Returning Home

Get Away

Desearía, más que mi vida, desearía, más que nada, más que la luna, desearía, más que la vida, más que riquezas, más que nada...- Prologue, Into the woods

***

Nico no había sido capaz de pegar los ojos en toda la maldita noche. Para empezar, llegó un punto en su vida, en el que dormir en una cama que no fuese la suya, se le volvía tan difícil e incómodo como dormir de pie. Había empezado a odiar las camas de los hoteles, cuando estaba en la universidad. Quizá era debido a que cuando estaba demasiado cansado, el único consuelo que encontraba era su propia cama...

Como fuera, él punto era que él simplemente no podía dormir en el mismo país que Will Solace cuando sabía que esta tierra había sido testigo de la atrocidad de él, su Sole, estando con el imbécil más estúpido del planeta tierra.

¿Qué tenía que ver lo primero con lo segundo? Probablemente nada, pero daba igual. Le importaba una mierda. No pudo dormir. Punto.

Pasó todo el puto día en la conferencia que probablemente le había costado un ojo de la cara a Donato, y no le habían dicho nada que no supiera ya. Estaba harto de todo, se quería largar a Italia lo más pronto posible, quería refugiarse en su casa y no salir de ahí en lo que restaba del año. Sí, cuando estuviese de vuelta, iba a convertirse en ermitaño. ¿Lo dejaría Donato trabajar desde casa?

No, definitivamente no. Estaba delirando.

Estaba ligeramente consciente de que Celestino le hablaba de vez en cuando, él contestaba con monosílabos de los cuales ni siquiera alcanzaba a comprender el significado. Solo quería que acabara el día, que los días se consumieran a la velocidad de la luz y que terminara el maldito viaje para poder regresar a Italia de una vez por todas. Italia era bueno, ahí estaba solo y era libre de hacer lo que le viniese en gana. La culpa de sus acciones no lo atormentaba tanto... En Italia podía dormir... a veces.

Pero no, estaba en Inglaterra. Y además de eso había aceptado ir a esa estúpida "reunión" con Will y... y.... Idiota número uno. Se negaba a si quiera pensar en ese nombre maldito. ¡Oh, pobres aquellos que se llamen igual! La madre naturaleza les debía una disculpa por tremendo insulto y una vida llena de confort y placeres desmesurados.

Para empezar, ¿a qué demonios llamaban ellos "reunión"? ¿Era algo formal? ¿Un concierto? ¿Una salida a un bar? ¿Una orgía? ¡Qué demonios era una reunión! ¿Eh? ¿Eh? ¿Y cómo demonios iba a soportar Nico estar ahí encerrado en el mismo espacio tiempo que ese bastardo? ¿Y si comenzaba a besar a Will? ¿Cómo iba a conseguir no vomitar? ¿Cómo maldita sea iba a tolerar al resto de ingleses amigos de Will y ese imbécil? No podía afrontar esto solo, era imposible. Quizá con Jason o Reyna, pero no solo.

El mensaje con la ubicación del lugar indicado llegó a mitad de la tarde. Nico lo odió, porque sabía que, a pesar de que estaba en el chat con Will, lo había enviado el imbécil. No sabía cómo lo sabía, pero estaba seguro, completamente seguro. El reconocía a Will con los ojos cerrados y desde el otro lado del mundo. Ese mensaje no lo había enviado él.

Ya había oscurecido, el día realmente se había ido volando, y ya debería estar listo para ir a ese lugar, pero no paraba de cambiar su vestimenta una y otra vez.

¡SÍ! ¡COMO UNA MALDITA ADOLESCENTE ENAMORADA! Y ERA LO MÁS PATÉTICO QUE HABÍA HECHO EN TODA SU EXISTENCIA, Y SE ODIABA POR ELLO Y QUERÍA LANZARSE DESDE LA PUTA VENTANA DEL EDIFICIO O QUE ALGUIEN LO MATARA DE UNA MALDITA VEZ POR TODAS.

—Wow, te vez genial— la voz de Celestino lo sacó de sus pensamientos suicidas. Si no dio un saltito fue por el entrenamiento previo con su padre apareciendo cuando quería.