Capítulo 31.

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Christopher: ¡¿Que?! ¿Con quién? — Oh no. No quiero tener esta discusión. —Dímelo —insiste.
Bajo la mirada y me miro las manos y el cubre mis manos con las suyas. Cuando levanto la mirada hacia él, está sonriéndome. —Quiero saberlo. Así puedo vencer a quien quiera que fuese a golpes.

Tn: Bueno, la primera vez...

Christopher: ¡¿La primera vez?! ¿Hay más de un hijo de puta? —gruñe.

Tn: ¿Por qué está tan sorprendido Sr Vélez?

Frunce el ceño brevemente, se pasa una mano por el pelo y me mira como si me viera en una luz completamente diferente. Se encoge de hombros.

Christopher: Sólo lo estoy. Quiero decir, dada tu falta de experiencia.—Me sonrojo.

Tn: Ciertamente he compensado eso desde que te conozco.

Christopher: Lo has hecho. —Sonríe abiertamente—. Dime. Quiero saberlo.

Miro en los pacientes ojos cafecés de mi esposo tratando de medir su estado de ánimo. ¿Va a hacerlo enojar o genuinamente quiere saber? No lo quiero de mal humor... es imposible cuando está de mal humor.

Tn: ¿Realmente quieres que te lo diga? — Asiente con la cabeza lentamente, y sus labios se contraen en una divertida y arrogante sonrisa.—Estaba de paso en las Vegas con mamá y su esposo numero tres. Estaba en décimo grado. Su nombre era Bradley, y era mi compañero de laboratorio en física.

Christopher: ¿Cuántos años tenías?

Tn: Quince.

Christopher: ¿Y qué está haciendo él ahora?

Tn: No lo sé Chris.

Christopher: ¿A qué base llegó?

Tn: ¡Christopher! —lo regaño, y de pronto agarra mis rodillas, luego mis tobillos, y me voltea así caigo acostada en el sillón. Él se desliza suavemente por encima de mí, atrapándome debajo de él, una pierna entre las mías. Esto es tan repentino que chillo de sorpresa. Coge mis manos y las levanta por encima de mi cabeza.

Christopher: ¿Entonces, este Bradley, llegó a la primera base? —murmura, dirigiendo su nariz a lo largo de la mía. Planta besos suaves en la esquina de mi boca.

Tn: Sí —murmuro contra sus labios. Él suelta una de sus manos de modo que él pueda abrazar mi barbilla y sostenerme todavía mientras su lengua invade mi boca, y me rindo a sus besos ardientes.

Christopher: ¿Como esto? —Chris toma aire.

Tn: No... nada así —respondo mientras toda la sangre en mi cuerpo se encabeza hacia el sur. Soltando mi barbilla, él dirige su mano abajo sobre mi cuerpo y de vuelta hasta mi pecho.

Christopher: ¿Él hizo esto? ¿Tocarte así? —Su pulgar pasa rozando sobre mi pezón, por mi blusa suavemente, repetidamente, y éste se endurece bajo su toque experto.

Tn: No. —Me retuerzo bajo él.

Christopher: ¿Llego él a la segunda base? —murmura en mi oído. Su mano baja a través de mis costillas, por delante de mi cintura a mi cadera. Toma el lóbulo de mi oreja entre sus dientes y suavemente tira.

Tn: No —respiro.

Mulder habla desenfocado en la televisión algo sobre el menos querido del FBI. Christopher para, se inclina, y presiona silencio en el control remoto. Mirahacia mí.

Christopher: ¿Y Joe Schmo, el número dos? ¿Logró pasar la segunda base?

Sus ojos arden calientes... ¿enojo? ¿Excitado? Es difícil decir cual. Se mueve a mi lado y desliza su mano bajo mis pantalones.

Tn: No —susurro, atrapada en su mirada fija carnal. Christopher sonríe malvadamente.

Christopher: Bien. —Su mano llega a mi sexo—. Sin ropa interior, Sra Vélez. Lo apruebo. —Me besa otra vez mientras sus dedos tejen más magia, su pulgar pasa rozando sobre mi clítoris, atormentándome, mientras empuja su índice dentro de mí con exquisita lentitud.

Tn: Se supone que estaríamos besándonos —gimo. Christopher se frena.

Christopher: ¿Yo creía que lo estábamos?

Tn: No. Sin sexo.

Christopher: ¿Qué?

Tn: Sin sexo...

Christopher y yo nos quedamos tumbados en el sillón viendo películas y series como cualquier pareja normal, al parecer mi esposo el diablo solo sabe tener sexo y si que sabe hacerlo, pero aveces es bueno salir de eso y ser unos novios normales, esposos normales.

Tn: Han sido unas tres semanas divinas. A pesar de las persecuciones de coches y psicópatas ex-jefes. Como estar en nuestra propia burbuja privada —refunfuño como si estuviera soñando.

Christopher: Hmm —Chris tararea profundamente en su garganta—. No estoy seguro de estar listo para compartirte con el resto del mundo aún.

Tn: Devuelta a la realidad mañana —murmuro, tratando de guardar la melancolía de mi voz. Christopher suspira y dirige su otra mano por su pelo.
Christopher: La seguridad será estricta... —Puse mi dedo sobre sus labios. No quiero oír esta conferencia otra vez.

Tn: Lo sé. Estaré bien. Lo prometo. —Lo que me recuerda... me muevo, apoyándome en mis codos para verlo mejor—. ¿Por qué le gritabas a Sawyer?

Él se pone rígido inmediatamente. Oh mierda.

Christopher: Porque fuimos seguidos.

Tn: No es culpa de Sawyer.— Él me mira fijamente sin emoción alguna.

Christopher: Ellos nunca debieron haberte dejado llegar tan lejos conduciendo y lo Saben.

Me sonrojo con aire de culpabilidad y reanudo mi posición, apoyándome en su pecho. Fue mi culpa. Quise escaparme de ellos.

Tn: Eso no fue...

Christopher: ¡Suficiente! —Christopher es cortante—. Esto no está en discusión, Tn ____. Es un hecho, y ellos no lo dejarán pasar otra vez.

¡Tn ____! Soy Tn _____ cuando estoy en problemas justo como en casa con mi madre.

Tn: Bien —refunfuño, aplacándole. No quiero pelear.—. ¿Alcanzó Ryan a la mujer en el Dodge?

Christopher: No. Y no estoy convencido de que fuera una mujer.

Tn: ¿Ah? —Alzo la vista otra vez.

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Todos los días más o menos ah está hora subiré Capítulo para que estén al pendiente, besitos hermosas😘😘💖

Mi esposo...el diablo. (Christopher Vélez y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora