Capítulo 111.

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Tn: Claro —murmuro, pero no quiero revivir los acontecimientos del jueves.

Christopher: Mi esposa debe estar descansando. —Sisea Chris.

Detective: Seré breve, Sr. Vélez. Y eso significa que estaré fuera de su vista más pronto que tarde. —Christopher se levanta y le ofrece su silla a Clark, luego se sienta a mi lado en la cama, toma mi mano y la aprieta para tranquilizarme. Media hora más tarde, Clark ha terminado. No he revelado nada nuevo, pero le he contado los acontecimientos del jueves en una voz vacilante, tranquila, viendo palidecer a Christopher y respingar en algunas partes.

Christopher: Me hubiera gustado que apuntaras más alto —murmura Chris.

Detective: Podría haberle hecho un favor al sexo femenino si la Sra. Vélez lo hubiera hecho. —Concuerda Clark. ¿Qué? —Gracias, Sra. Vélez. Eso es todo por ahora.

Tn: No permitirá que salga de nuevo, ¿verdad?

Detective: No creo que vaya a salir bajo fianza esta vez, señora.

Christopher: ¿Aún no sabemos quién pagó su fianza? —pregunta Christopher.

Detective: No, señor. Es confidencial. — Christopher frunce el ceño, pero creo que tiene sus sospechas. Clark se levanta para irse justo cuando la Dra. Singh y dos internos entran en la habitación.
Después de un minucioso examen, la Dra. Singh declara que puedo volver a casa. Christopher se hunde con alivio.

Doctora: Sra. Vélez, tendrá que estar pendiente de cualquier desmejora con los dolores de cabeza o visión borrosa. Si esto ocurre, deberá regresar al hospital de inmediato. —Asiento con la cabeza, tratando de contener mi alegría por volver a casa.
Cuando la Dra. Singh se va, Christopher le pide unas palabras en el pasillo. Mantiene la puerta entreabierta cuando le hace una pregunta. Ella sonríe.

Doctora: Sí, Sr. Vélez, eso está bien. — Él sonríe y vuelve a la habitación como un hombre más feliz.

Tn: ¿Qué fue todo eso?

Christopher: Sexo —dice, mostrando una sonrisa maliciosa. Oh. Me sonrojo.

Tn: ¿Y?

Christopher: Estás bien para ello. —Sonríe. ¡Oh, Christopher!

Tn: Tengo dolor de cabeza. —Le sonrió de vuelta.

Christopher: Lo sé. Estarás fuera de los límites por un tiempo. Sólo estaba comprobando. — ¿Fuera de los límites? Frunzo el ceño ante la puñalada de decepción momentánea que siento. No estoy segura de que quiero estar fuera de los límites. La enfermera Nora se une a nosotros para retirarme la vía intravenosa. Ella mira a Christopher. Creo que es una de las pocas mujeres que he conocido que es ajena a sus encantos. Le doy las gracias cuando se retira con la línea intravenosa.

Christopher: ¿Quieres que te lleve a casa? —pregunta Chris.

Tn: Me gustaría ver a Ray primero.

Christopher: Claro.

Tn: ¿Sabe acerca del bebé?

Christopher: Pensé que te gustaría ser la primera en decírselo. Tampoco le he dicho nada a tu madre.

Tn: Gracias. —Sonrío, agradecida de que no hubiese robado mi estruendo.

Christopher: Mi madre lo sabe —añade—. Vio tu carta. Se lo dije a mi padre, pero a nadie más. Mamá dijo que las parejas suelen esperar doce semanas o menos... para estar seguros. —Se encoge de hombros.

Tn:  No estoy segura de estar lista para decírselo a Ray.

Christopher: Debo advertirte, está enfadado como el infierno. Dijo que debería azotarte. — ¿Qué? Christopher se ríe de mi expresión horrorizada. —Le dije que estaría muy dispuesto a complacerlo.

Mi esposo...el diablo. (Christopher Vélez y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora