Capítulo 96. (2/6)

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Tn: Papá, has estado en un grave accidente de coche. Te tomará un tiempo sanar. Christopher y yo queremos trasladarte a Seattle.

Papá: No sé por qué se molestan por mí. Estaré bien aquí solo.

Tn: No seas ridículo. —Aprieto su mano con cariño, y tiene la gracia de sonreírme—. ¿Necesitas algo?

Papá: Mataría por una dona, hija. — Le sonrío indulgentemente.

Tn: Te conseguiré una o dos. Iremos a Voodoo.

Papá: ¡Genial!

Tn: ¿Quieres un café decente, también?

Papá: ¡Demonios, sí!

Tn: De acuerdo, te traeremos un poco.

Una vez más, Christopher está en la sala de espera, hablando por teléfono. Realmente debería armar una oficina aquí. Extrañamente, está solo, a pesar de que las otras camas de la UCI están ocupadas. Me pregunto si Christopher ha espantado a los otros visitantes. Cuelga.

Christopher: Clark estará aquí a las cuatro de la tarde. — Frunzo el ceño. ¿Qué puede ser tan urgente?

Tn: De acuerdo. Ray quiere café y donas. —Christopher ríe.

Christopher: Creo que yo también querría eso si hubiera estado en un accidente. Pídele a Mauricio que vaya.

Tn: No, iré yo.

Christopher: Lleva a Mauricio contigo. —Su voz es severa.

Tn: De acuerdo. —Pongo los ojos en blanco y él me da una mirada feroz. Luego sonríe e inclina la cabeza.

Christopher: No hay nadie aquí. —Su voz es deliciosamente baja, y sé que está amenazando con darme nalgadas. Estoy a punto de desafiarlo, cuando una joven pareja entra en el cuarto. Ella está llorando suavemente. Me encojo de hombro en un gesto de disculpas, y él asiente. Recoge su portátil, toma mi mano y me saca del cuarto.

Christopher: Necesitan más privacidad que nosotros —murmura Christopher —. Nos divertiremos luego.
—Afuera Mauricio espera pacientemente.

Christopher: Vayamos todos a buscar café y donas.
— A las cuatro en punto exactas hay un golpe en la puerta de la suite. Mauricio hace entrar al Detective Clark, quien luce más malhumorado que de costumbre. Siempre parece estar de mal humor. Tal vez sea la forma en que su rostro está formado.

Detective: Sr. Vélez , Sra. Vélez, gracias por recibirme.

Christopher: Detective Clark. —Christopher le da la mano y le indica que se siente. Me siento en el sofá donde gocé tanto anoche. La idea me hace ruborizar.

Detective: Es a la Sra. Vélez a quien deseo ver —dice Clark intencionadamente a Christopher y a Mauricio parado junto a la puerta. Christopher mira y luego asiente casi imperceptiblemente a Mauricio, quien da media vuelta y se va, cerrando la puerta detrás de él.

Christopher: Cualquier cosa que quiera decirle a mi esposa puede decirla frente a mí. —La voz de Christopher es fría y profesional. El Detective Clark se vuelve hacia mí.

Detective/ ¿Está segura de que quiere que su esposo esté presente?

Tn: Por supuesto. No tengo nada que ocultar. ¿Sólo me está entrevistando?

Detective: Sí, señora.

Tn: Me gustaría que mi esposo se quedara. —Christopher se sienta junto a mí, irradiando tensión.

Detective: Está bien —murmura Clark resignado. Se aclara la garganta—. Sra. Vélez, el Sr. Hyde mantiene que usted lo acosó sexualmente y que le hizo varios avances lascivos. — ¡Oh! Casi estallo en carcajadas, pero pongo mi mano en el muslo de Christopher para contenerlo a la vez que se mueve hacia adelante en su asiento.

Christopher: Eso es absurdo —farfulla Christopher. Aprieto su pierna para silenciarlo.

Tn: Eso no es verdad —declaro calmadamente—. De hecho, fue a la inversa. Él me hizo propuestas deshonestas de una manera muy agresiva, y fue despedido. — La boca del Detective Clark se aplana brevemente en una fina línea antes de continuar.

