Si me dieran a elegir una vez más, te elegiría sin pensarlo, porque no hay nada que pensar.
°Narrador omnisciente °
Se sentó a la mitad de aquel inmenso patio, la brisa que caía y la neblina que no lo dejaba ver más allá de la cerca lo hacían sentir ahogado, parecía preso y las ganas de salir de ese lugar lo hacían perecer.
Quería verla, quería abrazarla, quería estar con ella... como antes, como todas las veces que estuvieron en la escuela juntos, haciendo cualquier tontería, diciendo cualquier tontería.
Y de nuevo se odiaba a sí mismo por tanto tiempo desperdiciado.
—Draco—lo tomó del hombro.
Por un momento pensó que era su padre y el coraje le había echo alejar en hombro del tacto, pero no era así, no era su padre, era su madre.
Aquella mujer de cabellos rubios y mirada perdida. Tan parecida a el.
—¿Si?.
Y ella le miro, sin decir nada extendió su mano para que el la tomará.
—Ya se han ido todos, necesitas volver.
Draco asintió y se levantó junto con ella, Narcissa más que nadie se veía tan apagada, ella era; Hasta ahora, la mayor razón por la que Draco había planeado aceptar todo esto.
Porque la amaba.
—Madre.
Ella lo miro incitandolo a seguir.
—Si te dijera que me enamoré, ¿me creerias?.
Abrió los ojos desmesuradamente, el imaginar que su pequeño estaba enamorado la hacia sentir más enferma y más vieja.
—Claro que lo haría—le acarició la mejilla—eres mi pequeño, tienes corazón y toda persona tiene derecho a hacerlo.
—si te dijera quien es, no pensarias lo mismo.—balbuceo.
—Si me dijeras quien es, iría hacia ella y le diría que ah tomado sin permiso lo más hermoso que tengo—sonrió.
—Estoy enamorado madre, y cometí un grave error, no debí de haberlo echo estando en esta situación y siendo ella quien es...—bajo la mirada.
Entonces eso bastó mucho para que Narcissa se dirá cuenta de quien se trataba.
—Draco... es...
El asintió.
—Si, estoy enamorado de _________, y no puedo evitarlo y no puedo sacarla de mi mente, madre, por más que quiero, no puedo, quiero olvidarla, quiero ya no pensar en ella, estar... estar como antes, pero no puedo, ella causó algo aquí- tocó su pecho- dentro de mi, ya no soy el mismo... ya no.—las lágrimas comenzaban a correr por las mejillas de su madre.
Y Draco se acercó a ella, para limpiarlas tal y como lo hacía con ______.
—Draco, ¿Sabes... Sabes que pasará si el lo sabe?.
—¿Que si no lo se?—se alejo- ¡Claro que lo se!—Draco miro a lo lejos—Tal vez lo mejor sería olvidarla.
—¿Olvidarla pequeño idiota?, ¿y olvidar eso que te hace feliz?, aquello por lo que vives o sobrevives, ¿¡ESTAS DEMENTE!?.
—Ma...
—Tienes que luchar por ella, no la pierdas Draco, no se te ocurra hacer algo así.
—Yo...
Pero no podía decir nada, el echo de que su madre lo apoyará en algo de tal magnitud lo hacía sentirse tan agradecido con ella, lo hacía sentirse feliz, por un momento en su vida después de tanta tragedia Draco parecía sonreír.
—Tienes razón, no voy a olvidarla porque no puedo, Madre... quiero estar con ella, yo...
—Lo estarás pequeño, no lo dudes- acaricio su cara- no hay duda de eso, te lo juro.
Draco sonrió.
—Lo se.
—Ahora entremos, necesitas dormir.
[...]
Y el silencio se apoderaba de la habitacion, el pensar en lo que podría pasar los minutos siguientes la hacían estremecer, Harry había subido a la habitación y ella se había quedado sola abajo porque pensaba que el subir habría infligido en la privacidad de el.
Entonces sólo se recargo en la mesa, mientras contaba los minutos y escuchaba con atención cada sonido que de alguna manera aparecía en algún lugar, los minutos pasaban más lentos que de costumbre para ella, parecía que las manecillas del reloj que se encontraba colgado en la pared frente a ella no se movían.
Camino a la cocina, tal vez un vaso de jugo disminuiría su nerviosismo, abrió con cuidado el refrigerador como aquellas veces que lo había echo de madrugada mientras todos dormían, tomó la caja de jugo y antes de acordarse de que ya nadie estaría en esa casa se la enpino tomándose todo el contenido.
Pero entonces un ruido se intensificó, afuera el de una moto casi chocando se hizo notar, Harry bajo corriendo mientras _________ había llegado ya a la puerta y estaba lista para abrirla, por fin habían llegado.
Empezaron a aparecer figuras a la vista cuando los Encantamientos Desilusionadores se iban alzando.
Dominando la escena estaba Hagrid, llevando un casco y guantes y sentado a horcajadas en una enorme motocicleta con un sidecar negro adjunto.
A su alrededor los demás estaban desmontando de escobas y, en dos casos, de esqueléticos y negros caballos.
Abriéndo de golpe la puerta trasera, se lanzaron entre ellos.
Hubo un grito general de saludo mientras Hermione les lanzaba los brazos alrededor y Ron le palmeaba la espalda a Harry, Hagrid dijo.
—¿Todo bien, chicos? ¿Listos para partir?.
—Definitivamente, —dijo Harry, sonriendo a todos ellos-.
—No puedo esperar—contestó emocionada.
Al fin saldría de ese lugar.
—¡Pero no esperabamos a tantos de Ustedes!
—Cambio de planes,—gruñó Ojoloco, que sujetaba dos enormes sacos, y cuyo ojo mágico estaba girando del cielo oscurecido a la casa y el jardín con mareante rapidez—. Pongámonos a cubierto antes de hablar de ello.
Y hasta atrás estaban ellos, juntos y sonriendo mientras esperaban ser notados.
Fred y George.
_______ corrió sin pensarlo junto a ellos mientras los demás entraban a la casa, beso la mejilla de cada uno con emoción.
—¡No creí verlos tan pronto chicos!.
—¿Quien crees que te protegerá?—pregunto Fred.
—¿No creiste que no vendriamos a uno de los momentos más grandes de tu vida?.
—Tal vez el único emocionante—Balbuceo.
—¡Callate Fred!—dijo golpeando sus costillas.
—Sabes que es broma, pequeña.—La abrazo.
—Entonces, ¿Entramos?—gruñó George.
—No te enojes —lo abrazó también.—Los amo chicos.
—Si, Si, "los amo chicos", ¡eso dirán cuando los maten!—Ojoloco los separo—¡Ahora entren o los metere de una patada!.