Returning Home

Walter Walton

PRIVIUSLY EN RETURNING HOME:

Puta, qué había pasado?

Ah, sí, ya... Ejem

Annabeth se alió con Percy para poder construir en Hawái un edificio que la compañía de los Walton utilizará para su empresa de maquillaje. En atención al frente ambientalista y en consideración a los nativos, Michael aceptó trabajar una nueva línea amigable con el ambiente, por primera vez en su vida, pero falta presentarle la idea al jefe de jefes, o sea al papá de Michael: Walter, para ver si acepta o no.

Mientras tanto, Annabeth se está coshaseando al Percy, ya que el Michael no se dejó coshasear y perdió la oportunidad de su vida de coshasearse a Annabeth. Pero, Michael no sabe que ya se le fue el tren. Percy está escribiendo un nuevo libro y está muy emocionado porque Annabeth le está apoyando sin meterse más de la cuenta.

Y Annabeth solo quiere la pinche aprobación pa hacer su pinche edificio.

Y aún no sabemos quién... ¿qué? No los escucho...

Jajajaja disfruten el cap:

El mundo siempre está esperando a que tú seas "la mejor persona". A ellos no les interesa quien da el primer golpe, no. Si alguien te destroza el corazón en miles de pedazos, solo tienes que tomarlo con una sonrisa amplia y perdonar, porque eso es lo que haría una buena persona. Porque eso te hace parecer superior.

En un mundo como este, el dolor ajeno se olvida con rapidez, en virtud de la felicidad propia. La incomodidad del llanto es pasada por alto, si consigues ocultarla con una bonita imagen, de alguien viviendo el mejor momento de su vida. Es así, como el éxito en un ámbito puede ser capaz de nublar el fracaso en otro. Un empresario será exitoso, porque tiene dinero y hace caridad. Una persona infiel será feliz, porque ahora está con aquella a quien ama. Sin importar a quienes hayan tenido que destrozar en el camino.

Un miserable, solo será miserable. El dolor al que haya estado expuesto, no será un justificante.

Annabeth lo sabía. Annabeth siempre lo había sabido. Simplemente no lo decía en voz alta, porque nadie quiere escuchar estas cosas. Porque todos quieren ver la parte feliz y bonita de la vida, pero no están dispuestos a escuchar toda la tristeza y miseria que están ignorando. Y por supuesto, solo los miserables eran capaces de notarlo por naturaleza.

Los engañados. Los usados. Los traicionados... Los rotos.

Tan solo unos pocos conseguían salir del agujero de la basura, y convertirse en parte del equipo ganador. Aunque, por supuesto, si no había una sonrisa de éxito en sus rostros, entonces no serían héroes, sino villanos. El éxito y la miseria no podían ser compatibles. Y si alguien osaba mostrar la cara de ambos, en lugar de ocultarla bajo la máscara de la complacencia, entonces, era un monstruo.

Un ser humano ruin, sin compasión, que solo actuaba para su propio beneficio. El dolor al que haya estado expuesto, no sería jamás, un justificante.

Afortunadamente, con los años, Annabeth se sentía cada vez más acostumbrada y mezquina con respecto a esa situación. Ya casi no le importaba en absoluto, o al menos no perdía su valioso tiempo quejándose por ello. Casi nunca.