Returning Home

Remember when I quit

Recuerda cuando renuncié

***

Chicos... Va a doler, ok?

No lo hubiese hecho de este modo, si no tuviera algo que probar.

Intenten disfrutar el cap.

Mi gran plan, es que seré recordada. Mi gran plan, solo espera y verás. Es mejor que estés atento, porque me levantaré. ¡Que venga cualquier reto! Y algún día cercano, alguien me notará. -TLTM.

Durante más de dos horas, Percy se encargó de traducir eficientemente todo lo que Michael, Annabeth y la vieja Suka decían para que nadie quedase fuera de la conversación. Él y Grover añadían comentarios de vez en cuando, pero no demasiado. Conociendo a la vieja Suka, era mejor no hacerle perder la paciencia con lo que ella consideraría "comentarios tontos y fuera de lugar de mocosos buenos para nada". Roselany se quedó también, pero en absoluto silencio, simplemente observando y aprendiendo.

Percy sabía que Roselany estaba emparentada de algún modo con la vieja Suka, pero, para ser sincero la vieja Suka era tan vieja que todo Hawái tenía cierto grado de consanguinidad con ella. Como fuera, Roselany la respetaba muchísimo, y la interacción de Annabeth con la señora, elegante, seria, llena de entendimiento y diplomacia, no hizo más que abrillantarla más ante los ojos de la muchacha.

Si antes Annabeth era la muñeca prometida para navidad, ahora se había convertido en la nueva mesías.

Percy no pudo soportarlo mucho más de lo necesario. Tan pronto como la vieja Suka prometió "pensárselo" y Walton había mostrado un cheque lleno de muchos ceros, acompañado de promesas de un contrato escrito traducido en ambas lenguas, Percy se alejó del sonriente grupo, caminando lo más rápido posible hasta la camioneta para encerrarse ahí. No pensaba volver a salir hasta que Grover se detuviera frente a su casa.

Sí, quizá se había convertido en un cangrejo ermitaño, que no conseguía quedarse cómodo si no tenía una concha lo suficientemente grande protegiéndolo, pero... ¡Hey era el único modo en que los carroñeros como él podían salvarse de las nutrias! ¿Cierto?

Primeramente, había pensado que su ausencia no sería notada, pero, después de un par de minutos, Roselany se subió a la camioneta, para sentarse a su lado. Traía en su rostro, su bellísima sonrisa amistosa, y sus ojos rasgados brillaban con ilusión. Percy sintió ganas de gruñir.

-¡Es asombrosa! - dijo Roselany, evidentemente refiriéndose a Annabeth- ¿Viste todo lo que le ofreció a la vieja Suka?

¡Claro que había escuchado todo lo que le ofrecieron a Suka! Lo había traducido palabra por palabra.

No le dijo eso a Roselany, por supuesto. Ella no tenía la culpa de su mal humor. Siendo sincero consigo mismo, Percy no tenía ni la más mínima idea de por qué se sentía tan de la mierda, y eso solo conseguía ponerlo más nervioso. Estaba perdiendo el control y no deseaba que fuese de ese modo. Sentía la enorme necesidad de tomar alguna bebida alcohólica para tranquilizarse, pero dicha expectativa solo le resultaba más preocupante.