Flashbacks

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Quizá Dave no debió haber iniciado el correo electrónico con un "Hey, mariposa", simplemente había creído que no era algo demasiado importante. Era más una especie de broma interna que, había esperado, Will entendería. Pero, habían pasado varios días y Will aún no le había enviado su respuesta.

No podría garantizar que la oportunidad prevaleciera en pie, si Will no contestaba lo suficientemente rápido. El doctor Cooper, que desde un principio había estado ansioso por conocer al tan estupendo doctor que Dave había recomendado, ya estaba empezando a impacientarse. Estaba soltando comentarios de "ya no estoy tan joven, David" o "¿no es mejor si lanzamos un anuncio de concurso por el puesto?", hasta el peor de todos: "Quizá lo mejor sea que me retire de una vez y que el puesto lo tome quien sea, de todos modos, ya estoy demasiado viejo".

Lo cual era posiblemente su berrinche de anciano por no obtener su nuevo juguete lo suficientemente rápido.

Dave no estaba seguro sobre cuántos años tenía el doctor Cooper, pero era mayor que su propio padre. Aún así, tampoco estaba tan extremadamente viejo como para no poder elegir a su sucesor. Sobre todo cuando ese resultaba ser un tema tan importante para él.

El plan original del doctor Cooper, había sido tener un hijo que fuese médico. Y él, o ella, sería quien lo relevaría en su vejez, como lo habían hecho todos los Cooper de las generaciones anteriores a la suya. Tuvo seis hijos: dos de ellas, habían muerto en un accidente de tránsito antes de los veinte. De los cuatro restantes, los dos varones decidieron dedicarse a otras profesiones, y de las otras dos chicas, una era modelo, y la última ingeniera.

Eso, por supuesto, le había roto el corazón. Pero, se mantuvo trabajando.

Dave lo conoció cuando se hartó de intentar impresionar a cualquiera de sus dos padres, para no obtener nada más que regaños y reprimendas por no ser lo suficientemente bueno, así que decidió darse por vencido, y tomar un trabajo en Los Ángeles, donde, para empezar, era más fácil encontrarse con Kaleb, y para terminar, su padre tenía las influencias adecuadas para colocarlo de inmediato.

Un padre cuyos hijos no querían seguir su camino, y un hijo cuyos padres no querían tener rondando alrededor de sus faldas... Fueron la pareja perfecta en un inicio. El doctor Cooper prácticamente lo adoptó. Lo quería como a un hijo, y lo respetaba como a un colega. Para Dave fue bastante doloroso tener que decirle que él tampoco quería ser cirujano, sino que su lugar estaba en la Ginecología y Obstetricia.

Ahora, que el doctor Cooper finalmente estaba llegando a los que parecían ser los últimos años de su carrera, Dave no pudo evitar comentarle sobre Will. Los ojos de Cooper habían brillado como los de un minero en busca de diamantes, cuando finalmente encuentra uno. Le había hecho preguntas durante varios días. Era un niño, esperando por su cumpleaños, cuando aún es demasiado pequeño para entender el concepto del paso de los días.

Y Dave sabía que iba a encontrar un buen pupilo en Will. A Solace le bastaba un día, o quizá menos, para encariñarse con la gente. No importaba lo pegajoso que pudiera ser el doctor Cooper, Will sabría tolerarlo, y aprendería en el proceso. Encajarían incluso mejor de lo que Dave había conseguido hacerlo. Era un excelente trato para todos.

El único problema, era que Dave y Will, no eran exactamente amigos, y eso, por supuesto, era culpa de Dave. Aún así, él había esperado que Will no permitiera que una estupidez ocurrida en el pasado interviniera en lo que podría ser la oferta laboral de su vida. Al parecer, lo que Dave le había hecho, era brutalmente peor de lo que recordaba.

Estaba quizá, más allá de todo perdón.

Dave se levantó aquella mañana, para revisar su correo electrónico en busca de una respuesta, pero no la encontró, así que tuvo que viajar al hospital sin ella. Lo primero que hizo, al levantarse de la cama, fue despertar al obseso cerdo que dormía a su lado.

Returning HomeΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα