Capítulo 5.

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Christopher:A Londres amor,iremos a Londres —dice mirándome fijamente para ver mi reacción.

Doy un respiro,madre mía… Pensaba que iríamos a algún sitio como Las vegas o Aspen, o incluso al Caribe. Casi no me lo puedo creer. La ilusión de mi vida siempre ha sido ir a Inglaterra siento que una luz se enciende en mi interior la luz incandescente de la felicidad.

Christopher:Después a París y finalmente el sur de Francia. --- ¿Que? Abro la boca sin poder decir nada y el me observa ---.Sé que siempre has soñado con ir a Europa —me dice en voz baja—. Quiero hacer que tus sueños se
conviertan en realidad ________.

Tn:Tú eres mi sueño hecho realidad, Christopher.

Christopher:Lo mismo digo, señora Velez—me susurra. --- ahora abróchate el cinturón.

Le sonrío y hago lo que me ha dicho mientras el avión se encamina a la pista, nos bebemos el champán sonriéndonos bobamente,no me lo puedo creer con 21 años por fin voy a salir de Estados Unidos para ir a Europa, a Londres para ser más exactos. Después de despegar Natalia nos sirve más champán y nos trae algo de comer

Azafata:¿Quiere postre, señor Velez? —le pregunta.

Chris niega con la cabeza y se pasa un dedo por el labio inferior mientras me mira inquisitivamente con una expresión oscura y perversa.

Christopher:No, gracias —murmura sin romper el contacto visual conmigo.

Cuando Natalia se retira, sus labios se curvan en una sonrisita secreta.

Christopher:La verdad —vuelve a murmurar— es que había planeado que el postre fueras tú.

Tn:Oh… ¿aquí? el diablito que tengo como marido se toma muy enserio su papel ¿eh?.--- Susurro también.

Christopher:Vamos —me dice levantándose y tendiéndome la mano me guía hasta el fondo de la cabina y yo no logro articular palabra.—Hay un baño ahí —dice señalando una puertecita, pero sigue caminando por un corto pasillo hasta cruzar una puerta
que hay al final. Vaya… un dormitorio..
La cama de matrimonio está cubierta de cojines de color dorado y marrón. Parece muy cómoda. Christopher se gira y me rodea con sus brazos sin dejar de mirarme.

Christopher:Vamos a pasar nuestra noche de bodas a diez mil metros de altitud es algo que no he hecho nunca.

Tn:Otra primera vez conmigo Uau.

Christopher:Exacto.---Sonríe

me quedo mirándolo con la boca abierta y el corazón martilleándome en el pecho…

Christopher:Pero primero tengo que quitarte ese vestido tan fabuloso.

Le brillan los ojos de amor y de algo más oscuro, algo que me encanta y que despierta a la diosa que llevo dentro. Empiezo a quedarme sin aliento.

Christopher:Volteate —Su voz es baja, autoritaria y tremendamente sexy.

Tn:Como ordene esposo mio.---Obedezco  y sus manos suben hasta mi pelo,me va quitando los aretes, uno tras otro sus dedos expertos acaban con la tarea en un segundo. El pelo me va cayendo sobre los hombros, rizo tras rizo, cubriéndome la espalda y sobre los pechos. Intento quedarme muy quieta, pero deseo con todas mis fuerzas su contacto. Después de este día tan excitante, aunque largo y agotador, le deseo, deseo todo su cuerpo.

Christopher:Tienes un pelo precioso,_______. —Tiene la boca junto a mi oído y siento su aliento aunque no me toca con los labios, me peina un poco con los dedos y me masajea suavemente la cabeza.

Oh, Dios mío… Cierro los ojos mientras disfruto de la sensación sus dedos siguen recorriendo mi pelo y después me lo agarra y me tira un poco para obligarme a echar atrás la cabeza y exponer la garganta.

Christopher:Eres mía —suspira.

Me tira del lóbulo de la oreja con los dientes y yo dejo escapar un gemido.

Christopher:Silencio —me ordena.
Me aparta el pelo y, siguiendo con un dedo el borde de encaje del vestido, recorre la parte alta de mi
espalda de un hombro a otro. Me estremezco por la anticipación. Me da un beso tierno en la espalda justo
encima del primer botón del vestido.

Christopher:Eres tan preciosa… —dice mientras me desabrocha con destreza el primer botón—. Hoy me has hecho el
hombre más feliz del mundo. —baja lentamente el cierre de mi vestido ---Te quiero muchísimo. —Va encadenando besos desde mi nuca hasta el extremo del hombro. Después de cada beso murmura una palabra—: Te. Deseo. Mucho. Quiero. Estar. Dentro. De. Ti. Eres. Mía.

Cierro los ojos y ladeo el cuello para facilitarle el acceso y voy cayendo cada vez más profundamente bajo el hechizo de Christopher Velez, mi marido.

Christopher:Mía —repite en un susurro. Me va deslizando el vestido por los brazos hasta que cae a mis pies—. Volteate —me pide de nuevo con la voz ronca. Lo hago y él da un suspiero.

Llevo puesto un corsé ajustado de seda de un tono rosá con liguero, bragas de encaje a juego y medias de seda blancas. Los ojos de Christopher me recorren el cuerpo ávidamente, pero no dice nada. Se limita a mirarme con los ojos muy abiertos por el deseo.

Tn:¿Te gusta? —le pregunto en un susurro.

Christopher:Más que eso, nena. Estás preciosa. Ven. —Me tiende la mano para ayudarme a desprenderme del
vestido—. No te muevas —murmura, y sin apartar sus ojos cada vez más oscuros de los míos, recorre con el
dedo corazón la línea del corsé que bordea mis pechos. Mi respiración se acelera y él repite el recorrido sobre
mis pechos. Ese dedo travieso está provocándome escalofríos por toda la espalda. Se detiene y gira el dedo
índice en el aire indicándome que dé una vuelta ahora mismo haría cualquier cosa que me pidiera.

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Ajaaaaaaaa si,se prendió esta vainaaaaaaaaa🔥🔥
Hay no estos ya van a empezar con sus cochinadas🙈 ¿Pero que podemos esperar del diablo? Aja,nada, Dios mio ni el avión respetan pero bueeeno,esto apenas comienza🙊😊
Nos leemos mañana en el próximo capítulo bebes hermosas💕

Mi esposo...el diablo. (Christopher Vélez y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora