Capítulo 40. (5/10)

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Gia: Oh en vez de la cubierta, podemos incorporar una madera de un color de tu elección en la puerta de cristal, eso quizás ayude a mantener el espíritu mediterráneo —continuo ella.

Christophe: Como las brillantes persianas azules en el Sur de Francia —murmuro a Chris, que me esta viendo atentamente. Toma un trago de vino y traga, muy evasivo. Hmm. No le gusta esa idea pero no me desautoriza, o me lanza hacia abajo, o me hace sentir estúpida. Dios, este hombre es un manojo de contradicciones. Las palabras que dijo ayer vienen a mi mente "Quiero que esta casa sea de la manera que quieres. Lo que tú quieras. Es tuyo." Él quiere que yo sea feliz... feliz en todo lo que haga. En el fondo creo que sé esto. Es sólo.. que me contengo a mi misma. No pienses sobre nuestro argumento ahora. Mi subconsciente me mira. Gia esta mirando a Christopher, esperando por él para tomar la decisión. Observo mientras sus pupilas se dilatan y sus brillantes labios se parten. Su lengua se dispara rápido sobre su labio superior antes de tomar un trago de vino. Cuando me giro hacia Christopher todavía está viéndome—no a ella para nada. ¡Si! Voy a tener una plática con la Srta. Matteo.

Christopher: Tn, ¿Qué quieres hacer? —murmura Chris, muy claramente dejándome decidir. — Me gusta la idea de la cubierta.

Tn: A mí, también. — Me giro hacia Gia. Ey, señorita, míreme a mí. No a él. Soy la que esta tomando las decisiones en esto. —Creo que me gustaría dar un vistazo a los dibujos mostrando la cubierta más grande y los pilares que están acordes con la casa.

De mala gana, Gia arrastra sus ávidos ojos lejos de mi esposo y sonríe hacia mí. ¿Ella piensa que no me voy a dar cuenta?

Gia: Seguro —Asiente gratamente—. ¿Algún otro problema?

¿Otro aparte de ti comiéndote con los ojos a mi esposo?

Tn: Christopher quiere remodelar la habitación principal —murmuro. Hay una discreta tos desde la entrada de la gran habitación. Los tres nos giramos para encontrar a Mauricio de pie allí.

Christopher: ¿Mauricio? —pregunta Chris.

Mauricio: Necesito a hablar con usted un asunto urgente, Sr Vélez. — Christopher aprieta mis hombros desde atrás y se dirige a Gia.

Christopher: La Sra Vélez esta a cargo de este proyecto, ella tiene total autoridad. Lo que ella quiera, es de ella. Confío completamente en sus instintos. —Su voz se altera sutilmente. En ella escucho orgullo y una velada advertencia, ¿una advertencia para Gia? ¿Confía en mis instintos? Oh, este hombre es exasperante. Acaricio su mano que descansa en mi hombro. —Si me disculpan. —Christopher aprieta mis hombros antes de seguir a Mauricio. Me pregunto vanamente que esta pasando.

Gia: ¿Así que... la habitación principal? —pregunta Gia nerviosamente.

Levanto mi mirada hacia ella, pausando por un momento para asegurarme que Christopher y Mauricio están fuera de nuestro alcance del oído. Luego llamando toda mi fuerza interior y el hecho de que he estado seriamente picada por las últimas cinco horas, lo deje salir.

Tn: Tienes razón de estar nerviosa, Gia, porque ahora mismo tu trabajo en este proyecto esta colgando en la balanza. Pero estoy segura que estaremos bien mientras mantengas tus manos fuera de mi esposo. De otra forma, estarás despedida. ¿Entendido? —enuncie cada palabra claramente.
Ella parpadeo rápidamente, completamente fuera de si. Ella no podía creer lo que había dicho. Yo no podía creer lo que acababa de decir. Pero me mantuve firme, mirando impasible a sus ojos marrones cada vez más amplios.

Gia: Tn... Sra Vélez... y-yo lo lamento mucho. Yo nunca... —Se sonrojo, insegura de que más puede decir.

Tn: Déjame ser clara. Mi esposo no esta interesado en ti.

Gia: Por supuesto —murmura, la sangre drenando de su cara.

Tn: Como dije, sólo quería ser clara.

Gia: Sra Vélez, sinceramente me disculpo si pensó... que tengo... —Ella se detuvo, tambaleando por algo que decir.

Tn: Bien. Mientras nos entendamos la una a la otra, estaremos bien. Ahora, te dejare saber que tenemos en mente para la habitación principal, luego me gustaría recorrer en todos los materiales que piensas utilizar. Como sabes, Christopher y yo estamos determinados en que esta casa deber ser ecológicamente sustentable, y me gustaría asegurarle de dónde vienen y cómo son los materiales.

Gia: P-por supuesto —tartamudea, ojos bien abiertos francamente un poco intimidada por mí. Esta es la primera vez. Gia arregla su cabello en su lugar, y me doy cuenta que es un gesto nervioso. —¿La habitación principal? —pide con ansiedad, su voz un débil susurro. Ahora que tengo la delantera,siento relajarme por primera vez desde mi reunión con Christopher esta tarde. Puedo hacer esto.
*****
Christopher se nos une justo cuando estamos terminando.

Christopher: ¿Todo listo? —pregunta. Pone su brazo alrededor de mi cintura y se gira hacia Gia.

Gia: Si, Sr Vélez—Gia sonríe alegremente, aunque su sonrisa luce frágil—. Voy a tener los cambios realizados para usted en un par de días.

Christopher: Excelente. ¿Estás feliz? —me pregunta directamente, sus ojos cálidos y penetrantes. Asiento sonrojándome por alguna razón que no entiendo.

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No crean que me olvide del maratón, tuve unas cosas que hacer pero ya estamos ready💞

Mi esposo...el diablo. (Christopher Vélez y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora