Returning Home

Rude

Escuchen la canción, o no van a entender el primer POV

Es Rude, de MAGIC!

No era sábado, y tampoco tenía pensado salir de su casa, pero durante los últimos meses, esa canción se había convertido en su mantra. La escuchaba siempre que podía, y lo hacía volver a su lugar de felicidad. No utilizaba audífonos, la ponía en su parlante portátil a todo volumen y la escuchaba una y otra vez hasta que se sentía mejor. Al mismo tiempo, se ponía a hacer lo que necesitara: ejercicio, investigación, elegir al azar un todo de color blanco de los cuarenta y ocho iguales que Hazel le había enviado para saber cuál le gustaba más.

Cosa de todos los días.

La buena noticia, es que había descubierto que, si elegía, por ejemplo, diez de los cuadritos blancos y se los reenviaba a su novia diciéndole: "Estos son mis favoritos, pero no logro decidirme por uno", entonces ella se lo tomaba muy bien, le decía que eran buenas elecciones y se encargaría del resto ella. Así que últimamente Frank hacía eso. Reducía la lista gigante que Hazel le pasaba, y le permitía elegir.

Pronto empezarían a elegir la comida que se serviría, en eso, Frank esperaba, si tendría una opinión clara y conocedora sobre qué prefería y qué rechazaba. También con respecto a los lugares para celebrar la boda. Sabía, por ejemplo, que la playa estaba eliminada por completo de la lista de opciones. Hazel había dicho que no iba a hacer ropa con tela de bañador y Frank no quería tener arena en los calzoncillos en el día más importante de su vida. Eso ya era un gran adelanto, en su opinión.

La tercera vez en el día que escuchó la canción, comenzó a cantarla con el cantante, a viva voz. Se sentía jodidamente identificado, es decir, su suegro también lo odiaba, y Hades también era un hombre "pasado de moda". Frank sabía que si le hubiera pedido permiso para casarse con Hazel, él habría dicho que no. Por eso, justamente, no le preguntó. Le bastaba la bendición de Nico, por más cursi que eso fuera.

Aún así, a veces quería llevarle serenata al señor di Angelo y cantar esa canción, tan fuerte como la estaba cantando en ese momento, pero completamente borracho, y acompañado de un montón de músicos, que, en sus fantasías, por algún motivo tenían el rostro de sus amigos. La respuesta seguiría siendo negativa, pero eso no importaba en una fantasía.

—ME VOY A CASAR CON ELLA DE TODOS MODOS— gritó, al mismo tiempo que la canción. Después soltó un suspiro y se puso un lápiz fingiendo ser un bigote, sobre su ya notorio bigote real. Lo sostuvo al hacer un puchero con sus labios, mientras balanceaba la silla en la que estaba sentado hacia atrás.

Había estado trabajando en un ensayo que su universidad le había pedido para presentar a los estudiantes de nuevo ingreso. De vez en cuando le pedían ese tipo de cosas, y como a Frank no se le dificultaba hablar sobre la fauna silvestre, lo hacía sin dudarlo. Él lo haría de gratis incluso, pero resultaba que le pagaban. Al laboratorio donde trabajaba no le molestaba, así que... era genial.