Capítulo 68. (4/5)

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Tn: Pensé que sólo íbamos a tomar un baño. —Mi pulso se acelera.

Christopher: Quiero ensuciarte primero. Yo también te he echado de menos. —Se inclina y me besa.

Tn: ¡Mierda, el agua! —Me esfuerzo por sentarme, toda post-orgásmica y aturdida. Christopher no me deja ir. —¡Christopher, el baño! —Lo miro desde mi posición postrada sobre su pecho. Se ríe.

Christopher: Relájate... es un cuarto húmedo. —Se da la vuelta y me besa con rapidez—. Cerraré el grifo.
— Se baja con gracia de la cama y se pasea hacia el baño. Mis ojos lo siguen ávidamente todo el camino. Hmm... mi esposo.

Nos sentamos en lados opuestos de la bañera, la cual está muy llena; tan llena que cuando sea que nos movemos, el agua rebalsa por los costados y cae al suelo. Es muy decadente. Christopher me da un masaje en los pies.

Tn: ¡Aaah! — Me relajó.

Christopher: ¿Te gusta eso? —susurra él.

Tn: Mmm... —murmuro incoherente. Él comienza el masaje una vez más. Oh, esto se siente bien. Cierro los ojos. —Vi a Gia en la ciudad —murmuro.

Christopher: ¿En serio? Creo que tiene una casa aquí —dice despectivamente. No está interesado en lo más mínimo.

Tn: Estaba con Elliot. — Christopher detiene su masaje. Eso captó su atención. Cuando abro los ojos su cabeza está inclinada hacia un lado, como si no entendiera.

Christopher: ¿A qué te refieres con Elliot? —pregunta, perplejo más que preocupado.
Le explico lo que vi. — Tn, sólo son amigos. Creo que Elliot está bastante entusiasmado con Kathe. —Hace una pausa y luego añade en voz baja—. De hecho, sé que está bastante entusiasmado con ella. —Y me da su mirada que dice "no tengo idea por qué".

Tn: Kathe es bellísima. —Me erizo, en defensa de mi amiga. Él resopla.

Christopher: Aún me alegra que fueras tú quien me vendió su alma. —libera el pie izquierdo, y toma el derecho antes de comenzar el proceso de masaje de nuevo. Sus dedos son tan fuertes y flexibles, me relajo de nuevo. No quiero pelear por Kathe. Cierro los ojos y dejo que sus dedos hagan su magia en mis pies.
...

Me miro en el espejo de cuerpo completo boquiabierta, sin reconocer a la zorra que me mira. Kathe ha jugado a las Barbies conmigo esta noche, arreglando mi cabello y maquillaje. Mi cabello está suelto y liso, mis ojos delineados, mis labios rojo escarlata. Me veo... sexy. Soy toda piernas, especialmente con los tacones altos y el vestido indecentemente corto. Necesito que Christopher lo apruebe, aunque tengo el horrible presentimiento de que no le gustará que tanta de mi piel esté expuesta. En vista de nuestra entente cordiale, decido que debería preguntarle. Levanto mi Teléfono.

Tú:
Necesito tu consejo de mi vestuario.

Christopher: iré y le daré a tu vestuario un examen a fondo sólo para asegurarme.

Mientras leo su mensaje, la puerta del dormitorio se abre y Christopher se congela en el umbral. Su boca se abre y sus ojos se abren. Maldición... esto podría ir en cualquier dirección.

Tn: ¿Y bien? —susurro.

Christopher: Tn, estás... wow.

Tn: ¿Te gusta?

Christopher: Sí, supongo. —Está un poco ronco. Lentamente entra en la habitación y cierra la puerta. Viste jeans negros y una camisa blanca, pero con una chaqueta negra. Está fantástico. Él se acerca lentamente hacia mí, pero tan pronto como me alcanza, pone sus manos sobre mis hombros y me hace dar vuelta para enfrentar el espejo de cuerpo entero, mientras él está de pie detrás de mí. Mi mirada encuentra la suya en el espejo, luego baja, fascinado por mi espalda desnuda. Su dedo se desliza por mi espalda y llega hasta el borde de mi vestido en la parte baja de mi espalda, donde la pálida piel se reúne con la tela plateada.

Christopher: Esto es muy revelador —murmura.
Su mano roza más abajo, sobre mi trasero y por el muslo desnudo. Hace una pausa, ojos cafés ardiendo intensamente en los azules. Luego arrastra lentamente sus dedos hacia arriba hasta el borde de mi falda. Mirar sus largos dedos moverse suavemente, juguetonamente sobre mi piel, sintiendo el hormigueo que dejan a su paso. —No hay mucha distancia desde aquí. — Él toca el borde, luego mueve los dedos más arriba—. Hasta aquí —susurra. sintiéndome, provocándome.

Tn: ¿Y tu punto es? —susurro.

Christopher: Mi punto es... no hay mucha distancia desde aquí. —Sus dedos se deslizan sobre mi ropa interior, —. Hasta aquí. Esto es mío —murmura en mi oído. Cerrando los ojos —. No quiero que nadie más vea esto. —Así que se una buena chica y no te inclines, deberías estar bien.

Tn: ¿Lo apruebas? —susurro.

Christopher: No, pero no voy a impedir que lo uses. Estás deslumbrante, Tn. Ven —me ordena en voz baja. Estamos a la espera del postre en un exclusivo restaurante de lujo de la ciudad. Ha sido una noche animada hasta ese momento, y Paola está determinada a que continúe y en que debemos ir a bailar. En este momento está sentada en silencio por una vez, pendiente de cada palabra de Ethan mientras él y Christopher hablan. Paola está obviamente encaprichada con Ethan, y Ethan está... bueno, es difícil de decir. No sé si son sólo amigos o si hay algo más.
Christopher parece a gusto. Ha estado hablando animadamente con Ethan. Obviamente se unieron gracias a la pesca con mosca. Están hablando de psicología, principalmente. Irónicamente, Christopher suena más informado.

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Las amo.❤️ Me siento mejor, si estoy mal pero estoy mejor, nada de que preocuparse hermosas, ya extrañaba editar y me dieron permiso para usar me celular así que a aprovechar. Graciaaaaaas😻❤️

Mi esposo...el diablo. (Christopher Vélez y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora