Capítulo 53.

2.8K 148 10
                                    

Christopher: Oh, Sra Velez. ¿Qué voy a hacer contigo? —Besa la parte superior de mi
cabeza. Cierro mis ojos, disfrutando de su contacto.

Tn: ¿Cuánto has bebido? — Se queda quieto.

Christopher: ¿Por qué?

Tn: Normalmente no bebes licor.

Christopher: Esta es mi segunda copa. He tenido una noche difícil, Tn . Dale al hombre un descanso.

Tn: Si insistes, Sr Velez. —Respiro en su cuello.—Dormí en tu lado de la cama porque tu almohada huele a ti.

Christopher: ¿Lo hiciste? Me pregunté por qué estabas en este lado. Todavía estoy enfadado contigo.

Tn: Lo sé. — Su mano acaricia mi espalda rítmicamente. — Y yo estoy enfadada contigo —le susurro. Hace una pausa.

Christopher ¿Y qué he hecho para merecer tu enojo?

Tn: Te lo diré más tarde, cuando ya no estés ardiendo por la rabia. —Digo algo sarcástica y beso su garganta. Cierra sus ojos y se inclina hacia mi beso, pero no hace ningún movimiento para besarme en respuesta. Sus brazos se tensan a mí alrededor, apretándome.

Christopher: Cuando pienso en lo que podría haber sucedido... —Su voz es apenas un susurro. Rota, cruda.

Tn: Estoy bien.

Christopher: Oh, Tn—Es casi un sollozo.

Tn: Estoy bien, todos estamos bien. Un poco agitados pero Gail está bien, Ryan está bien y Jack se ha ido. — Él niega con su cabeza.

Christopher: No gracias a ti —murmura. ¿Qué? Me inclino hacia atrás, y lo miro.

Tn: ¿Qué quieres decir?

Christopher: No quiero discutir sobre eso ahora mismo, Tn.

Parpadeo. Bueno, tal vez yo quiera hacerlo, pero decido no hacerlo. Por lo menos me está hablando. Me acurruco en él una vez más. Sus dedos se mueven a mi cabello y empieza a jugar con él.

Christopher: Quiero castigarte —susurra—. Golpearte realmente fuerte —añade. Mi corazón salta a mi boca. Mierda.

Tn: Lo sé —le susurro mientras mi cuero cabelludo pica.

Christopher: Tal vez lo haga.

Tn: Espero que no. — Me abraza con más fuerza.

Christopher: Tn, Tn, Tn, Pondrías a prueba la paciencia de un santo.

Tn: Podría acusarte de muchas cosas, Sr Velez pero ser un santo no es una de ellas. — Finalmente soy bendecida con su reticente risa.

Christopher: Un punto justo, bien hecho como siempre, Sra Velez. —Me besa la frente y se mueve. —Vuelve a la cama. También tuviste una tarde difícil. —Se mueve rápidamente, recogiéndome y depositándome de nuevo en la cama.

Tn: ¿Te acuestas conmigo?

Christopher: No. Tengo cosas que hacer. —Se agacha y recoge el vaso—. Vuelve a dormir. Te despertaré en un par de horas.

Tn: ¿Todavía estás enfadado conmigo?

Christopher: Sí.

Tn: Voy a volver a dormir, entonces.

Christopher: Bien. —Jala el edredón por encima de mí y besa mi frente una vez más— . Duerme.

Mi esposo...el diablo. (Christopher Vélez y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora