Oh mierda...por supuesto. Sus sentimientos por Leila y sus otras sumisas están enredados con los sentimientos por su
madre. Mi corazón se inflama momentáneamente por él. Mi chico perdido... ¿Por qué es tan difícil para él volver a tener contacto con la humanidad, si mostró tanta compasión con Leila cuándo tuvo su crisis? Él me mira, sus ojos brillan con enojo.
Christopher: Esta discusión ha terminado. Vamos a casa. — Echo una ojeada a mi reloj. Son las 4:23 Tengo trabajo que hacer.
Tn: Es demasiado temprano —murmuro.
Christopher: A casa —insiste.
Tn: Christopher. —Mi voz suena aburrida—. Estoy cansada de tener el mismo argumento contigo.
Él frunce el entrecejo como si no entendiera.
—Ya sabes —aclaro —hago algo que no te gusta y piensas en alguna forma de vengarte. Normalmente involucrando alguna acción inmoralmente perversa que es alucinante o cruel.—Me encojo de hombros, resignada. Esto está agotador y confuso.
Christopher: ¿Alucinante? —pregunta. ¿Qué?
Tn: Normalmente, sí.
Christopher: ¿Qué fue alucinante? —pregunta, sus ojos ahora están brillantes con curiosidad sensual divertida. Y yo sé que está intentando distraerme.
¡Mierda! No quiero discutir esto en la sala de reuniones. Mi subconsciente examina sus uñas finamente cuidadas con desdén.
Tn: Ya sabes. —Me ruborizo, irritada con él y conmigo.
Christopher: Puedo adivinarlo —susurra. Vaya. Estoy intentando castigarlo y él esta confundiéndome.
Tn: Christopher, yo...
Christopher: Me gusta complacerte. —Delicadamente, traza su pulgar sobre mi labio inferior.
Tn: Lo haces —reconozco, mi voz es un susurro.
Christopher: Lo sé —dice suavemente. Se inclina y susurra en mi oreja—. Es la única cosa que sé.—Oh, él huele tan bien. Se inclina hacia atrás y me mira hacia abajo, sus labios curvados con una sonrisa arrogante de: sé lo que necesito para hacerte feliz.
Frunciendo mis labios me esfuerzo por no parecer afectada con su toque. Es tan ingenioso para desviarme de algo doloroso o algo que él no quiere hacer. Y yo se lo permito.
Christopher: ¿Cuál fue alucinante, Tn? —incita, con un destello malicioso en sus ojos.
Tn: ¿Quieres la lista? —pregunto.
Christopher: ¿Hay una lista? —Él está encantado.
Oh, este hombre está agotándome.
Tn: Bien, las esposas —mascullo, mi mente se catapulta hacia atrás a nuestra luna de miel.
Frunce su frente y agarra mi mano, buscando el pulso en mi muñeca con su dedo pulgar.
Christopher: Yo no quiero marcarte. —Oh... Sus labios se curvan con una lenta sonrisa carnal.
Christopher: Ven a casa. —Su tono es seductor.
Tn: Tengo trabajo que hacer.
Christopher: A casa —dice, con más insistencia.
Nos miramos fijamente el uno al otro, probándonos, probando nuestros límites y nuestras voluntades. Busco en sus ojos cierta comprensión, tratando de entender cómo este hombre puede ir desde la furiosa obsesión por el control a un amante seductor en un segundo. Sus ojos se hacen más grandes y más oscuros, con clara intención. Suavemente, acaricia mi mejilla. —Nos podríamos quedar aquí. —es una voz baja y ronca. Oh no. Miro anhelantemente abajo a la mesa de madera. No. No. No. No en la oficina.
Tn: Christopher, no quiero tener sexo aquí. Tu amante acaba de estar en esta sala.
Christopher: Ella nunca fue mi amante —gruñe, su boca se aplana en una línea austera.
Tn: Eso es sólo semánatica, Christopher. —Él frunce el ceño, con expresión perpleja. El amante seductor ha desaparecido.
Christopher: No pienses demasiado en esto, Tn. Ella es historia —dice despectivamente. Suspiro... quizás tiene razón. Sólo quiero que admita que se preocupa por ella. Un escalofrío agarra mi corazón. Oh no. Esta es la razón de por qué es importante para mí. Supongamos que hago algo imperdonable. Supongamos que no estoy de acuerdo. ¿También seré historia? Si él puede volverse así, cuando estaba tan preocupado y molesto cuando Leila estaba enferma... ¿podría girar contra mí? Jadeé, recordando los fragmentos de un sueño: espejos dorados y el sonido de sus tacones haciendo clic en el suelo de mármol cuando me deja sola en el opulento esplendor.
Tn: No... —La palabra sale de mi boca ante el horror susurrándolas antes de que pueda detenerla.
Christopher: Sí —dice y agarrando mi barbilla se inclina hacia abajo, plantando un tierno beso en mis labios.
Tn: Oh, Christopher, a veces me asustas. —Sujeto su cabeza en mis manos, enrosco mis dedos en su pelo y tiro sus labios a los míos. Se queda quieto un momento, entonces dobla sus brazos a mí alrededor.
Christopher: ¿Por qué?
Tn: Podrías apartarte de ella tan fácilmente...—Él frunce el ceño.
Christopher: ¿Y piensas que podría alejarme de ti, Tn? ¿Por qué diablos ibas a pensar eso? ¿Que sacas de eso?
Tn: Nada. Bésame. Llévame a casa —le suplico. Y cuando sus labios tocan los míos, estoy perdida.
.....
Tn: Oh por favor —ruego, cuando Christopher sopla suavemente en mi sexo.
Christopher: Todo a su tiempo —murmura.—No te corras —murmura advirtiéndome, con su suave aliento sobre mi carne cálida y húmeda cuando él se resiste mis dedos—. Te azotaré si te corres.—Gimo.
—Contrólate, Tn. Todo se trata de controlar. —Su lengua renueva su erótica incursión.
________________
¿ESTÁN HAY MIS VIDAS?
Holaaaaa❤️ ¿cómo están?🌚
Oigaaaaaaan ¿adivinen quien es legal mañana?💃🏻 Wuuuu, si, si. Yo mera🙊 que pasen linda noche bebés mias❤️❤️