Returning Home

When, dammit?

¿Cuándo, maldita sea?

Denver, Colorado

Leo intentó no pensar, más de la cuenta, en lo que acababa de presenciar en casa de Will. Todas las parejas tenían discusiones, algunas más que otras. Él solo había tenido la mala suerte de llamar en el momento menos indicado. ¿Cierto? Además, ya estaba demasiado preocupado por Frank, Piper y Jason como para preocuparse por Will porque...

¡Genial! Ahora estaba preocupado.

Y Leo odiaba estar preocupado. Simplemente iba en contra de su personalidad, su esencia y sus buenos principios. El estrés le restaba minutos a su vida como una bruja le chuparía la sangre a una jovencita virgen en ritual.

Sacudió la cabeza, fuertemente y seleccionó a todos los chicos que quería agregar a la video-llamada. Presionó el botón, y esperó. El primero en contestar, como ya se lo esperaba, fue Will, a quien, al parecer, los cinco segundos de silencio en su apartamento le habían devuelto la calma, y ahora tenía una sonrisa relajada en su rostro. El oso de peluche, con peinado mohawk, collar de púas y chaqueta de motociclista, estaba aún en su regazo, y Will estaba sentado, tranquilamente en posición india sobre su cama.

—Hola de nuevo— dijo el doctor tan pronto como la pantalla lo filmó, tal y como lo había dicho, ahora estaba en el computador, pero su atención se desvió de nuevo a su celular y su ceño se frunció.

— ¡Hey! ¿Qué tal? — Jason fue el segundo en atender a la llamada, y casi de inmediato, Frank Zhang apareció con una sonrisa en sus labios, feliz, tranquilo, despreocupado.... Leo quiso matarlo.

— ¡Hola chicos! — dijo el chino-canadiense— ¿Cómo están?

— ¿Cómo estamos? ¿Cómo estamos?— Leo no pudo evitar recriminarle. El latino sufría en silencio, mientras Zhang se divertía de lo lindo, ¿no? ¡Maldito panda!— ¡Tú cómo crees que estoy! ¡Maldito chino, egoísta!

— ¡Hey! ¿Ahora que hice?— devolvió Frank, sin embargo, Leo no tuvo tiempo para contestar, ya que Percy apareció también en pantalla.

—Leo, Frank— empezó a saludar lentamente— Bro — lanzó un guiño no-gay en esta ocasión— Will— el rubio le devolvió la sonrisa— Oso, amigo de Will— Terminó de saludar Percy, y entonces Will pareció entrar en una especie de crisis traumática, como si recién recordara que tenía al oso en sus manos.

Y lo siguiente pasó todo muy rápido. El rostro de Nico apareció en pantalla, Will lanzó el oso lejos de la vista, tan fuerte y rápido como pudo, pero a la vez, tan poco discretamente que fue demasiado notorio que era importante, para todos. Incluso para Nico. La única diferencia, era que nadie tenía ni puta idea de qué era lo que Will había intentado esconder...

Excepto Nico.

Por un momento, todo se quedó en absoluto silencio. Nico tenía la boca ligeramente abierta, como si no pudiera creer algo... El resto de los chicos, simplemente miraban con confusión. Percy, que había sido el culpable de mencionar la existencia del oso, tenía una ceja levantada y no podía decidir entre si debía disculparse, o simplemente mantener su boca cerrada. Al final se decidió por reanudar su saludo.

—... Y... Hola Nico— dijo el ojiverde, y fue ignorado monumentalmente.

— ¿Ese era Orlando?— Preguntó Nico, y para Leo fue más que evidente que se lo estaba preguntando a Will, y que al parecer, el oso era más viejo de lo que aparentaba... Y que, consecuentemente, Will le había mentido a Terry. No quería siquiera pensar en los motivos por los cuales, Nico recordaba el nombre del oso, siendo que el italiano a duras penas recordaba los nombres completos de sus amigos (y eso que los conocía desde hacía más de una década).