Celestino

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Vieron que es curioso que la mayor parte de los caps que son en Italia, llevan el nombre de alguno de los batos que se llevó Nico a la cama? Santino... Piero... Sole...

No se los recuerdo por ningún motivo en específico... Claro que no... pfff

***

Lazio, Roma.

Oh my God, oh God you guys, looks like Elle's gonna win the Price, if there ever was a perfect couple, this one qualifies, oh my God you guys.

La oficina de Nico era un lugar bastante privado dentro del complejo edificio en el cual estaba el bufete para el cual trabajaba. Era la última de todo el pasillo, y por lo tanto, la más difícil de accesar. La número 13, en el piso número 7. ¿Una mala treta del destino? Quizás, pero nunca le había molestado nada de eso. Su oficina, era como su segunda casa. El segundo lugar en el que podía encontrar paz, y el segundo lugar en el cual tenía jurisdicción absoluta.

Así que podía hacer ahí lo que le diera la puta gana, y eso incluía, martirizarse a sí mismo escuchando las canciones de uno de los musicales favoritos de Will. Aquel que habían ido a ver juntos a Broadway. Si bien era cierto que el rosa que se utilizaba en Legally Blonde era empalagoso hasta el cansancio, a Nico no le había desagradado tanto.

De acuerdo... lo aceptaba. Le gustaba. Y era una de las muchas razones por las cuales había decidido convertirse en abogado... Pero jamás lo aceptaría en voz alta.

Al mismo tiempo que tecleaba en su laptop las letras de un voto de hace dos años, que podría ayudarle a ganar esta defensa en específico (ayudarle a su jefe, en realidad, él no iría a la audiencia), una de las canciones más femeninas, cursis y patéticas de la historia sonaba a un volumen moderado, llenando el espacio.

Se le escapó una sonrisa cuando recordó lo mucho que se había quejado de escuchar tantas veces el "Oh my God", aquella noche. Incluso recordaba haber mirado a Will, luego de la primer canción, con expresión seria y ofuscada solo para decirle que si escuchaba esas tres palabras una vez más iba a vomitar.

Will se había reído como nunca, pues ya sabía que se repetía lo mismo durante toda la puta presentación.

Su mano se movió casi involuntariamente hasta llegar a su teléfono celular, y escribió y envió un "Hey" en el chat con Will Solace, rápido, antes de poder arrepentirse. No había recibido la prometida llamada durante una semana y media, lo cual significaba que probablemente Will se había reconciliado con el imbécil número uno, y estaba demasiado entretenido como para pensar en su ex.

No es que eso le molestara, no tenía por qué hacerlo.

Sin darse cuenta, sus labios estaban moviéndose, siguiendo la letra de la canción a la perfección, sin cometer ni un solo error. Su atención, por otro lado, estaba escribiendo otro mensaje. No quería pensar demasiado, era como si sus dedos simplemente escribieran y ya. No tomaban en cuenta las posibles consecuencias, no se preocupaban por absolutamente nada.

"¿Recuerdas cuando fuimos a ver Legally Blonde?"

Lo escribe, y está a punto de presionar el botón de enviar, pero entonces, quizá el destino estaba echándole una mano a su orgullo, quizá las estrellas se alinearon para salvar lo ultimo que quedaba de su dignidad...

Returning HomeWhere stories live. Discover now