Returning Home

Have a nice day

Hola Hola corazones!!! Les gustan las metáforas?

Vieron que a veces sus mamis o papis o quien cocine en casa, se pasa toda la tarde haciendo una deliciosa sopa de pollo? Le ponen vegetales, y condimentos y bastante pollito con todo el amor del mundo. Y al final, piensan: ¡Oh, esta sopita de pollo me quedó muy rica, espero que a mi familia le guste mucho!

Y al final llega la familia y dice: ¿Sopa? Qué asco, yo quería espagueti >:v

Cuando eso pasa, a la persona que cocinó se le rompe el corazón, saben? Y es muy doloroso. Se deprime y no vuelve a cocinar en un tiempo, incluso cuando prometió que haría el desayuno al día siguiente.

Disfruten el cap.

***

Los Ángeles, California

Frank salió apresurado de la mansión di Angelo a tomar un poco de aire. Sentía que su cabeza iba a explotar y si subía a alguno de los pisos superiores, como Hazel se lo había recomendado, sabía que le sobrevendría la necesidad de dejarse caer hacia el abismo desde algún balcón. De acuerdo, probablemente estaba exagerando, pero es que así se sentía cada vez que algo como esto pasaba.

Y es que no había forma de que esa cena hubiese salido de peor manera.

Es decir, ya sabía que a Hades no le gustaría mucho la noticia de su compromiso con Hazel, lo tenía muy presente, por eso había hablado con Nico y no con los padres de su novia para sentirse más tranquilo antes de proponerle matrimonio. Pero eso... ¿Eso qué había sucedido hacía unos cuantos minutos? JA. Había sido una masacre.

Simplemente habían estado ellos cuatro durante la cena, gracias al cielo: Hades, Perséfone, Hazel y Frank. Él había considerado la opción de salir todos juntos a algún restaurante, pero Hazel había insistido en que, si algo salía mal, lo ideal sería tener la menor cantidad de público posible. Era una verdadera suerte que le hubiese hecho caso, porque de otro modo, la humillación sería aún mayor.

La entrada había transcurrido en calma, Perséfone con sus súper poderes de madrastra había probablemente olfateado que algo iba a ocurrir, así que se apresuró a hablar sobre los temas más intrascendentes que le pasaron por la cabeza, entreteniendo a Hazel, relajando a Hades, y dándole tiempo a Frank. Porque sí, él había decidido que si iba a morir, lo haría de forma honorable. Él quería ser quien les diera la noticia, no como pidiéndoles permiso, pero sí de forma respetable.

Sin embargo, al parecer Hades también tenía poderes de súper papá, porque se cansó muy rápido de la charla de su esposa, e inició con aquella conversación que siempre reanudaban en cada cena en la cual ambos estuviesen presentes. Aquella que a Frank le provocaba ansiedad, y a Hazel pánico. Quizá Frank se estresaba aún más, por saber que su novia lo estaba pasando mal, y no necesariamente por lo que su suegro dijera. El punto era, que sus manos empezaron a sudar, tan pronto como el hombre separó sus labios.

— ¿Has vuelto a hablar con tus superiores del ejercito?— la pregunta la había lanzado de la nada, tan pronto como sirvieron el segundo plato. La charla de Perséfone se detuvo en el aire, y Frank casi dio un saltito en su propio asiento.

—Eh... no... O sea, sí, no todos, algunos— no podía evitarlo, tener esos dos ojos negros cual obsidiana sobre él, lo llenaba de demasiados nervios. El balbuceo solo era el método de defensa que su sistema utilizaba. El sudor en sus manos era un efecto secundario— Pero... sí.

Y entonces empezó el interrogatorio, que si hablaban sobre la guerra, que si los soldados esto, que si los soldados aquello. Que si conocía a algún desmembrado, porque Hades había escuchado mucho sobre soldados desmembrados en Siria. Que incluso uno de sus socios tenía un primo que volvió a casa sin las dos piernas, y con un trozo de hueso expuesto y que habían tenido que operarlo porque le molestaba. ¿No había estado Frank en riesgo similar nunca?