Detective: Hyde alega que usted fabricó una historia de acoso sexual para lograr que fuera despedido. Dice que hizo eso por que él rechazó sus avances y porque quería su trabajo. — Frunzo el ceño. Maldición. Jack está incluso más demente de lo que había pensado.

Tn: Eso no es verdad. —Sacudo la cabeza.

Christopher: Detective, por favor no me diga que condujo hasta aquí para hostigar a mi esposa con estas ridículas acusaciones. — El Detective Clark vuelve su fría mirada azul hacia Christopher.

Detective: Necesito oír esto de la Sra. Vélez. señor —dice con calmado control. Aprieto la pierna de Christopher una vez más, implorándole silenciosamente que mantenga la calma.

Christopher: No necesitas oír esta mierda, Tn.

Tn Creo que debería hacerle saber al Detective Clark lo que sucedió.— Christopher me mira impasible por el latido de un corazón, luego hace un gesto de resignación con la mano.

Tn: Lo que Hyde dice simplemente no es verdad. —Mi voz suena calma, aunque no me siento así en lo absoluto. Estoy desconcertada por todas estas acusaciones y nerviosa por que Christopher pueda explotar. ¿Cuál es el juego de Hyde?—. El Sr. Hyde me abordó en la cocina de la oficina una noche. Me dijo que fue gracias a él que yo había sido contratada y que esperaba favores sexuales a cambio. Intentó chantajearme, usando correos electrónicos que yo le había enviado a Christopher quien no era mi esposo en ese entonces. No sabía que Hyde había estado monitoreando mis correos. Él está delirando; incluso me acusó de ser una espía enviada por Christopher, presumiblemente para ayudarlo a apoderarse de la compañía. Él no sabía que Christopher ya había comprado la empresa. —Sacudo la cabeza mientras recuerdo mi estresante y tenso encuentro con Hyde—. Finalmente, yo... yo lo derribé.

Las cejas de Clark se elevan con sorpresa. —¿Lo derribó?

Tn: Mi padre solía estar en el ejército. Hyde... um, me tocó, y yo sé cómo defenderme.— Christopher me mira con una breve mirada de orgullo.

Detective: Ya veo —Clark se inclina hacia atrás en el sofá, suspirando pesadamente.

Christophe: ¿Ha hablado con alguna de las anteriores AP de Hyde? —pregunta Christopher casi afablemente.

Detective: Sí, lo hemos hecho. Pero la verdad es que no podemos lograr que ninguna de sus asistentes hable con nosotros. Todas dicen que él es un jefe ejemplar, aunque ninguna duró más de tres meses.

Christopher: Nosotros también hemos tenido ese problema —murmura Christopher. — ¿Oh? Miro a Christopher con la boca abierta al igual que lo hace el Detective Clark. —Mi jefe de seguridad. Él entrevistó a las cinco AP de Hyde.

Detective: ¿Y por qué hizo eso? — Christopherle da una mirada acerada.

Christopher: Porque mi esposa trabajaba para él, y hago revisiones de seguridad sobre todas las personas que trabajan con mi esposa. — El Detective Clark se sonroja. Me encojo de hombros en señal de disculpa con una sonrisa que dice bienvenido a mi mundo.

Detective: Ya veo —murmura Clark—. Creo que aquí hay más de lo que se ve, Sr. Vélez. Mañana llevaremos a cabo una búsqueda más exhaustiva de su departamento, así que quizás aparezca. Aunque al parecer no ha vivido ahí por largo tiempo.

Tn: ¿Ya han revisado?

Detective: Sí. Lo haremos de nuevo. Una búsqueda de huellas dactilares esta vez.

Christopher: ¿Todavía no lo han acusado por el intento de homicidio de Ros Bayley y de mí? —dice Christopher suavemente.— ¿Qué?

Detective: Esperamos encontrar más evidencia relacionada con el sabotaje de su helicóptero, Sr. Vélez. Necesitamos más que una huella parcial, y mientras él esté en custodia, podemos construir un caso.

Christopher: ¿Eso es por todo lo que vino hasta aquí? — Clark se eriza.

Detective: Sí, Sr. Vélez, lo es, ¿a menos que se le haya ocurrido algo más sobre la nota? — ¿Nota? ¿Qué nota?

Mi esposo...el diablo. (Christopher Vélez y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora