EL PRÍNCIPE Y LA PERLA 7 (SPANISH)

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Krist frunció el ceño al notar cómo, en vez de volver a su estado normal, el miembro de Singto parecía aumentar de tamaño. Incluso estaba liberando una mayor cantidad de gotitas que caían sobre las aguas templadas de la bañera. 

"¿Por qué?", se preguntó mientras recordaba a la jefa de las cocinas masajeando la piel enrojecida de una de las chicas que trabajaban allí. 

La joven se había acercado demasiado al fuego y había acabado con un brazo enrojecido e hinchado. Esa rojez le había recordado sus noches pasadas, sus intentos por no tocar lo que tenía entre sus piernas por temor a que esas sensaciones aumentaran...y sin embargo ahora estaba viendo cómo la oronda mujer hacía justamente lo contrario, acariciar la piel mientras aplicaba una pomada que había sacado de uno de los cajones.

Sin darse cuenta comenzó a asentir con la cabeza, prometiéndose intentar hacer lo mismo si volvía a notar ese dolor, esa sensación que no le había dejado dormir ninguna de esas dichosas noches. Sin embargo, no había vuelto a tener ese problema y, viendo a Singto sufriendo lo mismo, había decidido ayudarse.

Y sin embargo...

"No lo entiendo... a la joven le funcionó..."

Por unos segundos segundos pensó en parar, en preguntarle a Singto  si no estaba ayudando su masaje a que bajara la hinchazón. Pero, un breve vistazo al rostro de éste, hizo que sus palabras quedaran atrapadas en su garganta. Y es que Singto, con la espalda aún recostada sobre el borde de la inmensa bañera, tenía los ojos cerrados mientras que, de su boca, salían leves gemidos de placer. 

Krist se paralizó, haciendo que el joven príncipe gruñera mientras que, para su asombro y el de Krist, colocaba una mano sobe la suya e intentaba que se moviera, que continuara  con lo que había estado haciendo.

- "Hmm...Kit...sigue, no.. no pares ahora...." 

Kit..

Singto le había llamado Kit..

Una sensación de felicidad se adueñó de Krist que, con timidez, asintió para seguidamente comenzar a mover sus dedos sobre la piel suave, haciendo que Singto volviera a soltar un gemido. 

- "¿A..así..?"

Singto asintió, aún con los ojos cerrados. Una de sus manos estaba sobre la de Krist, aunque sin hacer nada, mientras que con la otra, intentaba agarrarse a la pared de la bañera para no caerse. Unos pocos minutos después, con los ojos abiertos por la sorpresa, Krist vio cómo Singto gruñía con voz ronca mientras que, de su miembro, surgía un líquido espeso que quedó sobre sus dedos.

- "Sing..Singto..."

Éste, abriendo los ojos, volteó hacia el lugar del que había provenido la voz de Krist y, con una sonrisa tímida, movió su mano introduciéndola en el agua. Sin embargo, antes de que pudiera acercarse lo suficiente como para tocar el cuerpo de Krist, éste le agarró la mano con fuerza.

Singto dejó de sonreír. Sus ojos vacíos se apartaron del lugar donde sabía que estaba el joven.

- "Yo.. sólo quería devolverte el favor.."

Krist miró al joven y, observando su expresión dolida, se mordió el labio inferior. No sabía muy bien qué era lo que había pasado pero.. si Singto no había estado sufriendo de dolor, entonces...

Instantes después había enrojecido hasta la raíz de sus cabellos, incluso sus orejas estaban sonrosadas y no precisamente a causa del agua caliente que los rodeaba. 

- "Yo.."

Sin embargo, antes de que pudiera decir nada más, Singto suspiró y, negando con la cabeza, se separó de él para comenzar a andar hacia la salida. 

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