Capítulo 85.

1.8K 96 8
                                    

Austin: No tenemos ninguna novedad. Ray, papá, y yo estábamos en una excursión de pesca en Astoria. Fuimos golpeados por algún maldito estúpido borracho... —El Sr. Rodríguez trata de interrumpir, balbuceando una disculpa. —¡Cálmate, papá! —chasquea Austin —. No tengo ni una marca en mí, sólo un par de costillas magulladas y un golpe en la cabeza. Papá... bueno, papá se rompió su muñeca y su tobillo. Pero el coche golpeó el lado del pasajero y Ray. —Oh no, no... El pánico inundando de nuevo mi sistema límbico. No, no, no. Mi cuerpo se estremece y se enfría mientras imagino qué le está pasando a Ray en la OR. —Está en cirugía. Nos llevaron al hospital comunal en Astoria, pero trasportaron vía aérea a Ray aquí. No sabemos qué están haciendo. Estamos esperando por novedades. —Empiezo a temblar. —Oye, Tn, ¿tienes frío?.—Asiento. Estoy en mi blusa blanca sin mangas y chaqueta negra de verano, y que no brinda calor. Cautelosamente, Austin se quita su chaqueta de cuero y la envuelve alrededor de mis hombros.

Sawyer: ¿Puedo conseguirle algo de té, señora? —Sawyer está a mi lado. Asiento agradecidamente, y desaparece de la habitación.

Tn: ¿Porqué estaban pescando en Astoria? —pregunto. Austin se encoge de hombros.

Austin: La pesca se supone que es buena allí. Estábamos teniendo un "encuentro de chicos". Algún tiempo de unión con mi viejo antes que la academia se caliente para mi último año. —Los ojos oscuros de Austin están grandes y luminosos con miedo y remordimiento.

Tn: Podrías haber sido lastimado, también. Y el Sr. Rodríguez... peor. — Trago ante la idea. La temperatura de mi cuerpo cae aún más, y me estremezco una vez más. Austin toma mi mano.

Austin: Diablos, Tn, te estás congelando. —El Sr. Rodríguez se mueve hacia delante y toma mi otra mano en su única buena.

Sr Rodriguez: Tn, lo siento tanto.

Tn: Sr. Rodríguez, por favor. Fue un accidente... —Mi voz se desvanece en un susurro.

Sr Rodriguez: Llámame José —me corrige. Le doy una débil sonrisa, porque eso es todo lo que puedo manejar. Me estremezco una vez más.

Austin: La policía se llevó al imbécil en custodia. Siete de la mañana y el hombre estaba fuera de su cabeza —silba con disgusto. Sawyer regresa, llevando un vaso de papel con agua caliente y una bolsita de té separada. ¡Él sabe cómo tomo mi té! Estoy sorprendida, y contenta por la distracción. El Sr. Rodríguez y Austin liberan mis manos mientras agradecidamente tomo la taza de Sawyer.

Sawyer: ¿Alguno de ustedes quiere algo? —Sawyer pregunta al Sr. Rodríguez y José. Ambos niegan con sus cabezas, y Sawyer vuelve a sentarse en su asiento en la esquina. Mojo mi bolsita de té en el agua y, levantándome temblorosamente, desecho la bolsa utilizada en un pequeño bote de basura.

Tn: ¿Qué les está tomando tanto tiempo? —murmuro para nadie en particular mientras tomo un sorbo. Papi... Por favor deja que esté bien. Por favor deja que esté bien.

Austin: Lo sabremos muy pronto, Tn —dice gentilmente. Asiento y tomo otro sorbo. Tomo mi asiento de nuevo a su lado. Esperamos... y esperamos. El Sr. Rodríguez con sus ojos cerrados, rezando creo, y Austin sosteniendo mi mano y apretándola de vez en cuando. Lentamente tomo un sorbo de mi té. No es Twinings, pero es alguna marca barata desagradable, y su sabor es repugnante. Recuerdo la última vez que esperé por novedades. La última vez pensé que todo estaba perdido cuando el jet de Christopher desapareció. Cerrando mis ojos, ofrezco una oración silenciosa por el viaje seguro de mi esposo. Miro mi reloj: 2:15 p.m. Debería estar aquí pronto. Mi té está frío... ¡Ugh! Me levanto y voy y vengo luego me siento de nuevo. ¿Porqué los médicos no han venido a verme? Tomo la mano de Austin , y él me da otro apretón tranquilizador. Por favor que esté bien. Por favor que esté bien. El tiempo se arrastra muy lentamente.
De repente la puerta se abre, y todos miramos expectantes, mi estómago anudándose. ¿Es esto?
Christopher avanza dentro. Su rostro se oscurece momentáneamente cuando nota mi mano en la de Austin.

Mi esposo...el diablo. (Christopher Vélez y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora